Debido a la actual crisis mundial y a sus propios conflictos internos, la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi adoptará una nueva estrategia corporativa que conllevará numerosos cambios organizativos en el seno del grupo a corto plazo. 

De acuerdo con las últimas noticias, el próximo 28 de mayo se anunciará un plan que tratará de solucionar los problemas originados a raíz del agresivo impulso expansivo llevado a cabo por el anterior director ejecutivo de la Alianza, Carlos Ghosn.

Una de las consecuencias más llamativas de este plan será la retirada parcial de Nissan en Europa para centrarse en Estados Unidos, China y Japón. Este plan también buscará reducir los solapamientos y ampliar la cooperación entre los miembros de la Alianza. Así, Mitsubishi llevará la voz cantante en materia de híbridos enchufables y controlará los mercados asiáticos fuera de China y Japón. 

Renault por su parte desarrollará coches eléctricos puros y se centrará en el mercado Europeo. Por lo tanto, los coches eléctricos de la Alianza no solo compartirán plataforma (la modular CMF-EV), motores y baterías, sino que aparentemente serán desarrollados de forma homogénea por Renault para todo el grupo, informó el sitio Forococheselectricos.

Gracias a este plan, Nissan podrá liberar recursos para invertir en el desarrollo de productos y tecnología para Estados Unidos, China y Japón. A pesar de que Nissan se centrará en sus tres mercados principales, no se retirará por completo de otras regiones, pues actualmente es el segundo mayor fabricante japonés tras Toyota. Así, en Europa se centrará en su gama SUV (Juke, Qashqai…), mientras que en India, Indonesia, Malasia, Sudáfrica, Rusia, Brasil y México racionalizará su oferta (por ejemplo, en África y Oriente Medio centrará todos sus esfuerzos en el SUV Patrol).

Esto tendrá como consecuencia el cierre de numerosas fábricas, tanto en Indonesia como en otras partes del mundo. Debido a que Renault será el miembro dominante en Europa, Nissan podría cerrar sus dos plantas en el viejo continente y encargar a la firma francesa la fabricación de sus modelos. En total se espera que Nissan cierre unas 14 líneas de producción, pasando su capacidad de producción global de 7 millones a 5,5 millones de unidades al año.

En Estados Unidos la compañía tratará de revertir su imagen de "marca barata", aumentando su margen de beneficios y reduciendo sus ventas a flotas. En China por su parte Nissan comenzará a ofrecer productos específicos en lugar de americanos, mientras que en Japón presentará una gama rejuvenecida para mantenerse vigente.

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