Una startup alemana de taxis voladores llamada Lilium se ha convertido en unicornio, es decir, en una compañía valorada en más de 1.000 millones de dólares, tras levantar 35 millones de dólares del segundo mayor inversor de Tesla.

El desembolso de Baillie Gifford & Co., que posee la mayor participación en Tesla después de su fundador y propietario, Elon Musk, lleva la inversión total en la startup a más de 375 millones de dólares, según ha apuntado la compañía en un comunicado que ha publicado Bloomberg.

"Los fondos levantados durante esta segunda ronda nos dan la seguridad para capear el desafiante panorama económico que vemos alrededor, y estamos agradecidos de ser capaces de poder seguir totalmente concentrados en nuestra misión", ha señalado el CFO de Lilium, Christopher Delbrueck, en la misma nota.

Lilium fue fundada en 2015 por cuatro ingenieros, Daniel Wiegand, Sebastian Born, Matthias Meiner y Patrick Nathen.

Distintas empresas ya habían comenzado a probar sus modelos.

Volar al futuro

La futurista startup emplea ya a más de 450 personas y continuará creciendo con nuevas incorporaciones, según Wiegand, CEO de la compañía.

Lilium ya llevó a cabo en mayo de 2019 su primer vuelo con su prototipo de taxi volador con despegue vertical y aterrizaje eléctrico busca llevar a cabo viajes de 70 dólares en 5 años, así como transportar hasta cinco pasajeros con una autonomía de 300 kilómetros que cubre en una hora.

Sostiene que aunque la idea de los taxis voladores pueda sonar difícil de creer, pueden ser más económicos que los terrestres, y, de hecho, Lilium ya ha sido contratada por Suiza para que lleve a pasajeros de las estaciones de tren a los hoteles o a sus casas. Dicho Gobierno considera que la personalización de los viajes será la clave del modelo de transportes del futuro.

Eso sí, primero tendrá que resolver algunos problemas ligados a la infraestructura y que asegurarse de que su vehículo es seguro para las personas.

Los taxis aéreos y los autónomos son negocios en auge que parece que podrían despuntar esta década. Y hay estudios que apuntan que la creación de los "taxis voladores" puede dar rentabilidades a los inversores a partir de 2020

Uber ha anunciado que pretende lanzar sus coches voladores en 2023. Igual que los de Lilium, serán coches de despegue vertical. Mientras termina de desarrollar este proyecto, Uber ya ofrece viajes en helicóptero en Estados Unidos.

Alianza Hyundai-Uber

El fabricante automovilístico surcoreano Hyundai y la firma de transporte estadounidense Uber anunciaron a principio de año un acuerdo para colaborar en la creación de un sistema de taxis aéreos, que permita a los pasajeros desplazarse de un punto a otro en un vehículo equivalente al helicóptero.

Según ese acuerdo, Hyundai se encargará de la fabricación de los vehículos, mientras que Uber aportará la logística para que el servicio pueda operar, conectar a los conductores (o, en este caso, pilotos) con los pasajeros y gestionar la llegada y recogida de usuarios en los helipuertos.

Ambas compañías revelaron el acuerdo de colaboración en el marco de la feria de electrónica de consumo CES 2020 y dijeron que esperan realizar las primeras pruebas este mismo año y desplegar el servicio al completo en 2023.

Uber ya prueba su sistema en distintas ciudades de Estados Unidos.

El vehículo aéreo diseñado por Hyundai ha sido bautizado como S-A1, será 100% eléctrico, podrá alcanzar los 290 kilómetros por hora y recorrer distancias de hasta 100 kilómetros. Se especializará, por tanto, en trayectos cortos de menos de treinta minutos.

Desde el pasado mes de julio, Uber ya opera un servicio de helicópteros que conecta la céntrica isla neoyorquina de Manhattan con uno de los aeropuertos que dan servicio a la ciudad, el JFK, con un precio por carrera de entre 200 y 225 dólares.

La compañía puso en marcha sus "Uber Copter" a través de la división Uber Elevate, una rama que fue creada hace tres años para explorar las posibilidades del transporte aéreo compartido y que está disponible para sus miembros con estatus de platino y diamante. Además del trayecto aéreo, Uber Copter incluye una carrera en automóvil desde el hogar del cliente a un helipuerto en la zona baja de la isla, desde donde se toma el helicóptero en un recorrido de ocho minutos de duración.

En total, el recorrido -incluyendo la parte terrestre- puede llegar a alcanzar la media hora de duración, frente a la hora larga (incluso dos) que puede tomar el servicio por carretera o en otros medios de transporte como los trenes o el metro. Estos helicópteros, con dos pilotos como tripulantes, pueden dar servicio hasta a cinco personas.

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