Llegó diciembre y los trabajadores en relación de dependencia, jubilados y pensionados esperan el cobro del Sueldo Anual Complementario (SAC), más conocido como aguinaldo.
Este ingreso es fundamental para millones de argentinos, ya que representa una ayuda al bolsillo en el cierre del año y durante las fiestas.
Este complemento salarial, que depende de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), se abona en dos cuotas, una en junio y otra en diciembre.
Según la normativa vigente, el monto a pagar corresponde al 50% de la mayor remuneración mensual percibida durante el semestre previo.
El aguinaldo lo cobran todos los jubilados, pensionados y trabajadores en relación de dependencia, sin distinción entre:
Quedan excluidos quienes trabajan bajo el régimen de monotributo, los trabajadores autónomos e independientes y quienes se desempeñan en la economía informal.
El cálculo del aguinaldo es el mismo para empleados y jubilados. Para saber cuánto se cobra en diciembre 2025, primero hay que identificar el mejor salario mensual percibido entre julio y diciembre. En ese monto se incluyen:
Una vez identificado ese ingreso, el aguinaldo corresponde al 50% de ese valor.
Si la persona trabajó menos de seis meses, el aguinaldo se paga de manera proporcional: se divide el mejor sueldo mensual por 12 y el resultado se multiplica por los meses trabajados.
En diciembre de 2025, la ANSES aplicó un aumento del 2,34% en jubilaciones y pensiones. Con este ajuste, el haber mínimo quedó en $340.879,59 y el máximo en $2.293.796,92.
Los jubilados que cobran la mínima reciben un bono extraordinario de $70.000. De esta manera, su ingreso en diciembre se compone de:
En cuanto a las fechas de cobro, el aguinaldo debe pagarse antes del 18 de diciembre, aunque la ley permite hasta cuatro días hábiles adicionales. El pago debe figurar en el recibo de sueldo. Si no se acredita en tiempo y forma, el trabajador puede denunciar la situación ante el Estado.
"El aguinaldo puede ser un gran aliado si se gestiona con intención. Las decisiones más efectivas empiezan por lo básico: separar objetivos y ordenar los gastos. No existe un objetivo ‘correcto’, sino objetivos conscientes. Tener claro el destino de ese dinero ayuda a reducir el impacto de los gastos de temporada y a anticipar necesidades de los meses siguientes", explica Vanesa Di Trolio, Business Manager de Reba.
Desde la entidad explica que una forma práctica de aprovechar el aguinaldo es dividirlo según las prioridades personales:
Otra regla práctica para ordenar prioridades consiste en dividir el aguinaldo en tres partes —30% para metas del 2026, 40% para gastos inevitables del verano y 30% para consumos recreativos— con el fin de equilibrar necesidades inmediatas y objetivos de mediano plazo.
"La clave es elegir instrumentos alineados con cada objetivo. No hace falta un monto grande para empezar: separar una parte del aguinaldo, aunque sea chica, puede marcar la diferencia en 2026", concluye Di Trolio.