En esta crisis, como en todas, habrá quienes hagan dinero o incluso amasen fortunas. "No conocerás a nadie que haya ganado tanto dinero como yo", contaba estos días a la revista New Yorker un inversor que, aprovechando la crisis sanitaria del coronavirus, había comprado acciones de una empresa que fabrica mascarillas N95.
Apostó a que cuando el virus llegara a Estados Unidos, esa compañía optaría a contratos con el gobierno que aumentaran su producción y sus beneficios. En este caso, el inversor había estudiado a fondo las consecuencias que tuvo en la economía las anteriores pandemias como la del SARS, la del N1H1 o la del ébola por lo que tenía más información que cualquier otra persona y pudo adelantarse a lo que iba a suceder.
Así que cuando en diciembre empezó a oírse que había un nuevo coronavirus en China, realizó algunas inversiones que le han reportado un 2.000% de beneficios, según dijo a la revista. Eso en un mercado que en las últimas semanas ha caído con fuerza y ha subido con igual ímpetu en un cortísimo espacio de tiempo.
Cuál es la mejor aplicación para videollamadas: ¿Zoom, Google Meet, o Microsoft Teams?
Es muestra que en los mercados hay algunas fuerzas que cuentan con más poder que otras. El "smart money" se identifica a veces con un volumen de operaciones mayor de lo habitual, que consigue predecir lo que va a pasar y adelantarse al mercado. Esto se refuerza cuando alguien lo consigue de forma consistente durante mucho tiempo. Son los inversores que se quedan cuando todos los demás huyen y normalmente tienen un perfil profesional y años de experiencia en el mercado.
Hans-Jörg Naumer, analista de mercados de Allianz Global Investors, afirma que los pronunciados movimientos que se están viendo en las bolsas estos días se deben a que el mercado está dominado por esos jugadores, pese a que conseguir rentabilidad en momentos de pánico generalizado es extremadamente difícil, según una nota del sitio Bbc.com.
Sólo quienes cuentan con sofisticadas tecnologías, con paciencia, experiencia o liquidez pueden aprovechar los movimientos de los precios para beneficiarse de ellos. Son una "fuerza invisible del mercado" porque concentran grandes cantidades y una operación suya mueve todo.
Vuelta a la oficina: cómo reubicarán espacios y qué equipos tecnológicos sumarán empresas tras el aislamiento
Los inversores que no detectan o predicen las tendencias de inversión, es decir, los que intentan seguir la tendencia después de que el dinero inteligente ya haya obtenido la mayor parte de sus beneficios, son llamados "stupid money" o "dumb money" aseguró Alfredo Álvarez-Pickman, gestor del fondo Key Capital Ocho.
La información es clave también. De hecho, el término "smart money" proviene de los jugadores profesionales que tenían un profundo conocimiento del deporte al que apostaban o un conocimiento interno que el público no podía aprovechar.
"Ahora nos encontramos con muchos inversores que han perdido su trabajo o que tienen que hacer frente a gastos extraordinarios", explicó Juan Pedro Gómez, profesor asociado del departamento de Finanzas del IE Business School. Como consecuencia se ven obligados a vender sus acciones o sus participaciones, por ejemplo, en los fondos de pensiones, en un momento en el que el mercado está cayendo.
Quienes se puede beneficiar de eso son dos tipos de inversores: aquellos que tengan los nervios de acero y también a los no les importe ahora mismo el dinero, que no necesiten la liquidez. Para Álvarez-Pickman es importante no ir en contra del mercado por sistema, pero "la mentalidad de manada es lo que hace que las bolsas se descontrolen en momentos extremos".
Sin embargo, todo parece indicar que hasta que los inversores no tengan unas estimaciones claras sobre cuáles son los daños económicos causados por la pandemia del nuevo coronavirus, los nervios van a seguir a flor de piel en los mercados y los expertos no dan por finalizada la montaña rusa bursátil.