Los niños toman su clase de matemática de manera virtual; y los pacientes ya no van a un consultorio,  los médicos los atienden a través de una videoconferencia.

Nos encontramos ante un tránsito inexorable hacia la Nube con una evolución trascendente en casi todos los aspectos de la vida. A medida de que se acelera la adopción de la economía digital, la infraestructura tecnológica se torna más vital que nunca, y la capacidad de operar desde la Nube es esencial para el éxito empresarial.

Frente a esto, los expertos están revelando estudios que indican la urgencia de una transformación, con el objetivo de tener organizaciones competitivas en el nuevo escenario. La información acumulada en el mundo digital ya se mide en zettabytes, el equivalente a 1015 megabytes (o multiplicado por un 1 seguido de 15 ceros). Según Raconteur, empresa experta en investigación, para finales de 2020 se habrán superado los 44 zettabytes, en comparación con los 4,4 zettabytes generados en 2019. 

La  explosión digital ya se experimenta en el planeta. Y si bien la migración masiva a canales digitales puede parecer un desafío para algunas empresas, resulta importante diseñar un plan de aceleración de transformación con miras a posicionarse en el lugar donde hoy se dan la oferta y la demanda. Para esto también han surgido diversas alternativas que buscan impulsar el camino a la Nube. Se trata de tres aspectos clave para facilitar este proceso y para apoyar a los negocios en un ambiente de mayor competitividad.

Uno de estos aspectos se refiere a situaciones en las cuales los negocios experimentan incrementos importantes en su operación. Por ejemplo, cuando el consumo a través de canales digitales (o de comercio electrónico) advierte un pico, las empresas deben contar con las herramientas adecuadas para responder de manera eficiente y garantizar una gran experiencia a sus clientes.

Las oficinas están cambiando con las nuevas modalidades de trabajo

Es crucial, entonces, conocer con certeza el inventario y estar al tanto de los movimientos y procesos. Esto es posible a través de herramientas como los ERP (sistemas de planificación de recursos empresariales) basados en la Nube, que permiten un funcionamiento sin problemas entre el front office y el back office. ¿De qué sirve tener una vitrina llamativa y bien decorada, si el almacén está en desorden y retrasa la entrega de los productos?

El siguiente aspecto refiere a la estandarización, la sistematización y la automatización. Las mejores prácticas modernas apoyan y aceleran los procesos internos, confían en las tecnologías emergentes –Inteligencia Artificial e Internet de las Cosas, por ejemplo- como habilitadoras claves para el crecimiento y la innovación, y facilitan nuevas formas de lograr un rendimiento consistentemente superior.

Aquí, las herramientas tecnológicas han logrado un avance sin precedentes, para acercar cada vez más a las marcas con sus consumidores. La economía de la experiencia es fundamental, por lo cual se hace necesario elaborar una estrategia para tiempos complejos, que permita a los individuos sentir que las empresas responden con precisión a sus necesidades, ansias y temores.

Varios sectores ya utilizan este tipo de soluciones. La banca es uno de ellos y ha hecho una gran inversión en sus procesos de costumer experience (CX), apoyándose en tecnologías como inteligencia artificial, machine learning, internet de las cosas, análisis, biometría, blockchain, automatización de procesos y herramientas de identidad. El objetivo es hacer más fácil y productiva la vida de los consumidores, usuarios y clientes.

En ese sentido, conocer al usuario es lo que puede marcar la diferencia para un negocio u organización. Porque cuando se trata de compras online, los clientes rara vez compran en una sola sesión. La mayoría revisa sus teléfonos más de 150 veces por día. Estas sesiones son micromomentos, o pequeños puntos críticos dentro del recorrido del consumidor, instancias en las que se puede ganar o perder una empresa. A medida de que los consumidores crean innumerables combinaciones y  patrones en sus compras, las organizaciones deben considerar fusionar sus plataformas y estrategias de comercio y servicio, para ofrecer una experiencia sin incidencias traumáticas y definida libremente por los consumidores.

El tercer y último aspecto aborda el imperativo actual de que las empresas, sin importar su tamaño, adopten la Nube de segunda generación, diseñada para la eficiencia, la continuidad del negocio y la seguridad sin precedentes. Con la Nube de primera generación, los equipos de IT aún tienen que hacer todo el trabajo operativo de configuración, monitoreo y mantenimiento en la nube. Animarse a la segunda generación permite limitar el error humano y reduce costos fundamentales. Una ventaja competitiva, si se tiene en cuenta que la estimación indica que para 2025 habrá 600 veces más datos confidenciales compartidos en la Nube y un fuerte aumento en amenazas de seguridad.

La migración masiva a canales digitales ha transformado el consumo y los hábitos de trabajo en todo el mundo. Por eso, las empresas deben responder de manera eficiente a las nuevas demandas, confiar en tecnologías emergentes y recurrir a soluciones en la Nube que contribuyan a operaciones fluidas y eficientes en el mundo de hoy.

*Managing Director de Oracle

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