La Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva impulsada por el gobierno de Alberto Fernández, aprobada en el Congreso, repercutirá en un segmento del mercado automotor que su predecesor, Mauricio Macri, se propuso incentivar: la venta de vehículos con motorizaciones más sustentables, como los coches híbridos y eléctricos.

La nueva norma eleva el impuesto interno de las unidades y ubica en la cornisa a los de las automotrices para vender estos modelos. Tras un año de varios lanzamientos, impulsados por el beneficio de la exención del tributo a los vehículos producidos fuera del Mercosur, el nuevo tributo pone en riesgo el futuro del segmento.

Las terminales que operan en el país postergaron durante bastante tiempo la decisión de introducir en el país sus vehículos eléctricos e híbridos: mientras la oferta y la demanda se multiplicaban en el mundo, el mercado local tomó vigor recién en 2019.

 

La exención del impuesto extrazona, que es del 35% y afecta prácticamente a todos los coches con nuevas propulsiones, fue la punta de lanza para que las marcas se arriesgaran a este nuevo segmento bajo una premisa: apostar más al posicionamiento e imagen de marca que a un negocio rentable.

Con precios que desde su origen son más caros debido a los nuevos sistemas de motorización que incorporan, varias compañías se arriesgaron igual a desembarcar en la categoría. Las expectativas estaban centradas en ofrecer modelos con valores cercanos a los convencionales, pero con beneficios adicionales: no sólo son más amigables con el medio ambiente sino que ofrecen un sustancial ahorro de combustible.

De este modo, el año que termina dejó varias novedades y son muchas las planificadas para 2020. Pero lejos estaba en la imaginación de las empresas la idea de pensar que los autos eléctricos e híbridos fueran alcanzados por el impuesto interno, que afecta a las unidades con precios de venta mayorista que superen:

- $1,3 millones ($1,83 millones al público): pagarán una alícuota del 20%, lo equivale a un aumento de 25% del importe final

- $2,4 millones ($3,37 millones): abonarán un 35% más, lo que lleva el precio de lista a una suba de 53%

Esto sucedió con los recientes lanzamientos de modelos como Toyota Corolla Hybrid, Hyundai Ioniq, Toyota CH-R y Ford Kuga, entre otros.

Algunos casos concretos son los siguientes:

- Toyota Corolla Hybrid: su valor es de $2.010.600, lo cual implica que a partir de enero subirá 25%

 

- Toyota Prius: $2.224.900. Otro de los modelos que se incrementará a raíz de la normativa

- Toyota CH-R: las cotizaciones fueron despublicadas de la web, pero hace pocas semanas, cuando se lanzó, salía u$s37.500 ($2,37 millones). Estará afectado por la primera alícuota

- Toyota RAV4: Igual que el CH-R, no tiene precio oficial. Cuando se lanzó en julio, iba desde los u$s41.100 ($2,6 millones) hasta los u$s56.200 ($3,54 millones). En este caso, el primer nivel estará alcanzado por la primera escala del impuesto; mientras que la más equipada tendrá que tributar el 53%.

- Mercedes Benz GLC350e: discontinuada por el restyling, desde ahora será GLC300e. El precio no ha sido determinado aún. Al salir al mercado, hace un año, era de u$s88.900 ($5,6 millones), por lo que quedará alcanzada por la alícuota más alta

- Nissan Leaf: u$s61.600 ($3,88 millones). Este modelo ya tributa el 10% del impuesto interno de la era Macri. Se ve alcanzado por la segunda escala

 

- Ford Mondeo: cuesta $2.315.000, por lo que aumentará  25%

 

- Ford Kuga: se lanzará en 2020, por lo cual no tiene precio aún. Competirá de forma directa con la RAV4, entonces podría acercarse a esos valores

- Lexus UX: desde u$s57.700 ($3,6 millones), pagará el impuesto en las dos versiones

- Lexus UX: se vende a u$s110.000 ($7 millones), por lo que subirá 53%

- Lexus IS 300h Luxury: u$s57.900 ($3,65 millones)

- Lexus LS: sus presentaciones 500h F-Sport y 500h Executive, ambas con motor V6 3.5 híbrido de 354 cv y caja automática de diez velocidades, arrancan en 162.200 dólares ($10,2 millones)

En lista de espera

Mientras los modelos que ya están en el país deberán adaptarse al nuevo contexto, las automotrices que tenían previsto inaugurar su apuesta en el segmento o ampliar su oferta están revisando los planes.

Entre ellas se encuentran DS, que debutará con el DS3 e-tense; Volkswagen, que hace tiempo promete la llegada de algún híbrido, como el caso del e-Golf; y Chevrolet, que ultimaba la llegada a la región del Bolt ev.

 

Renault, por su parte, planifica la llegada del Zoe, un modelo que tiene varios años de trayectoria en el segmento, mientras sigue vendiendo el Kangoo ZE, utilitario de carga con tecnología eléctrica. Tambien se sumará Hyundai, con el Kona híbrido, la versión del nuevo SUV intermedio que llegó en 2019 y ampliará su gama con una propuesta más ecológica.

