La transformación digital ha dejado de ser solamente un aspiracional o una materia pendiente de las empresas para ganar mercados. Más bien, el actual contexto de pandemia y paralización las obliga a encender el "modo supervivencia" apoyándose en la tecnología.

Si bien las compañías están en un raid por digitalizar sus operaciones, hay una costumbre que todavía se sigue manteniendo en formato papel: la celebración de contratos, que requiere la firma de puño y letra. En tiempos de pandemia, esto se convierte en un vector de contagios, ya que la gente debe salir de su casa, tomar un bolígrafo (que fue seguramente fue usado por otras personas) e interactuar con las partes intervinientes.

Si bien la firma digital ya había sido desarrollada en la plataforma "Trámites a Distancia", el Ministerio de Desarrollo Productivo habilitó el uso de la tecnología basada en Blockchain (la que está detrás de Bitcoin) para que las sociedades de garantía recíproca (SGR) puedan operar echeqs y otros títulos online.

Al igual que la moneda virtual, la firma digital utiliza dos claves:

- Una pública, que identifica de manera abierta al firmante

- Otra privada, que hace las veces de una contraseña y no debe revelarse

Además, un certificado asocia ambas claves a la persona física o jurídica titular de esa rúbrica, asegurando su identidad digital. Todo, bajo estrictos algoritmos critpográficos que avalan su seguridad. Y se realiza todo de manera online.

Al igual que con otros aspectos de la vida cotidiana, el coronavirus actuó como catalizador de una herramienta que es legal desde 2001. Y promete ser utilizada en un sinfín de rubros de la economía.

El ABC

En 2018, el entonces Ministerio de Modernización reglamentó la firma digital, que involucra a varios mecanismos, como la biometría (firma grafométrica), que no es más que la versión digitalizada del puño y letra realizada en un celular o una tablet a través de un lápiz óptico o el propio dedo.

Dentro de ese grupo se incluye a la firma digital con criptografía, que permite establecer el consentimiento de las partes en un documento, además de garantizar que éste no ha sido adulterado. Justamente, el uso de blockchain es la gran novedad celebrada por el sector.

Los expertos consultados por iProUP coinciden en que esta decisión de la cartera de Desarrollo Productivo (órgano de aplicación desde la llegada de Alberto Fernández a la Rosada) ha sido el puntapié inicial para que la firma digital se establezca como herramienta de vital importancia en tiempos de pandemia, especial para ayudar a las Pymes.

"La tecnología blockchain agrega valor particularmente cuando nos encontramos con procesos y flujos en los que intervienen dos o más partes y la confianza es un factor a considerar", señala a iProUP Leo Elduayen, de Koibanx, quien remarca que la medida es "un gran primer paso y espero que oficie de punta de lanza".

En el caso aprobado por el Gobierno para las SGR, el experto señala que esta innovación "cuenta con el carácter de no repudiable y aparte tiene un nivel de transparencia e inalterabilidad que, sin dudas, es un valor agregado muy importante para permitir la firma de documentos que agilicen el giro comercial en la coyuntura actual".

"Los contratos de las SGR requieren siempre firmas y certificaciones, dado el carácter técnico y de avales que tienen. Que tengan firma electrónica permite mucha fluidez en el tramite y además permite que se genere una prueba bajo la ley de firma electrónica y firma digital", agrega Guillermo Navarro, del estudio Bildenlex Abogados.

Para graficar su funcionamiento, Diego Gutiérrez Saldívar, CEO de IOV Labs, empresa pionera en el país en este tipo de plataformas, explica cómo funciona esta tecnología:

- Una persona tiene un conjunto de dos claves, una privada, que guarda para su uso exclusivo; y otra pública, que distribuye

- Lo que se cifra con la primera solo puede ser descifrada con la segunda y viceversa

- Mediante un algoritmo o huella digital puede resumirse un documento (un archivo de Word, por ejemplo) en un conjunto de números y letras

- Ese documento puede firmarse con una identidad, que está relacionada a un conjunto de claves publico/privada

- Sobre este conjunto de datos, se calcula la huella digital y se cifra con la clave privada

De acuerdo con la firma Signatura, esta tecnología ofrece una ventaja adicional. "Un documento privado, por sí solo, no es suficiente para acreditar el momento en que fue firmado: la certificación de la firma por un notario lo fecha", señala. Y añade: "En esta línea de razonamiento, el uso de blockchain permite fijar cuándo un documento existió y darle fecha cierta".

La compañía, además, asegura que "la gran mayoría de los documentos comerciales son instrumentos privados celebrados entre empresas a las cuales el Código Civil y Comercial de la Nación les otorga libertad de forma. La legislación también soporta la equivalencia funcional entre papel y soportes digitales cuando el acto que busca celebrarse no requiera solemnidades especiales".

