La agencia espacial estadounidense confirmó el aterrizaje exitoso de su nuevo programa, que buscará rastros de vida en el planeta rojo
26.11.2018 • 18:07hs • Misión espacial
Misión espacial
Así fue el aterrizaje de InSight, la sonda de la NASA que buscará vida en Marte
La NASA confirmó este lunes que la misión InSight aterrizó con éxito en Marte. El programa estudiará el interior del planeta e intentará determinar si hay registros de vida.
La nave ingresó en la atmósfera marciana a 20.000 kilómetros y pasó por los llamados “siete minutos de terror”, el tiempo en el que frenó lo suficiente como para posarse en la superficie de Marte a la velocidad requerida.
El aterrizador pesa 360 kilos, por lo que usó el sistema de airbags que emplearon los robots Spirit y Opportunity, más ligeros. El aterrizaje, tal y como estaba previsto, se registró las 16:54 hora argentina, y la primera señal de radio llegó a la Tierra apenas ocho minutos después.
La agencia espacial celebró el éxito de esta primera etapa y destacó el complejo proceso de aterrizaje desarrollado con "medio millón de líneas de código de programación".
"Cualquier sistema que no funcionara o lo hiciera a destiempo podría haber echado a perder la misión”, indicó a El País Jorge Pla-García, astrofísico del Centro de Astrobiología (CAB) y operador de la estación meteorológica a bordo de la misión, fabricada en España.
InSight aterrizó en una zona conocida como Elysium. Ahora, esperará alrededor de 40 días para depositar un sismómetro cuyo péndulo es capaz de detectar movimientos de una cien mil millonésima parte de un metro.
El segundo instrumento, apodado como “topo”, consta de un percutor que penetrará hasta cinco metros en el suelo marciano dejando sensores de temperatura en su camino. Con estos instrumentos se podrá averiguar si Marte está completamente muerto desde el punto de vista geológico o aún conserva algo de vida geológica y térmica.
Esta misión además permitirá aclarar las dimensiones de la corteza, el manto y el núcleo del planeta, que es rocoso como la Tierra. Vale destacar que los especialistas consideran que es posible que las capas externas del núcleo hechas de hierro fundido se hayan solidificado, lo que a su vez habría debilitado el campo magnético del planeta y habría permitido que el viento solar “borre” buena parte de la atmósfera del planeta, lo que reduciría considerablemente las posibilidades de que pueda haber vida, al menos en la superficie.
“Sabemos que en el pasado hubo gran actividad volcánica durante largos periodos de tiempo, de hecho Marte tiene los volcanes más grandes del Sistema Solar, algunos más altos que el Everest”, indicó Alberto González-Fairén, investigador del CAB, y de la Universidad Cornell (EE UU). “Al ser más pequeño que la Tierra, lo que implica una relación entre la superficie y el volumen mucho mayor, Marte se enfrió mucho más rápido, y cualquier tipo de actividad geológica que hubiera podido tener cesó poco a poco. InSight nos dirá si aún queda algo de energía residual y cuándo dejó Marte de estar activo”, agregó.