El dueño de Claro posee un modo de vida que dista de un acaudalado empresario. También es una figura reconocida y controvertida en su país natal: México
27.12.2019 • 06:15hs • UP Stories
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De tener una mercería a ser el más rico del mundo: cómo tejió su fortuna Carlos Slim, el "rey Midas" moderno
¿Héroe o villano? Algunos lo señalan como el único capaz de solucionar los problemas estructurales de su país, gracias a su gran capacidad e inmensa fortuna. Incluso, lo candidatearon como presidente, aunque ya avisó que no planea postularse para el cargo. En cambio, sus detractores aseguran que su holding monopoliza una de las industrias más importantes y pujantes de los últimos años, y que esta situación infla los precios de los servicios. Carlos Slim Helú recorrió un largo camino para convertirse en una de las figuras más reconocidas y controvertidas de la historia de México. Cercano al poder político y dueño de uno de los grupos económicos más influyentes y rentables a nivel mundial, cumplirá 80 años y apuntan que su retiro de la actividad podría estar cerca.
Si bien construyó su carrera empresarial a través del Grupo Carso, que lo lanzó a la fama a principios de los 90 cuando salió a la Bolsa, su riqueza proviene de América Móvil, principal player de la industria de las telecomunicaciones en América latina. No obstante, la telefonía es sólo uno de sus intereses ya que también desarrolla proyectos y actividades en la construcción, retail, consumo masivo, banca, minería y tabaco, entre otros.
Antes de convertirse en el hombre más rico del mundo, puesto que ocupó durante varios años, muchos señalan que su verdadero crecimiento se dio como 'buitre' durante la crisis financiera mexicana de 1982. En los años siguientes, Slim se hizo de más de una decena de compañías, entre quebradas y en crisis, que se vendieron por precios muy bajos ante la desesperación de capital.
Luego, llegó la mano del "rey Midas" moderno. Consiguió dar vuelta los números de estas firmas y lograr un rendimiento positivo. Sus inversiones no son estratégicas sino que guardan un interés de puro retorno. Comprar a precios bajos, reestructurar para que los balances vuelvan a estar pintados de azul y vender a una valuación superior a la adquirida.
Slim está alejado del día a día de sus empresas, actividad que delegó en sus seis hijos, pero continúa siendo una personalidad preponderante en México. Mueve influencias, se reúne con políticos nacionales y extranjeros y anuncia desembolsos multimillonarios. Pero su estilo de vida pareciera no ser el de un ostentoso millonario, al menos en algunos detalles, como el haber vivido durante 40 años en la misma casa en el barrio de su infancia o su predilección por manejar su auto para ir al trabajo en lugar de tener chofer. "Es la imagen que quiere dar", señalan los que lo conocen.
Cuentas claras
Su padre, Khalil Salim Haddad Aglamaz, llegó a México en 1902 proveniente del Líbano, de donde había escapado para evitar la conscripción del Imperio Otomano. Paso a paso inició su vida como empresario, primero con una mercería -que atendía con su hijo- y luego a través de la compraventa de propiedades. Fue justamente de su padre que Slim aprendió a comprar barato y vender caro. Salim Haddad se cambió el nombre a Julián Slim Haddad poco después de pisar suelo mexicano.