La batalla por dominar el mercado de criptomonedas está en su momento más álgido. Luego de que EE.UU. avanzara hacia la legitimación de los dólares digitales privados y la prohibición de crear uno estatal, llegó el momento para que Europa mueva sus fichas.

Mientras, el Banco Central Europeo lanzó su cronograma para que su moneda digital de banco central (CBDC) vea la luz en 2029, un grupo de entidades entendió que no había tanto tiempo para ceder y se "cortaron solas". Y en Sudamérica también hay avances.

¿Viene el Euro Digital?

En las últimas horas, nueve bancos europeos hicieron la "gran MODO": se unieron en pos de limitar el avance de un rival, en este caso, el dólar y sus variantes cripto. Con sede en Países Bajos, formaron un consorcio compuesto por:

Buscarán crear una stablecoin privada atada al euro, amparándose en la regulación cripto MiCa del bloque continental, que funcionará en la blockchain.

El objetivo es lograr una herramienta que fusione las finanzas tradicionales (TradFi) y descentralizadas (DeFi), agilizando pagos domésticos e internacionales, tokenización de activos bursátiles, tesorería corporativa y "programabilidad" del dinero.

Juan Pablo Carrano, Head of Product en CiNKO, afirma a iProUP: "El mayor aporte de la programabilidad es que los bancos reduzcan el impago de créditos y los Estados se aseguren la cancelación de impuestos".

Asegura que "el euro digital puede programarse para generar un desgaste artificial, empujando así a que la gente lo consuma antes del vencimiento, algo que se probó en los 2000 con sellos que se le ponían al papel moneda".

Francisco Chaves del Valle, consultor y docente del ITBA, resalta a iProUP: "Esta programabilidad permite a los bancos ofrecer servicios financieros como la automatización de la tesorería y gestión de flujo de caja, pagos integrados y gestión de riesgos y cumplimiento".

Si bien esto puede hacerse hoy con sistemas ad-hoc, una blockchain común permitiría estandarizarlo, ofrecer mayor trazabilidad y asegurar la transparencia. En su visión, "también avanzarán las finanzas embebidas, financiación de la cadena de suministro, análisis predictivo y personalizado, y gestión de activos digitales".

El analista experto en cripto Iván Bolé indica que, a diferencia de EE.UU., Europa siempre busca un "sistema participativo y democrático, cuando el mundo se mueve a una velocidad superior. No hay CBDC que resista así: es evolucionar o morir".

Interpreta, que el apuro de los nueve bancos está relacionado con "buscar un lugar, un uso. Hay posibilidades de que tengan 'algún rol', pero no tienen con qué empezar para competir a USDT, USDC y menos al titán que promete ser USAT".

USAT es la gran apuesta de Tether: un dólar cripto "hermano" del USDT, pero que cumple con la regulación y objetivos de EE.UU., respaldado por bonos del Tesoro.

"Lo que hicieron en EE.UU. es un formidable: una nueva forma de emitir y distribuir deuda", remarca Bolé. La medida tiene un timing perfecto: China se está desprendiendo de t-bills y bajó al tercer lugar con u$s765.400 millones, detrás de Japón (u$s1,13 billones) y Reino Unido (u$s779.000 M)

Lo que viene

Carrano remarca: "La principal ventaja es la inmediatez y reducción de costos, porque en Europa no es común que las transferencias sean en tiempo real y a costo cero. Suelen tardar uno a tres días hábiles, con comisiones que oscilan entre 2 y 5 euros".

Bolé coincide y añade que el sistema buscará ser "un sistema compensador bancario, al estilo de un COELSA", compañía que se encarga del settlement en el país: coordina las transferencias y posiciones acreedora y deudora de cada banco o fintech.

Bolé remarca que "Argentina está totalmente a la vanguardia de pagos interbancarios y depósitos: hay seguridad, velocidad y certeza. El próximo paso sería meter eso en una blockchain".

"Si bien soy impulsor de lo descentralizado, puede coexistir el peso tradicional con el digital. El emisor puede ser el Estado, con una blockchain robusta, incluso estatal y que tenga una emisión de pesos prefijada", señala Bolé.

Pero el experto advierte que "hay que asegurar el anonimato como con el efectivo, ya que la trazabilidad es lo que más preocupación genera. Diseñar una forma de que haya visibilidad de saldos pero sin visibilidad de identidad".

En la presidencia de Alberto Fernández se instruyó a la Casa de la Moneda para trabajar en un peso digital, pero Javier Milei desactivó la iniciativa. No obstante, la idea llegó a las manos de Santiago Bausili, presidente del BCRA, quien reconoció haber recibido un proyecto de crear una stablecoin por parte de una firma grande del sector, según indicó en el programa de streaming Tres Anclas.

Los rumores indicaban que esa compañía era Ripio, que ya lanzó un dólar digital UXD en Lachain, una suerte de red Ethereum latinoamericana. Allí también desplegó el Melidólar que Mercado Libre utiliza en Brasil como cashback y planea traer a la Argentina cuando el Central levante la veda cripto sobre bancos y billeteras.

Carrano alerta que "el peso se deprecia muy rápido y la interoperabilidad de Argentina es muy buena, con lo cual no tendría ventajas significativas. No sirve como colateral, ni para transaccionar con el mundo". El camino posible es "hacer una stablecoin con respaldo en bonos", algo similar a lo que hizo Ripio al tokenizar el AL30.

Pero el mapa de la batalla por las monedas fiat digitales incluye más países. Brasil impulsa el DREX (Digital Real) dentro de su plataforma de pagos PIX, mientras que los BRICS trabajan en una divisa virtual común para usar en lugar del dólar en el comercio internacional ente los países miembro del bloque emergente.

"El que esta avanzando con prisa es China, reemplazando el aval del yuan hacia el oro. Ahora incrementó sus compras para respaldar esta nueva moneda, pero tenés que confiar que te dejará redimirla por el oro físico, algo difícil de creer por las características de su gobierno", señala Carrano. Ese metal también será el respaldo detrás de BRICS Pay.

Para Chaves del Valle, "la moneda digital es parte de la competencia de estrategia geopolítica, con varios países y grupos que buscan aumentar su influencia en la economía global y promover la cooperación económica".

"Putin y Lula defendieron explícitamente la desdolarización, mientras que Xi Jinping decía que tenían que 'aprovechar plenamente el papel del Nuevo Banco de Desarrollo e impulsar la reforma de los sistemas financiero y monetario internacionales para aumentar la representación y de los países en desarrollo", concluye Chaves del Valle.

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