El índice Merval, que mide el rendimiento de las acciones argentinas, finalizó en 409.416 puntos al cierre de los mercados del viernes 16 de junio, lo que representa un incremento del 19,7% en el mes y del 102,6% en lo que va del año.
En medio de la turbulencia económica que atraviesa el país, con limitaciones en las importaciones, una inflación interanual del 120% y la falta de un plan económico sólido para estabilizar la situación, fuimos testigos de un notable rally alcista que duró un año y que generó un crecimiento de casi el 400% en el valor de las acciones locales.
Este rendimiento superó incluso a la inflación y al tipo de cambio del dólar libre, que se mantuvo en línea con los niveles de mostrados por la subida de precios.
El conocido rally previo a las elecciones se manifestó exclusivamente en las acciones, incluyendo activos que cotizan tanto en el mercado local como en Estados Unidos, conocidos como ADR.
Acciones como YPF vislumbraron un aumento de su valor en la bolsa estadounidense, multiplicándose por cinco, mientras que el Grupo Financiero Galicia casi triplicó su valor y el Banco Supervielle también registró ganancias significativas, entre otros ejemplos.
Esta recuperación de los activos locales ocurre en contraposición a la situación económica real, y se basa más en las expectativas de una mejora futura que en la realidad presente, según indicó iProfessional.
Cada día, aquellos que operan en el mercado se enfrentan a preguntas constantes, ya que la tendencia alcista continúa sin ofrecer oportunidades claras para volver a ingresar.
Incluso, en caso de haber invertido a principio de año, un usuario habría duplicado su capital en moneda local o experimentado un aumento del 33% en dólares en tan solo seis meses.
El contexto internacional también favoreció al Merval: con una disminución de la inflación a nivel mundial y sin que el aumento de las tasas de interés haya provocado, hasta el momento, la temida recesión.
Como resultado de esta situación, los mercados bursátiles globales mostraron señales de recuperación a lo largo del primer semestre de 2023.
En este sentido, las acciones de empresas nacionales, que sufrieron un mayor impacto desde el año 2018, experimentaron una reacción mucho más pronunciada en comparación con otros activos globales.
Según mencionó el especialista Christian Buteler, los riesgos para invertir en esta alternativa se intensificarán a partir de los próximos meses.
Estos riesgos incluyen la dolarización previa a las elecciones, la incertidumbre en torno a los planes económicos de los candidatos y el impacto de la sequía en la actividad económica, que comienza a hacerse sentir.