Esta semana se conoció que la Ualá, una fintech que comenzó con una tarjeta recargable y fue sumando nuevas funcionalidades, cerró una ronda de financiación de u$s150 millones liderada por los gigantes SoftBank y Tencent.

Desde la banca tradicional también están apostando a este tipo de plásticos: la última en sumarse fue Santander, que anunció Nova, una tarjeta recargable internacional dirigida a los hijos de los clientes de la entidad.

En efecto, se trata de una Visa prepaga para adolescentes de 13 a 17 años, gratuita hasta que cumplan la mayoría de edad. Los padres le pueden recargar saldo a través de su home banking.

Además, posee beneficios destinados justamente a jóvenes: 30% de descuento en fast food e indumentaria, 2x1 en entradas de cine, 10% de ahorro en librerías.

Las tarjetas prepagas son un híbrido: si bien se "recargan" con efectivo y se parecen así a las de débito, los comercios las reconocen como crédito. De esta forma, se pueden usar para pagar servicios online, como compras en Mercado Libre o abonos a Netflix y Spotify.

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