 

Otro de los que sondeó el mercado en el año que está por terminar fue Kia, que se puso como meta traer a la Argentina el Soul eléctrico.

En cuanto a Toyota, que cuenta con la mayor oferta de híbridos, se propuso como parte de su plan global ofrecer cada uno de sus modelos con una versión que posea esta motorización.

Consumo

La ecuación consumo versus autonomía es, sin dudas, el criterio que inclina más la balanza a favor de los modelos híbridos, que funcionan a nafta y electricidad.Sólo cuando se supera cierta velocidad o se pisa el acelerador a fondo interviene en mayor porcentaje el motor naftero. Esto implica que si un conductor tiene un manejo sosegado por la ciudad, prácticamente el coche se puede movilizar a electricidad la mayoría del tiempo. En todos los casos, de acuerdo al consumo declarado por las marcas, se estima un ahorro cercano a la mitad.Mientras que con un motor naftero se utilizan de 9 a 10 litros en recorridos combinados (ruta y ciudad) cada 100km, con el híbrido el promedio es de apenas 5 litros.

De esta manera, un tanque de combustible dura el doble, especialmente cuando el uso es principalmente urbano. Así, a baja velocidad y con varias frenadas y aceleradas, se recupera carga en la batería y se acciona más el motor eléctrico por sobre el naftero.

Algunos casos concretos son los siguientes:

- Ford Mondeo: el naftero consume 10 litros cada 100km en uso combinado. Con el motor híbrido, que consume 5,85 litros

- El Corolla convencional declara un consumo de 7,5 litros cada 100 km. En cambio, la variante híbrida requiere 4 litrosOtro comparativo:- El Toyota Prius y el Hyundai Ioniq se ofrecen únicamente en versión híbrida y consumen 3,4 litros cada 100km

- El Chevrolet Cruze o el Volkswagen Vento muestran un consumo de entre 8 y 9 litros (similar a la mayoría de los sedanes)

Contra la corriente

Los modelos híbridos y eléctricos reciben, en la mayoría de los mercados donde se comercializan, algún beneficio impositivo o exclusión especial de pagos, como patentes, peajes, y estacionamientos.

A nivel local, el gobierno de Macri redujo el impuesto extrazona del 35% al 2 o 5%, según modelo. Esa medida se dictó teniendo en cuenta que la mayoría de los vehículos se fabrican fuera del Mercosur. La excepción fue Corolla, el primer híbrido fabricado en la región que se anunció hace algunas semanas.

Hasta ahora, el impuesto era de 10%, situación que afectó al Nissan Leaf y al Mercedes Benz GLC350e. A partir de enero, los precios de ambos aumentarán el 53%. La decisión va en contra de todos los mercados donde se promueve la venta de vehículos con nuevos propulsores más ecológicos.

Para las automotrices, la decisión llevará al abismo a muchas marcas, especialmente las importadoras, y será el fin de los planes de expansión que, al mismo momento de elevarse el gravamen, se firmaba con el gobierno de Alberto Fernández.

El plan 2030 presentado por la Asociación de Fábrica de Automotores (Adefa), la Asociación de Concesionarios (Acara), la Asociación de Fabricantes de Autopartes (Afac) y el Sindicato de Mecánicos y Afines (Smata) el mismo día que el Ministerio de Economía anunciaba diferentes medidas, entre ellas las impositivas para los autos, señala la innovación tecnológica como clave del futuro de la industria.

En el escrito proponen invertir en tecnología, apoyar la movilidad que viene y sumarse a la ola más ecológica en materia vehicular. Para ello los precios son clave en cualquier mercado, para garantizar el acceso a mayor cantidad de clientes.

En este contexto, la iniciativa plantea un nuevo paradigma para la industria automotriz, que está atravesando un momento disruptivo y se presta a encarar los siguientes desafíos:

- La movilidad en las grandes ciudades

- La necesidad de proteger el medio ambiente

Desde el punto de vista de los consumidores, anticipan nuevas demandas basadas en la conectividad, diferentes experiencias de uso (como el car sharing) y la venta de unidades en plataformas de ecommerce. Por otro lado, proponen la innovación tecnológica con diferentes aspectos: inteligencia artificial, big data, y mapeo 3D para integrar el auto al transporte público-privado inteligente.

Para que esto se logre, consideran que la información pasará a ser la mayor fuente de valor, por lo que deberán integrarse con otros actores al sistema, como empresas de software y comunicaciones.  El servicio será la clave del desarrollo de la industria.

Todas estas medidas están lejos de los precios de los 0Km. Además, suman otro reto en el cual quieren trabajar hasta 2030: que el auto del futuro sea conectado, eléctrico, que interactúe con el entorno y sea autónomo, una realidad muy lejana para el presente de la Argentina.

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