El uso de ChatGPT crece más que Wikipedia, pero plantea un debate: ¿es confiable un modelo que no revela cómo ni con qué fue entrenado?
29.05.2025 • 16:30hs • Inteligencia Artificial
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Wikipedia vs. ChatGPT: la batalla por la información en la era de la IA
La inteligencia artificial (IA) transforma de forma profunda la forma en que accedemos a la información en Internet. Un claro ejemplo de esta evolución es el crecimiento sostenido de ChatGPT, la herramienta desarrollada por OpenAI.
Esta herramienta desplazó a Wikipedia y se posicionó como una de las plataformas más consultadas para obtener información general durante 2024.
Mientras Wikipedia mantiene un volumen estable de visitas, ChatGPT registró un incremento significativo en su número de usuarios, y reflejó un cambio en la forma en la que se accede y se busca información en Internet.
Este fenómeno reactiva el debate sobre la fiabilidad de las fuentes en entornos digitales. Wikipedia fue históricamente valorada por su enfoque colaborativo y su sistema de verificación basado en la supervisión de más de 49 millones de editores humanos que actualizan y controlan los 64 millones de artículos.
En contraste, modelos como ChatGPT operan mediante algoritmos que generan texto predictivo, algo que implica que las respuestas no siempre se basan en datos contrastados ni verificables.
Uno de los principales cuestionamientos es la falta de claridad respecto a sus fuentes de entrenamiento. OpenAI no reveló las fuentes que utiliza para entrenar su modelo, lo que dificulta evaluar la precisión y confiabilidad de sus respuestas.
Rapidez vs. información supervisada
Aunque es posible que parte de su conocimiento provenga de fuentes públicas como Wikipedia, el proceso exacto sigue siendo en gran medida desconocido.
Uno de los atractivos de las herramientas basadas en IA es su capacidad de ofrecer respuestas inmediatas, pero esto puede llevar a perder la práctica de verificar la información.
Frente a este panorama, comienzan a ganar relevancia otras plataformas como Perplexity, que intentan ofrecer un mayor nivel de transparencia al incluir fuentes verificadas en sus respuestas.
Sin embargo, el desafío de garantizar un acceso confiable al conocimiento sigue abierto.
La IA redefine el ecosistema informativo global y plantea nuevas preguntas sobre cómo construir y preservar un entorno digital donde la calidad y la veracidad de la información sigan como prioridades.