A pesar de que el coronavirus avanza a un paso preocupante en las Capital Federal y otras grandes ciudades, las empresas ya empezaron a pensar cómo será el retorno a los ambientes laborales y las oficinas.

En un eventual retorno, este tipo de espacios deberá amoldarse a la nueva realidad e incorporar protocoloes de distanciamiento social, sumar nuevas rondas de limpieza profunda y apoyarse en nuevas tecnologías que permiten prevenir el contagio.

Una de estas herramientas innovadoras que ya comienza a ganar mercado en la Argentina y el mundo son las cámaras sanitizantes.

Algunos hospitales, tal el Central de San Isidro ya sumó esta tecnología que permite desinfectar a los médicos y su ropa mediante luz ultraviota y una solución química que elimina el virus.

¿Pero cuánto cuesta uno de estos equipos para ubicarlo, por ejemplo, en el hall de un edificio? El costo de estas unidades oscila entre u$s 1.000 y u$s 3.000. 

Sin embargo, la ANMAT puso bajo la lupa este tipo de cabinas y aseguró que su "eficacia y seguridad" no está demostrada.

Desde la ANMAT sostienen que si bien determinados productos utilizados por este tipo de mecanismos se encuentran inscriptos en la Administración, su eficacia y seguridad está demostrada para el uso en superficies inertes, "no hay evidencia que demuestre su eficacia y seguridad para ser aplicados sobre personas con el fin de descontaminar para COVID-19".

Abanico de opciones

Más allá de los esfuerzos individuales de las compañías para proteger a sus empleados, los espacios de trabajo ya empiezan a adoptar los "nuevos estándares" del escenario post cuarentena.

Alex Sakkal, cofundador y director comercial de la desarrolladora inmobiliaria Nómada, explica que en sus proyectos ya se están implementando demarcación visual de distanciamiento, controles en las circulaciones verticales, estaciones de sanitización en áreas comunes y cámaras de detección de temperatura corporal en los pasillos.

En esta sintonía, la búsqueda de cámaras térmicas se volvió un tema de consulta recurrente en tiendas online. Las opciones que ya se comercializan abarcan un amplio abanico de precios y se pueden encontrar en Mercado Libre:

- Cámara térmica de mano Hikvision DS–2TP31B–3AU: $100.000

- Cámara IP Termográfica Dahua Domo TPC–SD2221: $170.000

 

- Cámara IP Térmica Dahua Bullet Tpc–bf5400–b35: $410.000

 

- Cámara con medidor de temperatura corporal Jetion JT–66K: $430.000

 

- Cámara portátil de detección de fiebre Hikvision DS–2TP21B–6AVF/W: $598.000

 

La diferencia de precios refleja, principalmente, sus funcionalidades: precisión para medir la temperatura, cantidad de personas que pueden ser analizadas en simultáneo e integración con sistemas de inteligencia artificial. Más allá de estos valores de referencia, las compañías instan a "revisar cada caso particular" para ofrecer soluciones a medida.

"Las cámaras térmicas serán una herramienta cada vez más expandida para el control de acceso a espacios de trabajo. Son los mismos dispositivos que se están instalando en el espacio público, como en el Aeropuerto de Ezeiza y hospital Meléndez, y permiten prevenir que personas con alta temperatura ingresen a un lugar", asegura a iProUP, María Florencia Comeron, Marketing Manager de Dahua Technology. Estas cámaras cumplen funciones similares a las de las estaciones de Constitución, Once y Retiro, propietarias de la empresa Danaide.

Para el uso de estos dispositivos se aconseja su instalación en halls y entradas, sobre todo en accesos con molinetes, para evitar que un individuo pueda llegar, por ejemplo, hasta el ascensor si es que presenta fiebre. Si este equipamiento ya tiene bastante tiempo en el mercado, la novedad que registró una demanda exponencial en el último tiempo es la tecnología que permite medir con un " /– 0,3 grados de precisión". "Esto se logra porque funcionan en conjunto un lente óptico y uno térmico: el primero identifica que se trata las figuras humanas; el otro, el de la temperatura, determina la radiación de esa figura con una significativa precisión", explica Comeron.

