Durante décadas, el movimiento internacional de dinero entre empresas, se apoyó mayoritariamente en el sistema tradicional de corresponsalía bancaria. En ese modelo, una transferencia desde un banco emisor hasta un banco receptor puede atravesar múltiples intermediarios, sumarse a comisiones adicionales, experimentar demoras de 24 a 72 horas o incluso más, y ofrecer escasa visibilidad al emisor y al beneficiario del estado real de la operación.

El modelo ha demostrado ser confiable, su red internacional es robusta, pero también presenta limitaciones cada vez más evidentes: la velocidad ya no es competitiva, los costos se elevan, la trazabilidad es deficiente y el beneficio de liquidez queda "diluido" por el tiempo que tarda el dinero en estar disponible en la cuenta destino.

¿Qué falla hoy con los pagos internacionales tradicionales?

En primer lugar, la velocidad. Una transferencia B2B internacional, mediante el modelo tradicional, puede pasar por varios bancos corresponsales antes de llegar al destino. Cada paso suma tiempo de procesamiento, liquidación y reconciliación interna. En un entorno donde las empresas requieren agilidad para operar globalmente, esto genera una fricción operativa significativa.

Problemas de los pagos internacionales

En segundo lugar, la visibilidad y trazabilidad. Muchas veces el emisor no puede saber con certeza en qué punto está la transferencia, a qué banco llegó, cuándo se hará efectiva o si hubo retenciones en los intermediarios. Esta opacidad afecta la planificación de flujo de caja, cumplimiento y previsibilidad. 

En tercer lugar, costos y riesgos de cambio. Las comisiones de intermediarios, los diferenciales de tipo de cambio y los ajustes por liquidación pueden reducir el monto que finalmente recibe el beneficiario. A su vez, dadas las regulaciones de cumplimiento (AML/PLD), los bancos realizan revisiones que pueden demorar aún más el proceso o incluso bloquear transacciones.

Y finalmente, la escala y fragmentación de ecosistemas. Cada banco debe establecer redes de corresponsalía, negociar entidades en cada territorio, soportar múltiples monedas, adaptarse a distintos marcos regulatorios —lo que incrementa la complejidad del servicio internacional tradicional.

La propuesta de Visa Direct para pagos internacionales

La apuesta de Visa Direct para procesar pagos comerciales de alto valor: velocidad, transparencia y escala

Frente a ese panorama, Visa Direct ha desarrollado una solución, que propone precisamente superar esas barreras. Bajo esta plataforma, los bancos participantes se conectan directamente a una red global multilateral gestionada por Visa, reduciendo el número de intermediarios, mejorando la rapidez de las transferencias, y elevando los niveles de visibilidad y control tanto para los emisores como para los receptores.

Entre las ventajas del nuevo modelo se destacan:

En suma, el modelo de Visa Direct para procesar pagos comerciales de alto valor transforma la forma en que se gestionan los pagos internacionales: de un sistema lento, fragmentado y opaco, a un esquema más ágil, visible y eficiente. 

Cómo Team Quality permite a las empresas de la región conectarse a la red Visa Direct

¿Por qué este cambio importa en el mercado latinoamericano?

Para las empresas de la región, y para los bancos que las acompañan, este nuevo paradigma abre la puerta a una verdadera internacionalización de los pagos: exportadores, importadores y corporaciones multinacionales ya no están confinados a procesos secundarios o al "ritmo bancario" tradicional.

Pueden operar con la inmediatez que exige el comercio digital, con visibilidad para sus equipos de finanzas, y con socios bancarios que responden a estándares globales.

Además, para los bancos latinoamericanos involucrados, adoptar esta red significa posicionarse como protagonistas en la economía de flujo global, más allá de la mera ejecución de transferencias. Significa ofrecer a sus clientes corporativos una propuesta de valor más competitiva frente a otras instituciones en el ecosistema global.

Historia de Team Quality

El rol estratégico de Team Quality como enabler tecnológico de Visa Direct

Es en este contexto que Team Quality asume un papel decisivo. A través de su acuerdo con Visa, la empresa se posiciona como enabler tecnológico estratégico para la adopción de Visa Direct: tanto en su primera fase (pagos B2B de alto valor entre empresas) como en una segunda etapa donde se ampliará hacia los segmentos B2C y C2C, dentro del vasto ecosistema de pagos internacionales de Visa.

Team Quality aporta experiencia comprobada en integraciones de plataformas de pagos, adaptabilidad en entornos regulatorios complejos y capacidades tecnológicas de punta: conectividad, infraestructura SaaS, API ready, monitoreo operativo y flujos de operación integrados. Así, las instituciones financieras que decidan subirse a la red de Visa pueden hacerlo con agilidad, minimizando tiempo de implementación y riesgos operativos.

Su propuesta de valor abarca:

Hacia un nuevo estándar global de pagos internacionales

La llegada de Visa Direct y su solución de pagos comerciales de alto valor, combinado con la infraestructura complementaria Team Quality marcan el inicio de una nueva era en la forma en que las empresas, liberan capital más rápido, mejoran la previsibilidad financiera y reducen fricciones operativas.

Para los bancos, significa competir en la liga de los servicios globales, no solo como intermediario local. Y para el ecosistema de pagos en Latinoamérica, significa dar un salto de calidad hacia estándares internacionales de primer nivel.

En ese viaje de transformación, Team Quality se erige como un aliado clave: el puente que conecta las instituciones financieras de la región con una red global liderada por Visa, permitiendo que el paso de lo tradicional a lo innovador no sea una transición problemática, sino una ventaja competitiva.

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