Las inversiones en capital emprendedor y capital semilla superaron los u$s400 millones, los sectores con mayor auge son los de Fintech y Biotecnología, la mayoría de los emprendimientos que recibieron financiamiento están situados en la ciudad y la provincia de Buenos Aires y se trata de un ecosistema con fuerte predominancia masculina. Estas son las principales conclusiones de un detallado estudio que analiza el universo emprendedor en la Argentina en 2019.

"Tuvimos un crecimiento fuerte en los últimos años, aunque en sintonía con una región que también lo hizo", explicó Diego González Bravo, vicepresidente ejecutivo de la Asociación Argentina de Capital Privado, Emprendedor y Semilla (ARCAP), quien elaboró el documento, presentado con el patrocinio de Microsoft for Startups.

Durante 2019 las inversiones en el sector alcanzaron los u$s 403 millones, que representa un incremento del 145% respecto a 2018. En total se registraron 91 transacciones, 14 más respecto a las 77 del año anterior. Los sectores en los que se efectuaron más transacciones fueron Fintech para el capital emprendedor (rondas que comienzan con una serie A, que en la Argentina suelen promediar el millón de dólares) y Biotech para el semilla (rondas desde u$s25.000 y hasta u$s500.000).

La mayoría de los emprendimientos que recibieron financiamiento están ubicados en la ciudad y en la provincia de Buenos Aires (69,7%). Las otras provincias que siguen en cuanto a presencia de emprendimientos son Mendoza y Santa Fe con 10,5% cada una, y Córdoba con un 7,9%.

Se financiaron en el país más de 280 proyectos a través de gestores de fondos de capital: 59 en 2016, 54 en 2017, 77 en 2018 y 91 en 2019. En relación a los montos invertidos en emprendimientos argentinos, fuero de u$s 37,4 millones en 2016, u$s 134,2 millones en 2017 y u$s 165 millones en 2018. En 2019 se contabilizaron u$s 403 millones.

"En volumen de dinero todavía es una industria pequeña, empujada principalmente por fondos extranjeros, acá no habría suficiente plata para abastecer las rondas", afirmó González Bravo.

Para poner en contexto, las inversiones en Latinoamérica, que promediaban los u$s 500 millones, comenzaron a duplicarse en los últimos tiempos y las cifras preliminares de 2019 marcan que solo en el primer semestres se recaudaron u$s 2.600 millones. Un número que también aparece débil ante el avance de los Venture Capital a nivel mundial, que en 2018 se acercaron a los u$s 255.000 millones.

Un dato es revelador: las 5 mayores compañías en capitalización bursátil en Estados Unidos en 2001 eran WalMart, Exxon, Citibank, Microsoft y General Electric, mientras que en 2019 el ranking está dominado por compañías tecnológicas surgidas del capital emprendedor, como Apple, Microsoft, Alphabet, Facebook. En Latinoamérica, actualmente ese top five lo lideran empresas de la vieja guardia como Petrobras, Itaú, Ambey, Bradesco y Vale.

Pese a todo, el escenario permite destilar optimismo. "En la historia latinoamericana había 8 unicornios hasta 2018. En los dos años posteriores surgieron 14 nuevos", concluyó. La Argentina, con 5 unicornios, está 2° en ese ítem (por debajo de los 14 de Brasil y superando a los 2 de México y al único caso colombiano).

La expectativa de los analistas es que la inversión en proyectos argentinos y regionales seguirá creciendo, no como un boom, sino como una inercia propia de un sector al que todavía le falta mucho trayecto por recorrer y en el que la inversiones no se piensan de un día para otro sino plazos de cinco y diez años. Aunque, claro, dan por descontado que llegará la onda del esperado golpe en la economía mundial por los efectos del coronavirus.

Poca representación femenina

Este año se empezó a relevar información referida al género, tanto en startups que recibieron inversión como en gestores de fondos.

De acuerdo a las cifras, las mujeres aún tienen una larga lucha por delante para alcanzar una representatividad más igualitaria: el 82,7% de las startups consultadas están compuestas exclusivamente por hombres y apenas el 17,3% exhiben presencia femenina.

Al mismo tiempo, analizando entre los emprendedores que recibieron financiamiento, se infiere que el 91,3% fueron hombres frente a 8,7% de mujeres. Y si se específica en los mandos superiores, el 89,3% de las firmas que recaudaron dinero en las rondas de inversión tenían a un CEO hombre vs un 10,7% de CEOs mujeres.

El dato más claro es que sumando todos los equipos fundadores de las compañías relevadas suman 183 personas, de las cuales solo 16 son mujeres, pese a que Lorena Suárez, responsable de la Comisión de Research de ARCAP asegura que está demostrado que "los equipos más diversos toman mejores decisiones".

Las razones son varias, entre ellas, según otro estudio de la AE Business School de la Universidad Austral, que solo el 33% de las mujeres se dedica a carreras relacionadas con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. Aunque podrían resumirse en el sinuoso camino relatado por la especialista: "Hay pocas mujeres estudiando y luego pocas inician el camino emprendedor. Y las que emprenden tienen que luchar contra el sesgo de los inversores. En las presentaciones, a las mujeres les preguntan mucho más sobre las estrategias defensivas que planean, mientras que a los hombres les preguntan más de las prácticas proactivas". Luego de esos pitcheos de convencimiento, los hombres reciben 5 veces más capital.

Con el fin de derribar esas barreras se están desarrollando distintas iniciativas, como el Programa Mujeres Emprendedoras que lidera la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA). Durante la presentación, María Cecilia Ribecco, miembro del directorio ejecutivo de la entidad, enumeró a modo de resumen un puñado de obstáculos que deben sortear las mujeres en su trayecto:

-Poca formación en áreas específicas, como el manejo de herramientas en materias como administración y finanzas.

-Falta de acceso a financiamiento.

-Falta de modelos y figuras representativas en las cuales verse reflejadas.

-Las cargas domésticas.

- Cuestiones educativas y culturales que hacen que la mujer sea poco tolerante al error y al fracaso, un elemento clave en el mundo emprendedor, indicó Ámbito.

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