Asimismo, las empresas especializadas afirman que se acentuará el protagonismo de herramientas biométricas. "Todo lo relacionado a tecnologías de reconocimiento facial o de iris y, en general, el contactless, que soporta la identificación a distancia, será lo que prevalecerá en un futuro muy cercano", asevera Comeron.

Desde Hickvision aseguran que detectaron grandes ventajas en la experiencia 'sin contacto' que proporciona el reconocimiento facial". "Gracias a la tecnología avanzada Deep Learning y a sus diversas funciones prácticas, esperamos que estas terminales aporten más seguridad y eficiencia a empresas pequeñas y medianas, facilitando en gran medida el control de acceso", añaden.

Soluciones locales

Por fuera de estas soluciones, un emprendimiento argentino busca ser protagonista de la "nueva era de las oficinas". Se trata de UVRobotics, firma que fabrica dispositivos que utilizan tecnología de luz UV–C (ultravioleta del rango "C") para desinfectar distintos espacios.

Inspirados en un modelo creado en Dinamarca, la empresa diseñó su propio robot que apunta a revolucionar el mercado local. "UVRbot opera controlado de manera remota por el usuario a través de una app. Una vez que es dirigido al área de interés, se lo enciende y comienza su ciclo de descontaminación", afirma a iProUP Sabrina Lecam, directora de investigaciones de UVRobotics.

Este equipo, que puede costar entre u$s3.000 y u$s12.000 -dependiendo de las necesidades de los clientes- actúa en espacios que permiten su desplazamiento. Es decir, en pasillos de al menos 80 centímetros por el que se pueda movilizar. Una vez encendido, realiza un procedimiento de reconocimiento espacial con tecnología láser y crea un mapa del entorno. A través de un algoritmo, traduce las distancias en tiempos de desinfección necesarios para entregar la dosis requerida en todos los rincones del ambiente.

UVRbot emite una dosis de luz UV–C letal para la gran mayoría de virus, bacterias, hongos y protozoos, lo cual también incluye al SARS-CoV-2, virus responsable de la pandemia de covid-19.

"Hemos tenido contacto con compañías no solo argentinas sino también de todo el mundo, muy interesadas en adquirir estos dispositivos. Es necesario estudiar las necesidades de cada cliente para poder recomendarles el producto que mejor se adapte", asegura la ingeniera.

Por último, explica que su producto se caracteriza por haber abordado el problema desde una perspectiva "innovadora e ingeniosa" que permitió aprovechar las tecnologías disponibles, con las cuales estaban muy familiarizados.

Otra de las empresas locales que está trabajando en este sentido es TechCom, que comenzó con la fabricación del modelo de mascarilla homologado por el Ministerio de Salud y avanza con la creación de un respirador artificial de bajo costo. También está lanzando una cabina de sanitización para oficinas y consultorios médicos.

"Cuesta entre $60.000 y $100.000 dependiendo de algunas variantes de cada empresa. Se trata de una cabina chica, de 1,2 metros de ancho por 0,8 de profundidad", explica a iProUP Danny Lew, general manager de Techcom SRL. Al ingresar allí, la persona aprieta un botón y es 'bañada' por una barrera de aire cargada de ozono durante cinco segundos", señala.

"Descontamina el recinto y la vestimenta de la persona gracias al efecto bacericida, fungicida y viridicida potente del ozono, el cual no tiene efectos tóxicos a dosis controladas sobre el ser humano", añade el ejecutivo, quien también es presidente del departamento de Formacion e Innovacion de la Union Industrial de Avellaneda.

Para su desarrollo, la compañía cuenta con el asesoramiento del doctor Gabriel Calle, miembro de la Asociación Argentina de Ozonoterapia y uno de los profesionales más prestigiosos en la materia. Según Lew, se trata de una versión más económica y "limpia" que "los portones que bañan con rocío sanitizante, que son ideales para una fábrica pero no para una oficina o consultorio médico ya que derraman líquido en el suelo".

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