La pérdida de reservas que sufre el Banco Central de la República Argentina (BCRA) es una de las preocupaciones más grandes que tiene hoy el Gobierno Nacional, dado que el drenaje de divisas no se detiene en lo que va del año.
La entidad monetaria aseveró en reiteradas oportunidades que su base monetaria esta compuesta de reservas internacionales brutas, que incluyen toda clase de activos en moneda extranjera.
Sin embargo, la realidad es que una parte de ellos tienen como contraparte pasivos. Es decir, se tratan de dólares prestados que la Argentina debería devolver en el plazo de un año si acreedores como el Fondo Monetario Internacional (FMI), así lo requieran.
De hecho, de acuerdo con estimaciones privadas, la cantidad de dólares restantes en las arcas del BCRA, es decir, las reservas netas, habrían llegaron a cero en marzo.
Por lo que, a partir de ahora, todo el dinero que el organismo empiece a utilizar con el objetivo de evitar una devaluación, será prestado y se tendrá que devolver en algún momento.
Todd Martínez, director de la agencia de calificaciones Fitch, advirtió que la situación del país se etorna cada vez más precaria al compás de la política de "improvisación" de Sergio Massa para llegar al 10 diciembre de este año y la posible entrega de mando al próximo ministro de Economía.
"Estamos preocupados por Argentina. Nuestra visión era que, con la chance de cambio de Gobierno, mejoraría la confianza. Pensamos que va a seguir la política de improvisación, pero en un contexto de u$s20.000 millones menos, creemos que eso va a provocar un endurecimiento del cepo, que ya ha tenido consecuencias adversas para el aparato productivo", destacó Martínez en un simposio organizado por el Instituto Argentino de Ejecutivo de Finanzas (IAEF) realizado en Buenos Aires.
El directivo de Fitch sostuvo que "el otro riesgo es que, siguiendo con su política de improvisación, el Gobierno va a seguir liquidando los pocos activos que le quedan".
Martinez recordó que al BCRA le quedan reservas brutas por u$s37.000 millones y explicó que "las reservas netas podrían ir por debajo de cero, lo que quiere decir que el Banco Central va a tener más pasivos en divisas que activos, que es una situación bastante precaria".
El especialista en finanzas añadió que "con ello, el Gobierno puede evitar una devaluación, pero a su vez, hay más chance de un accidente y una herencia más pesada para el próximo Gobierno".
Por su parte, Gabriel Caamaño, economista de la consultora Ledesma, coincidió en la preocupación en torno a las reservas netas restantes del ente monetario.
Detalló que, al 30 de marzo, la estimación privada es de apenas u$s21 millones "que es lo mismo que cero", según una publicación de iProfesional.
Según la metodología de medición del FMI, las reservas netas son aquellas cuya contraparte en el balance representan pasivos a menos de un año. Básicamente, son dólares prestados que se pueden devolver en cualquier momento dentro de los 12 meses siguientes.
Caamaño opnió que "si los pasivos son más altos que los activos, la situación no es sostenible". El director de Ledesma remarcó que, al 28 de febrero (último dato oficial del BCRA), las reservas netas se ubicaban por sobre los u$s1.721 millones, mientras que en diciembre eran de u$s3.800 millones.
Es así como la Argentina se enfrenta a un contexto monetaria altamente delicado. De acuerdo al Indicador de Riesgo Monetario (IRM) que elabora la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES) y Romano Group, la cifra se ubicó en febrero en 65 puntos, un nivel que indica altas probabilidades de que ocurra un evento disruptivo en el corto plazo.
En condiciones macroeconómicas estables, el índice debería dar debajo de los 30 puntos. En marzo habría cerrado en 67 puntos, de acuerdo a un informe.
"La pérdida de reservas del Banco Central durante el mes pasado consagró a febrero de 2023 como el peor de los últimos 20 años", mencionó el informe.
"El BCRA se enfrenta a un menor superávit comercial por la sequía: El sector agroexportador en febrero, y según datos oficiales, liquidó u$s644 millones, el equivalente a una cuarta parte de los u$s2.500 millones liquidados en febrero del 2022", sumó.
El reporte de la consultora determinó así que el BCRA "culminó con un saldo negativo de ventas en el MULC por u$s890 millones. El impacto de la sequía es abrumador, con proyecciones de caída de las exportaciones de los cinco principales granos materializados en el orden de u$s20.000 millones respecto a la campaña anterior, impactando en el índice a través de menores reservas brutas y netas del BCRA, y mayores presiones sobre el tipo de cambio oficial".