La comisión de Salud de la Cámara de Diputados emitió este lunes en forma unánime dictamen favorable a un proyecto que regula la prescripción de medicamentos y estudios médicos a través de recetas electrónicas y sistemas de atención mediante plataformas digitales, en el marco de la pandemia de coronavirus.

En una reunión concretada por videoconferencia, el dictamen recibió el respaldo de todo el organismo asesor -que conduce el diputado del Frente de Todos Pablo Yedlin- y podrá ser debatido en la sesión que, si existe acuerdo entre los bloques, se haría entre el miércoles y el jueves próximo.

El despacho se basó y combinó las iniciativas presentadas por los diputados del Frente de Todos Cristina Álvarez Rodríguez y Pablo Yedlin, la neuquina del MPN Alma Sapag y los radicales Claudia Naju y Diego Mestre.

El proyecto permite la prescripción de medicamentos y órdenes de estudio de recetas electrónicas, que pueden ser redactadas y firmadas a través de plataformas de teleasistencias.

Además, alcanzará a toda receta o prescripción médica, odontológica o de otros profesionales sanitarios legalmente facultados a prescribir, en los respectivos ámbitos de asistencia sanitaria y atención farmacéutica pública y privada.

 

En ese sentido, el proyecto fija que "los medicamentos prescriptos en receta en formato electrónico o digital deberán ser dispensados en cualquier farmacia del territorio nacional, servicios de farmacia de establecimientos de salud y establecimientos del sector salud habilitados para tal fin, acorde a las disposiciones vigentes, tal como venían pidiendo farmacéuticos, prepagas, médicos y obras sociales.

Asimismo, determina que los responsables de la fiscalización de los sistemas de receta electrónica y plataformas de teleasistencia deben "garantizar la custodia de las bases de datos de asistencia profesional virtual (historias clínicas digitales), prescripción, dispensación y archivo".

También deben "establecer los criterios de autorización y control de acceso a dichas bases de datos y garantizar el normal funcionamiento y estricto cumplimiento de las normativas vigentes en el área".

"Es un proyecto que ha terminado siendo de todos; estamos dando un gran paso para la modernización del sistema en el contexto que vivimos por la COVID-19", destacó y agradeció Yedlin el acompañamiento de todos los bloques políticos.

Marcó la importancia también de que, en caso de que el proyecto se convierta en ley, "tendrá un marco normativo la teleasistencia que hoy tiene un vacío legal y que, por la pandemia se realiza cada vez más".

"El avance en la prescripción digital y la teleasistencia es fundamental en este momento. No solamente será útil para mantenernos con el distanciamiento social requerido, sino que también vamos a poder evitar errores en la dispensa, tener mayor capacidad de auditoría, se podrá controlar la venta de medicamentos bajo receta y ayudar a los sistemas de salud a fiscalizar con mayor facilidad en forma remota", agregó.

Por su parte, la vicepresidenta de la comisión, la macrista Carmen Polledo consideró "muy importante actualizar la legislación y permitir que a través del campo de la tecnología pueda dar atención a sus pacientes" y postuló: "Tenemos que usar las mejores herramientas".

En tanto, la radical Claudia Najul señaló que la iniciativa "es un paso adelante", no sólo por la "agilidad" que representa, sino también "por la seguridad que va a dar para poder también hacer estudios y seguimiento sobre cómo se están utilizando los medicamentos".

Por su parte, la titular de la Confederación Farmacéutica, Isabel Reynoso, juzgó que el proyecto sirve para "modernizar leyes que son antiguas y que no tenían contemplado la firma digital" y pidió que se incorpore la firma digital del farmacéutico para que "tenga un sello de competencia".

"Es una herramienta muy interesante, importante y oportuna y vino para quedarse", expresó a su vez el diputado justicialista Eduardo "Bali" Bucca, quien comentó haber recibido "inquietudes de médicos, psicólogos y odontólogos".

Previa

En medio del estado de emergencia, desde los distintos sectores le pedían al Ministerio de Salud una resolución oficial para poder saltear este problema lo antes posible. "Hasta el momento no hay decisión política clara. Si bien este punto intermedio está funcionando a pequeña escala, lo que buscábamos es la masificación de la propuesta", afirma a iProUP Marcelo Peratta, titular del gremio Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFYB).

Más allá de las posturas individuales de cada organismo, asegura que "la coyuntura impone un cambio" y que este tipo de soluciones debe ser regulada para que todos puedan acceder a su beneficio.

Luciano Allegro, gerente de Marketing (CMO) y cofundador de la obra social digital Wiri Salud, quien trabaja de cerca con el tema de recetas digitales, afirma a iProUP: "Deberían ser aceptadas si se puede garantizar que ese documento está hecho por un médico que lo firme. "Para que eso pase - añade- debería ser generado en un formato específico e incluir una firma digital que permita verificar su autor. Una foto de una firma de puño y letra no es suficiente ya que podría estar adulterada".

