La jornada arrancó bien caliente en la city porteña. Luego del triunfo de Javier Milei, candidato presidencial por la La Libertad Avanza en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), el Banco Central (BCRA) dispuso un cambio en su política de administración del tipo de cambio, al dejar de lado los ajustes diarios o "crawling peg" para aplicar una sola devaluación de 21,6% y establecerlo en $350 por dólar.
Desde el BCRA justificaron la medida al remarcar que en las últimas semanas, hubo un crecimiento de los márgenes de ganancia de los formadores de precios que crearon una suerte de "colchón" preventivo antes de la realización de las PASO y que, en consecuencia, están en condiciones de absorber esta nueva cotización sin que haya un traslado a precios.
El tipo de cambio oficial se utiliza para las operaciones de comercio exterior, es decir, para pagar importaciones y liquidar importaciones.
De esta forma, el dólar oficial (o minorista) finalizó la rueda cotizado a $366,17 en promedio, con una suba de $366,17 respecto al cierre del viernes pasado, en línea con la devaluación dispuesta por la autoridad monetaria.
El dólar blue, por su parte, no escapó del arranque furioso de la semana y escala $80, consigue un nuevo récord histórico y se consigue a $685 en las cuevas del microcentro porteño
"Acá lo que asusta no es (Javier) Milei, acá lo que asusta es la incertidumbre de lo que va a ser el oficialismo de cara a las elecciones", explica a iProUP Marcelo Trovato, manager de Pronóstico Bursátil.
"Aún no se sabe si va a haber acuerdo o no con el Fondo Monetario Internacional; si va a haber ‘Plan Platita’, si va a haber ‘megaemisión’, si va a ser el ajuste fiscal que tiene que hacer", añade.
Según Trovato, "la dolarización va a continuar". "Si lo ajustamos por inflación, acá el tipo de cambio tendría que estar entre $760 y $770", precisó. Para el especialista, "así como va el camino, podríamos llegar con un dólar de $850, $900 para las elecciones de octubre".
Jorge Compagnucci, director de TMG, también brinda su opinión respecto al futuro del billete: "Terminó por arriba de los $650 como advertí semanas atras. Ahora espero un megaderrumbe deuda, con un riesgo país entre los 1990 rumbo a 5700 puntos".
"Si todo se da así, el target octubre-marzo para el billete podría alcanzar los $905", completa.
El Banco Central compró u$s220 millones en el mercado único y libre de cambios (MULC), en una jornada en la que el dólar agro aportó liquidaciones por US$309 millones.
El saldo del día de la autoridad monetaria se dio en el marco de las medidas implementadas por el Ministerio de Economía para fortalecer las reservas, que incrementaron de $300 a $340 el tipo de cambio diferencial para las exportaciones de economías regionales hasta el 31 de agosto.
"El dólar agro aportó u$s309 millones", precisó Gustavo Quintana, analista de PR Corredores de Cambio.
A raíz de estos cambios en materia cambiaria, fuentes de mercado estimaron que en los próximos días se podrían llegar a dar alguna modificación en el programa de incremento exportador del dólar agro, dado que el incentivo fiscal para exportadores llevaba el tipo de cambio mayorista a $340, y ahora el mayorista quedó fijado aproximadamente en $350.
Por otro lado, el dólar contado con liquidación (CCL) avanza 8,5%, a $652,80; mientras que el dólar MEP sube 16,8%, a $630,66, en el tramo final de la rueda.
En el mercado mayorista, la moneda estadounidense finalizó con un aumento de $62 respecto al cierre previo, en $349,95.
En tanto, el Dólar Solidario y Dólar Tarjeta -que cuentan con una alícuota 30% de impuesto PAÍS y de 45% de percepción de ganancias- se ubicaron en $640,80, mientras que el dólar para compras superiores a u$s300 -que posee un impuesto adicional de 25%-, cotizó a $732,34.
El volumen operado en el segmento de contado fue de u$s535 millones; en el sector de futuros del Mercado Abierto Electrónico (MAE) se registraron operaciones por u$s140 millones; mientras que en el mercado de futuros Rofex se movieron u$s1.298 millones.
El ajuste del 21,6% realizado por el BCRA representa un cambio en la política de administración del tipo de cambio, que venía realizando pequeñas devaluaciones periódicas, lo que en la jerga financiera se denomina "crawling peg".
La medida no implica ningún cambio en materia tributaria, ya que continúan sin variantes el impuesto a las importaciones y los que gravan al dólar ahorro y al dólar tarjeta, sin que estén previstas modificaciones al respecto para los próximos días.
En forma simultánea, se dispuso un aumento de la Tasa de Política Monetaria de 21 puntos porcentuales, que se aplicará a las operaciones con Letras de Liquidez (Leliq) y para los plazos fijos en las entidades financieras.
Fuentes oficiales explicaron que con la suba de la tasa se pretende moderar el trasvasamiento a precios y garantizar la estabilidad financiera y, en la medida que se mantenga en niveles positivos (superior a la inflación), es un estímulo a las colocaciones en pesos.
"Siguen confirmados los desembolsos previstos para esta segunda mitad del mes, incluso se habla de que va a ser mayor al previsto", añadieron.
El aumento del dólar blue (o informal) es negativo para la economía de los argentinos porque genera inflación, inseguridad económica y fuga de capitales.
En primer lugar, genera inflación. Cuando el dólar blue aumenta, los precios de los bienes y servicios en pesos también aumentan. Esto se debe a que los comerciantes y empresarios suben los precios para compensar la pérdida de valor de su dinero.
La inflación reduce el poder adquisitivo de los argentinos, lo que significa que pueden comprar menos con la misma cantidad de dinero.
En segundo lugar, el aumento del dólar blue genera inseguridad económica. Cuando los argentinos no saben cuánto vale el dólar blue al día siguiente, es más difícil planificar sus gastos y ahorrar dinero.
Esto factores pueden conducir a una disminución de la inversión y el crecimiento económico.
En tercer lugar, el aumento del dólar blue puede provocar fuga de capitales. Si los argentinos creen que el peso argentino pierde valor, pueden vender sus pesos y comprar dólares.
Esto puede provocar una disminución de las reservas internacionales del país, factor que puede dificultar el financiamiento del gasto público.