Además, Gutiérrez Saldívar asegura que si bien esta innovación "tiene fuerza legal, quien debe comprobar que la firma es genuina y fue usada correctamente es su receptor, no el firmante. Por ejemplo, ante un litigio sobre un pagaré digital, quien tiene que probar la legitimidad es el prestador".

No es raro que los principales ejemplos se vinculen al sector financiero ya que, según Elduayen, "es inherente al ADN transaccional del blockchain". En efecto, esta tecnología es la encargada en el ecosistema Bitcoin de llevar a cabo el "libro contable" de todas las transacciones y la identificación de cada usuario.

"Se están estudiando otros mecanismos de financiación que hagan uso de sus ventajas en términos de generar identidades y reputación a personas y empresas para que el acceso al crédito sea manera más eficiente y a menores costos", agrega Gutiérrez Zaldívar.

Por su parte, Signatura asegura que realizó una prueba piloto con una de las redes de cajeros automáticos más grandes de Argentina "para generar una identidad digital descentralizada y soberana, en las que los usuarios tenían el control de su información financiera y con quién querían compartirla".

Lo que viene

Si bien la banca aparece como la industria más beneficiada por la firma en blockchain, los expertos no dudan en que puede extenderse a un sinfín de sectores, incluyendo el Estado.

"Los gobiernos pueden implementar el concepto de identidad soberana o ‘DNI digital’, sobre el que pueden incluirse certificaciones como la licencia de conducir, títulos de propiedad, títulos universitarios, certificados de vacunas o la historia clínica de una persona", explica Gutiérrez Zaldívar. 

Además, su uso cobra relevancia en ámbitos muy diversos, como por ejemplo en el comercio exterior, que requiere una cantidad importante de documentación y procesos de pago de tasas, transferencias bancarias, etc.

Junto con la firma digital en blockchain también se pueden utilizar los contratos inteligentes que, según Elduayen, "no son necesariamente contratos entre partes, sino la capacidad de programar reglas lógicas que ejecuten transacciones de manera automática cuando ocurren ciertos eventos".

Como ejemplos, enumera la representación de puntos de fidelización de Tarjeta Naranja; de incentivos para los vendedores de Río Uruguay Seguros; otorgamiento de monedas digitales a ciudadanos que cumplan con los impuestos, como en Marcos Paz; o la acreditación de facturas electrónicas en la que ya están trabajando con un importante banco.

Navarro continúa con el ejemplo de las entidades financieras: "Los bancos también van a tener que adaptar sus practicas y otorgar mejores herramientas para que uno no tenga que ir a las sucursales y de una vez por toda hagan tramites online". Y agrega "las tareas judiciales que requieren mucho trabajo de personas y no aportan valor, como ejecuciones fiscales, cumplimiento de contratos, multas, etcétera". 

Gutiérrez Zaldívar añade las ramas de Salud, con la posibilidad de certificar los procesos de creación de medicamentos y vacunas; y legal, para digitalizar legajos, firmarlos y tener certificado que aseguren la inmutabilidad de las pruebas.

"Las empresas no tienen que almacenar papel ni moverse para concretar un acuerdo: sólo firmar asincrónicamente desde cualquier dispositivo. Así, no se transforman en grandes gestionadoras de este insumo cuando la ley sólo exige el resguardo de la seguridad, algo que ‘demuestre’ que la otra parte se comprometió", aseguran desde Signatura.

Desde esta compañía además indican que recibieron una gran cantidad de consultas de inmobiliarias, otro de los sectores que puede ser revolucionado por esta tecnología. De hecho, la Cámara Inmobiliaria Argentina avanzó en el boleto inmobiliario electrónico.

"Con a Terraloteos.com, que firmó la primera operación blockchain de un boleto en 2018, estamos avanzando a cerrar todo el proceso de compraventa y de información de las operaciones hasta la administración de los emprendimientos. Estamos preparando la firma de ocho boletos en cuarentena", señala Navarro.

Según el letrado, esta tecnología es clave para rubros tradicionales como "Justicia, seguros, mediaciones, reuniones de consorcios, asambleas remotas y otros que usen tecnologías digitales y que puedan adaptarse rápidamente, los cuales tendrán una ventaja comparativa".

Sin dudas, las ventajas del blockchain son muchas y la Argentina es un referente en el tema: no sólo cuenta con empresas con operaciones globales como las mencionadas anteriormente, sino que también existe BitPatagonia, una "minera" de Bitcoin instalada en Tierra del Fuego.

Esta compañía está investigando el uso de la cadena de bloques en varias ramas de la economía. Fuentes afirman que varios de sus accionistas son pesos pesados del ecommerce, la salud privada y las finanzas. Otras fuentes indican que otros "galpones" de la isla hoy se usan con el mismo propósito ante la debacle de la fabricación de tecnología.

De esta forma, la rúbrica digital se abre camino para ayudar a las Pymes y revolucionar la economía argentina, que también busca la cura para el parate del coronavirus.

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