También señala que hay mucha desinformación sobre la materia. "Cada colegio médico tiene su postura sobre el tema y todavía hay mucho miedo en la medicina sobre las consecuencias legales en las que pudiese llegarse a incurrir quien genera la receta", subraya.

Sin embargo, ante esta situación extraordinaria se comenzó a flexibilizar el sistema para garantizar el acceso a los medicamentos, especialmente por parte de las obras sociales. Por eso, cada afiliado debe consultar con su prestador antes de salir a la calle. - En el caso de OSDE, exige a los asociados que, al momento de realizar la compra, dejen por escrito, de puño y letra en el ticket, su conformidad: nombre y apellido, teléfono, firma y DNI. "Esta flexibilización en las pautas habituales para el suministro de medicamentos tiene como objeto garantizar el acceso al servicio durante las restricciones impuestas por el DNU 297/2020", expresan.

- Por el lado de Galeno, a través de la app los socios pueden solicitar su receta digital y presentarla desde su celular en cualquiera de las 9.000 farmacias que conforman la red de la prepaga. "En general, los pacientes con medicación crónica o crítica ya se encuentran registrados en el sistema. El servicio de telemedicina está en contacto permanente con el equipo de prestaciones médicas y las áreas específicas que manejan estas patologías", confían fuentes de Galeno a iProUP. Asimismo, aseguran que se "flexibilizó muchísimo la operación", de manera de poder garantizar el acceso. "Por ejemplo, con la campaña de vacunación antigripal, los socios tienen distintos factores por los cuales se cubre la vacuna al 100%. Ahora, se los está vacunando sin necesidad de orden médica, en todos los sanatorios de la Trinidad", remarcan.

Hay casos particulares, como embarazadas o niños que hayan recibido la vacuna durante 2019, a quienes se les pide que concurran con una orden digital indicada por su obstetra o pediatra. No hay necesidad de presentarla impresa pero se requiere del consentimiento del médico. "La flexibilidad existe, pero se deben seguir las pautas necesarias de seguridad", agregan desde la compañía.

En este escenario, el titular de SAFYB exige "una reunión ya mismo para acordar algún tipo de solución generalizada para los pacientes así se les brinda acceso rápido a los medicamentos, así como también una autorización sencilla a las obras sociales y una validación a las farmacias". Y añade: "Esto urge y el Gobierno tiene que citar a todos los sectores y darle una solución a la gente".

Una ley incumplida

En la Argentina ya existe legislación sobre el tema, aunque no se cumple. "Esta ley existe hace 10 años. Si se cumpliera, le hubiese facilitado la vida a todos los pacientes durante la pandemia", resalta Peratta. En su visión, la norma deja bien en claro que "los médicos tienen que tener su firma electrónica, retirar su pendrive –que funciona como una 'llave digital'– para validar las recetas. Una vez que el paciente va a la farmacia, se le da luz verde y se sigue con su flujo.

Por su parte, Allegro asegura que hace falta un acuerdo que permita este tipo de intercambios. "Hoy, muchos médicos no han registrado su firma digital para generar este tipo de documentos, pero una vez dados de alta y con el software adecuado, ya podrían empezar a generar las recetas". Agrega que, de cumplirse, permitiría enviarlas a miles de farmacias.

Cabe destacar que la receta electrónica es la que proviene de un formulario online, mientras que la digital es aquella que estuvo impresa y fue digitalizada través de una foto o escaneo. Sin embargo, la falta de implementación tiene un trasfondo más profundo que comenzará a aflorar en la medida en que avancen las soluciones intermedias, detalla Peratta." Las empresas auditoras van a tener que decidir si pagan o no las recetas que se presentan en fotos, ya que van a tener que validar sin son verdaderas o falsas", resalta. "El problema de fondo es la sobre-prescripción, y por eso el sector farmacéutico no quiere implementar la receta electrónica, ya que esto implicaría un control más exhaustivo. La industria gana con un sistema anárquico y desordenado", sentencia el sindicalista. Más allá del trasfondo político y empresarial que envuelve el uso de la receta electrónica, este tipo de sistemas digitalizados tiene beneficios para los pacientes:

- Rápida gestión

- Validación por software

- En tiempos de pandemia, menor exposición y contacto con otras personas

- Ahorro de tiempo

- Reducción de trámites y burocracia

"Esta situación mundial que estamos atravesando ha demostrado la importancia de las nuevas tecnologías y los grandes beneficios que proveen a la sociedad. La mayoría de los países de la región ya cuenta con soluciones de este tipo y creo que es la oportunidad ideal para actualizar nuestro sistema de salud", concluye Allegro.

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