Verónica Pinazo, CEO de Gire, la empresa que tiene como su marca más conocida a RapiPago, es Psicóloga de formación pero nunca ejerció.

En diálogo con iProUP en sus oficinas del barrio de Boedo, la ejecutiva explicó su visión sobre cuáles son los actuales retos que posee la industria y cómo superar los desafíos de captación de talento. 

"Cuando conocí el mundo de las empresas me di cuenta que me gusta trabajar con otros, resolver problemas, el laburo en equipo. Me sigue encantando la psicología pero no me veía en la clínica", comenta.

Su trayectoria parece un camino trazado con precisión. Sin embargo, es una construcción que la llevó al lugar exacto en dónde quería estar.

"Nunca quise ser un CEO de esos que se la pasan en eventos o siendo la cara visible. No es mi estilo", aclara.

Entre sus puestos más relevantes figuran los de:

Actualmente, Pinazo está a cargo de una empresa tiene una facturación de $20.000 millones de facturación anual.

Verónica Pinazo, CEO de Gire, desestima que "sea el final de lo pagos en efectivo", más allá del crecimiento de los pagos digitales

iProUP: ¿cómo percibe el cambio de la digitalización? 

Verónica Pinazo: En los últimos años hubo un cambio de conducta, como en otros rubros, la tecnología facilitó la forma de hacer las cosas distintas, pero yo no creo que sea el fin de los pagos en efectivo.

Esto pasó antes en el Retail, Europa, los Estados Unidos ya estaban muy avanzados en el mercado, pero nunca las compras superaron el 40% de las compras totales.

Las personas adoptan nuevos modos pero todavía la gente prefiere la experiencia de compra personal. Hay cosas que tienen que ver con el ámbito cotidiano, y no todo es más eficiencia. 

Cuando necesito hacer algo práctico y eficiente por ahí lo hago online, pero si no, me gusta la experiencia de compra.

En Rapipago hay muchos procesos que no son digitales, por ejemplo, las virtuales, cuando estás dentro del mundo de las billeteras virtuales, es todo digital. Pero hay mucha gente que hace cash in en efectivo. 

De hecho nosotros tenemos como cliente a Úala y Mercado Pago para estas funcionalidades porque sus clientes lo piden.

I: ¿Esto tiene que ver con una cuestión generacional?

VP: Nosotros tenemos público de todas las edades. Y una de las cosas que nos llamó la atención es que si bien tanto los millennials como las personas de tercera edad aún tienen una importante relación con el efectivo.

El público joven recarga su tarjeta con efectivo, no con transferencia bancaria. Por ejemplo con el consumo de gaming. Las nuevas generaciones están orientadas a lo que le conviene más, cómo le rinde más el dinero, qué beneficios obtengo.

Ahora hay muchos comercios que te hacen descuentos en efectivo y la gente más joven no está dispuesta a pagar de más. Prefiere ir a sacar el efectivo, que es el que termina teniendo descuentos especiales. 

I: ¿Cómo fue cambiando todo después de la pandemia? 

VP: En los primeros meses con la pandemia había un pensamiento de que lo físico dejaba de existir. Fue un tiempo de mucha incertidumbre. El primer gran desafío fue ese. 

Nosotros tenemos cobros con QR en puntos físicos. Cuando empezamos a salir de la pandemia nos dimos cuenta que la gente había cambiado de hábito pero eso no quiere decir que la gente haga todo de manera digital. Nosotros tenemos más de 10.000 puntos en todo el país.

Es más, la gente después de la pandemia, revalorizó más los capilares que hay en todo el país. 

Creo que hay cuestiones estructurales que afectan a todo el ecosistema. La mayoría de nuestras sucursales no son propias, pero atraen a que la gente realice el servicio. Se trata de un contexto muy desafiante.

Victoria Pinazo se considera una CEO con un perfil "diferente": "No me gusta estar en eventos o siendo la cara visible. No es mi estilo"

I: ¿Cuáles son los principales desafíos de una empresa como Gire? 

VP: Los billetes de baja denominación. Aunque parezca mentira si tuviéramos billetes de mayor denominación, podríamos realizar el transporte de logística de manera mucho más económica.  

Esto uno lo ve en su billetera, por ahí tenés un montón de billetes, pero poco valor. Y eso es un gran desafío para nosotros. Ahora si te roban, es mucho más importante lo que sale el camión recaudador que el valor en sí de los billetes.

Si mañana sacan un billete de mayor denominación, con lo mismo, mejorará la productividad y el margen. Para nosotros es un desafío coyuntural.

Lo que pasa en este público es que hay hábitos. Los usuarios tienen vínculos con los lugares. Hay muchos casos que pagan con débito, pero hay otros que prefieren el efectivo para poder controlar mejor los gastos.

I: ¿Qué medidas toman actualmente para modificar el negocio? 

VP: Hace unos años el cash in y cash out no existía, pero hay mucha gente que todavía usa efectivo. Por eso, incorporamos eso en la dinámica habitual. Mucha gente que no trabaja en relación de dependencia se maneja en efectivo. 

Cuando nosotros incorporamos el cash in y cash out pasaron dos cosas: ayudamos al comercio que tiene más volúmen, y para muchas personas tener un cajero ATM es muy bueno. Además, puede cargar la SUBE. Y a nosotros nos ayuda a bajar el costo del transporte. 

Tenemos toda una estrategia para tratar de convertir el punto de cobranza, en un punto de servicio más integral. 

Obviamente más vinculado a los préstamos o a facilidades, donde el punto físico sea importante pero no sea necesariamente solo para cobrar, 

I: ¿Evaluaron la posibilidad de incluir a las criptomonedas?

Si, lo empezamos a evaluar pero a largo plazo. Empezamos a pensarlo el año pasado, pero hoy trabajamos con tres Bancos y hoy no podemos hacer operaciones en cripto. Veníamos hablando con la billetera para ver cómo los podemos ayudar.

Nos pusimos a pensar en el futuro porque el Gobierno de la Ciudad estaba evaluando aceptar pagos en cripto, pero nosotros siempre pensamos en el plano federal.

I: ¿Cómo trabajan la adquisición de talento en tecnología? 

VP: Nos asociamos con un colegio para un plan de Primer Empleo, que hace mucha falta.

Nosotros como todos, tenemos la dificultad de generar empleo, entonces nos tuvimos que poner creativos para conseguirlo. 

Para las posiciones más juniors hicimos una prueba piloto con un colegio secundario y Mindhouse, una tecnológica, y nosotros creamos una práctica profesional que le sirva al colegio y nosotros entrenamos en coding a un grupo de chicos y la parte de trabajar en la empresa. 

Nuestro desafíos era que pudieran terminar y si se habían recibido en la práctica, al año siguiente le damos la opción de si querían venir a trabajar con nosotros. Y vinieron todos.

Lo lindo fue que en la segunda camada, los de la primera fueron los mentores. Fue una experiencia hermosa.

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