El Impuesto a las Ganancias, uno de los más sensibles para los asalariados y profesionales, vuelve a ocupar el centro de la escena económica. Luis Caputo confirmó que el Gobierno prepara un "fuerte aumento de las deducciones" y que la estructura de bandas se mantendrá, con el objetivo de dar previsibilidad al contribuyente.
El anuncio, que no profundizó en detalles concretos, apunta a aliviar el peso del tributo en un contexto en el que los salarios continúan rezagados.
"Vamos a aumentar fuertemente las deducciones en Ganancias, lo que le dará incentivo a la gente a pedir factura, que formaliza más la economía", señaló el ministro de Economía en una entrevista con LN+.
La frase resume una parte clave de la estrategia oficial: estimular la formalidad a través de beneficios impositivos y conectar la reforma tributaria con los cambios laborales que prepara su cartera.
Qué impacto tendría un aumento en las deducciones
"En los hechos, una suba de deducciones implica que una mayor parte del ingreso de los trabajadores quedará libre de impuestos", arranca su explicación a iProUP el contador Julio Olmos.
"Si realmente avanzan como creemos, el alivio se sentirá de manera directa en el salario de bolsillo, especialmente en los sectores medios formales, que fueron los más golpeados por la vuelta del tributo este año", agrega el profesional.
"Para los autónomos y profesionales independientes, el impacto podría ser incluso mayor si las deducciones se amplían en línea con la inflación proyectada", sostiene.
Caputo anticipó que no habrá una gran reforma "de una vez y para siempre", sino ajustes graduales. "En la medida en que el país crezca, vamos a poder avanzar con la reducción de impuestos", afirmó.
En su visión, la simplificación tributaria es el primer paso de un proceso más amplio: eliminar tributos menores que recaudan poco y concentran costos administrativos, al tiempo que se avanza con un esquema que premie la formalización.
El ministro también vinculó la reforma laboral con el alivio impositivo. "Desde Economía, le vamos a agregar a la reforma laboral algunos lineamientos que van a incentivar más la formalización, como bajar las cargas patronales y reemplazarlas por un fondo de cese", adelantó.
El objetivo es que las empresas tengan menores costos al contratar y que los trabajadores perciban una mejora en su ingreso disponible, sin que eso implique mayor presión fiscal.
Más allá de las promesas, el contexto fiscal sigue siendo ajustado. Por eso, Caputo insistió en que toda suba de recaudación se devolverá a la gente mediante la baja de impuestos, un mensaje que busca reforzar la narrativa de un Estado más eficiente y con menor carga tributaria.
Luis Caputo, ministro de Economía de la Nación
La idea es que el crecimiento económico, sumado a la formalización del empleo, permita sostener el equilibrio fiscal sin recurrir a nuevos aumentos.
Perspectivas de crecimiento para 2026
El ministro Caputo se mostró optimista con el rumbo del plan económico. Dijo que la Argentina podría crecer entre 5% y 6% en 2026 y que la inflación mensual podría ubicarse por debajo del 1% hacia mitad de año. "Vamos a ver una recuperación inmediata, que se va a reflejar en el tercer trimestre", sostuvo.
"Un alivio en Ganancias reforzaría el poder adquisitivo y la demanda interna, dos variables que el Gobierno necesita para consolidar la estabilidad", advierte el contador Julio Olmos.
"La efectividad del plan dependerá de que la recuperación llegue al bolsillo y no quede solo en los indicadores macroeconómicos", concluye.
El otro punto que Caputo defendió con énfasis fue el esquema de bandas cambiarias, al que definió como una herramienta de previsibilidad. "La gente no quiere levantarse mañana y ver que el dólar se fue a 1700 pesos. Por eso, damos estabilidad con este modelo", explicó.
Según el ministro, una flotación libre podría generar mayor volatilidad y afectar la demanda de pesos, todavía frágil tras años de crisis y desconfianza.
En paralelo, el equipo económico busca eliminar la volatilidad política y consolidar la confianza de inversores. "No podemos estar cada dos años pasando de capitalismo a comunismo. Esto no es normal", dijo Caputo, en referencia a la alternancia extrema de políticas que caracteriza al país. "La continuidad institucional es clave para sostener la demanda de dinero y reducir la inflación".
La hoja de ruta oficial combina entonces reducción gradual de impuestos, baja de tasas e incentivo al crecimiento, con el objetivo de mostrar que el ajuste ya tocó su punto máximo.
"Mientras sigamos en este rumbo, la inflación va a seguir bajando y eso va a hacer que las tasas sigan bajando. Hacia mitad de año vamos a estar en menos de 1% mensual", proyectó el ministro, confiado en que la mejora de expectativas ayudará a estabilizar precios y recuperar el crédito.