Fiserv, una de las principales firmas globales de servicios financieros y procesamiento de pagos, sufrió una fuerte caída en los mercados tras presentar resultados que decepcionaron a los inversores.
En 24 horas, la acción de la compañía se desplomó más del 43% en Wall Street, lo que implicó una pérdida de valor bursátil superior a los u$s29.000 millones. La magnitud del derrumbe sorprendió al mercado, ya que Fiserv era considerada hasta ahora una empresa de perfil conservador y sólida presencia internacional.
Sin embargo, en su última presentación ante inversores, la firma redujo drásticamente sus proyecciones de crecimiento para 2025.
Puntualmente, sus proyecciones bajaron del 10% a un rango de entre 3,5% y 4%. Según la firma, esta caída se debe a un deterioro del contexto económico argentino.
Durante una conferencia con analistas, Mike Lyons, CEO de la firma, reconoció que los resultados no cumplieron con las expectativas del mercado e indicó que la desaceleración del negocio en Argentina fue determinante.
"Nuestro desempeño actual no está donde queremos que esté ni donde nuestros accionistas esperan que esté", mencionó el empresario.
Según el ejecutivo, el país había sido uno de los motores del crecimiento orgánico de Fiserv en los últimos años. Por ejemplo, en 2023, aportó 10% al incremento global de ingresos.
El informe de resultados de Fiserv indicó que la depreciación del peso argentino impactó de lleno en los márgenes de rentabilidad, luego del levantamiento del cepo cambiario en abril.
La compañía había aprovechado las distorsiones del sistema financiero local, con ingresos extraordinarios vinculados a adelantos y operaciones en un entorno de inflación alta.
Lyons precisó que el negocio argentino continúa en crecimiento a una tasa del 56% anual, aunque ese aporte ahora representa sólo el 2% del crecimiento global.
Sin embargo, advirtió que la normalización macroeconómica del país redujo esos rendimientos y que el resto de las operaciones internacionales no logró compensar esa baja.