El iPhone que Jobs tenía en sus manos apenas funcionaba. Su presentación fue cuidadosamente coreografiada para evitar fallos técnicos en medio del evento
16.04.2025 • 17:45hs • Revelación
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Dato revelador: Steve Jobs mostró un iPhone deficiente en su mítica presentación de 2007
Steve Jobs, el fundador y creador de Apple, subió al escenario del Macworld Expo en San Francisco el 9 de enero de 2007 para presentar el primer iPhone, un dispositivo que prometía revolucionar la industria de la telefonía móvil.
Con su característico estilo, Jobs describió el producto como "un teléfono móvil, un iPod con pantalla táctil y un dispositivo de comunicación por internet", todo en uno.
Sin embargo, lo que el público no sabía en ese momento era que el iPhone que Jobs tenía en sus manos apenas funcionaba y que la presentación fue cuidadosamente coreografiada para evitar fallos técnicos que pudieran arruinar el evento.
Steve Jobs mostró un iPhone deficiente en su mítica presentación de 2007
Según un reportaje de The New York Magazine, basado en entrevistas con antiguos empleados de Apple, el software del primer iPhone estaba plagado de errores.
Las canciones se reproducían a medias, los videos tendían a bloquearse y el sistema podía colapsar si las tareas no se ejecutaban en el orden preciso. La memoria del dispositivo era tan limitada que bastaban unas pocas operaciones simultáneas para provocar un reinicio inesperado.
En este panorama, los ingenieros de Apple diseñaron una estrategia conocida como "El Camino Dorado"; una secuencia exacta de acciones que Jobs debía seguir sin desviarse ni un milímetro para evitar que el teléfono dejara de responder en plena demostración.
Se reveló que la presentación del iPhone de Steve Jobs en 2007 fue realizada con uno deficiente
Para cubrirse las espaldas, el empresario tenía varias unidades idénticas en el escenario. Si una se bloqueaba, podía pasar a la siguiente sin que el público se diera cuenta.
Además, los ingenieros colocaron múltiples routers Wi-Fi en la sala para garantizar una conexión estable, ya que el dispositivo beta tenía problemas para mantener la conectividad.
La exigencia estética también jugó un papel clave: Jobs no quería que una cámara apuntara al dispositivo para mostrarlo en pantalla, sino que la proyección fuera directa y sin interferencias visuales.
A pesar de los riesgos, la presentación fue un éxito y el iPhone se convirtió en un fenómeno mundial.
Seis meses después, el 29 de junio de 2007, el dispositivo salió a la venta con un sistema operativo más estable y una interfaz que marcaría el futuro de la nueva telefonía móvil.
La keynote de Jobs se mantiene como una de las más icónicas de la historia de la tecnología y la telefonía.