En un 2023 electoral, caracterizado por las significativas pérdidas en reservas del Banco Central (BCRA) y un dólar que sobrevuela los $700 por unidad, el Gobierno busca estabilizar la economía lo más posible hasta fin de año.
El principal objetivo de la administración de Alberto Fernández es llegar al fin de su mandato sin que la crisis actual se convierta en un estallido y una parte fundamental es evitar que los dólares libres (como el MEP o el Contado Con Liquidación) se descontrolen.
Así, con el objetivo de hacerle frente a la devaluación, el Gobierno intervinó en reiteradas ocasiones el precio del dólar en sus distintas variantes, algo que afecta a las empresas argentinas que importan sus productos o servicios del exterior o cuentan con gran variedad de insumos dolarizados.
En este contexto, uno de los sectores empresariales que más se vió perjudicado en el último tiempo por esta situación es la industria del software, donde las firmas locales se ven obligadas a buscar soluciones alternativas para mantener sus sistemas actualizados y operativos.
Según los especialista del sector, el control cambiario dificulta la adquisición de licencias en moneda extranjera, algo que genera un aumento en los costos finales del servicio, que se suman al incremento de precios por inflación.
Las implicaciones económicas de estas limitaciones impactan negativamente en los márgenes de beneficio y la competitividad de las firmas que emplean sistemas de software en el mercado local, con las del extranjero.
Ante esta problemática, surge la pregunta: ¿qué alternativas tienen las empresas argentinas para mantener sus sistemas actualizados en pesos?
"Creemos que la respuesta se encuentra en la implementación de soluciones de transformación digital en moneda local. Estas soluciones ofrecen una opción rentable para reducir los costos de licencia y mantenimiento de software, abarcando necesidades empresariales diversas como CRM, comercio electrónico, contabilidad e inventario", precisó Patricio Pescio, CEO de Quilsoft, empresa especializada en transformación digital.
Otras alternativas propuestas desde las distintas entidades que conforman el rubro se encuentran limitadas por trabas burocráticas y legales. Aunque el uso de tarjetas de crédito extranjeras se plantea como posibilidad, esto solo alcanza para montos pequeños, lo que complica a las compañías con pagos significativos en una posición complicada.
Adicionalmente, comprar Contado Con Liquidación (CCL) es una opción, pero implica restricciones temporales desde 90 hasta 180 días en el acceso al mercado de cambios.
"Las empresas que no pueden acceder a software de vanguardia pueden experimentar una menor eficiencia operativa en comparación con sus competidores internacionales que utilizan herramientas tecnológicas más avanzadas. Esto puede resultar en costos más altos y tiempos de producción más largos", sostuvo Pescio.
"De igual manera, sucede con la capacidad de innovar y adaptarse rápidamente a las cambiantes demandas del mercado. Las restricciones actuales para acceder a estos servicios limitan la capacidad de mantenerse al día con las tendencias globales" añadió el ejecutivo de Quilsoft.
De hecho, empresas líderes en el sector, como Microsoft, limitaron aún más las licencias debido a la falta de perspectivas de mejora en la situación económica argentina, situación que agrega una presión adicional sobre las firmas locales que dependen de tecnología extranjera.
Recientemente, algunos partners de la multinacional de IT recibieron mensajes de revocación sobre el programa de Microsoft CSP, ya que dificulta la actualización de equipos que utilizan el programa Office 365.