Eran un tema en boca de todos los candidatos y hoy, con la elección resuelta en favor de Javier Milei, su vigencia es todavía mayor: las Letras de liquidez del Banco Central (Leliq) se asemejan a las bombas que Ethan Hunt, el personaje interpretado por Tom Cruise en Misión Imposible, tenía que desactivar sobre la hora de su explosión.

Bomba de Leliq: qué es

Con la economía asfixiada por una inflación interanual del 143%, quedarse con los pesos en la mano no es negocio en Argentina. Una alternativa para evitar que los argentinos recurran al dólar blue es el plazo fijo.

La diferencia entre lo que un ahorrista pone y el banco le paga son las Leliq. Ese interés que paga el banco lo obtiene de la compra de este instrumento herramienta al Banco Central (BCRA).

Actualmente, la tasa de interés efectiva es del 254% anual. Es decir, si un ahorrista invierte $1.000, retira el triple al cabo de 12 meses. A su vez, la autoridad monetaria imprime pesos para cumplir con ese compromiso. El ciclo se repite una y otra vez.

Según fuentes del Banco Central, los niveles de emisión monetaria alcanzan, al cierre de 2023, valores similares a la pandemia: 2 billones de pesos mensuales o el equivalente a 7,8% del PBI.

Al comparar el dinero circulante en la economía de Argentina (7,5 billones de pesos con la cantidad de Leliq (21 billones de pesos) se termina de entender la figura de una bomba. Hay tres veces más plata en plazos fijos que en la propia base monetaria.

Javier Milei confirmó su intención de cerrar el Banco Central

A todas luces, Argentina está frente a una situación crítica que se debe desactivar cuanto antes. Cómo hacerlo de la forma menos dolorosa es el gran desafío de la gestión que asumirá el 10 de diciembre. Una posibilidad es resolverlo con una fuerte baja de la tasa de interés. Otro camino, tomar deuda y rescatar esa "bola de plata".

El economista Fabio Ventre indica a iProUP que bajar la tasa de interés puede provocar una salida masiva de fondos de los bancos. Con lo cual, a su juicio, el camino es pedir plata: "Tomar deuda, a la larga, no es una mala opción. Es necesario remarcar que el Banco Central no es independiente. El verdadero problema es el asistencialismo del Tesoro y el gobierno nacional".

En este sentido, anticipa: "Ahora hay que salir y eso no es fácil, hay que buscar el camino menos tortuoso. La deuda no es lo ideal, pero es lo más razonable hoy".

Bomba de Leliq: cómo se la puede desactivar Milei

iProUP consultó a una serie de especialistas sobre las opciones que tiene el futuro gobierno para atacar el problema. Gisela Veritier, Directora de la escuela de negocios de la Universidad Católica de Córdoba, reflexiona acerca de lo que considera el mal menor a la hora de resolver el problema. Y propone dos alternativas:

"A mi criterio, lo menos nocivo en el corto plazo es el canje de deuda. Lo malo es que endeudaría aún más el Estado Nacional", completa.

Por su parte, la economista Virginia Giordano resalta a iProUP que "la clave es ir generando mucha confianza de que se tiene controlado el déficit fiscal. Bajo estas condiciones los bancos van redireccionando la plata que le prestan al Central a préstamos a las empresas".

El primer gran desafío para ordenar la macro será desarmar la bomba de Leliq

"Otra salida es un Plan Bonex, como el de finales del 89. Pero puede causar altísimos costos económicos y sociales. Además, no resuelve los problemas de fondo", completa. En esa misma línea, José Simonella resalta que "si el Gobierno logra generar credibilidad, con un plan que reduzca el déficit fiscal, probablemente haya espacio y margen para ir cambiando Leliq por títulos públicos".

Bomba de Leliq: ¿explotará el Banco Central?

El economista Juan Pablo Carranza remarca a iProUP la importancia de resolver la cuestión de fondo o el problema puede ser más grave: "No sabemos qué camino van a elegir porque ponen y sacan ministros a cada rato. Antes se iba a dolarizar, ahora no. Si vas por el shock, a la misma velocidad hay que solucionar el agujero fiscal o terminás en una hiperinflación".

De todas formas, el presidente electo ratificó su promesa de cerrar el Banco Central, en medio de la danza de nombres que se mencionan para el manejo de la economía argentina.

Luis Caputo y Demian Reidel, exfuncionarios macristas, pican en punta entre las preferencias. El primero se ocuparía del Ministerio de Economía y el segundo de la autoridad monetaria. Caputo, en tanto, se reunió el viernes con un grupo de banqueros para llevar tranquilidad en cuanto a las Leliq y les prometió que "no habrá sorpresas". Mientras tanto, el tiempo corre.

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