Con el nuevo "dólar Qatar" en los $330, los argentinos encuentran una nueva valla para resguardar ahorros pensando en sus vacaciones o para tener una reserva ante un 2023 que luce complicado.

Las criptomonedas supieron convertirse en un refugio contra los avatares del tipo de cambio, en especial los llamados "dólares digitales": divisas estables (o stablecoins) que guardan la paridad 1-1 con el billete estadounidense.

En el país tres de cada cuatro compras o ventas de criptomonedas se realizan con estos activos, que se están convirtiendo en medio de pago para bienes durables como autos y propiedades.

Dólares digitales: ¿por qué los argentinos apuestan a USDT y DAI?

"Uno de los grandes beneficios de atesorar stablecoins es que se pueden comprar de manera ilimitada", indica a iProUP Matías Alberti, director de Operaciones (COO) de Buenbit, aunque advierte que algunas plataformas exigen un límite de depósito (en pesos o dólares) según la capacidad económica de cada usuario.

Agrega que "esto hace la diferencia respecto a otras plataformas financieras o bancarias, que restringen la cantidad de dólares que pueden ser adquiridos, por ejemplo, por mes".

Por su parte, Maximiliano Hinz, Latam Operations Director de Binance, destaca las ventajas de los criptodólares con respecto al dólar billete:

"Tal como se observa en Coinmarketcap, los volúmenes de las criptomonedas USDT, BUSD, USDC y DAI fueron en ascenso, con una emisión cinco veces mayor respecto a un año atrás. Esto no es una variación a nivel país, sino a nivel mundial", completa Hinz.

Además, estos activos también pueden invertirse, generando rentabilidades del 5% anual en los exchanges locales, cuando un plazo fijo en dólares en un banco tiene una tasa del 1,5%.

Para ello, estas billeteras cripto ponen a rendir los activos digitales en diferentes protocolos que premian a quienes presten sus fondos. Pueden ser retirados en cualquier momento junto con la ganancia acumulada, al estilo de un fondo común money market.

"No requiere hardware específico ni conocimientos avanzados", dice Hinz. En cuánto a los montos mínimos indica que, "en general, son muy bajos. En Binance se puede invertir desde u$s10".

Alberti agrega que también se pueden usar las stablecoins para comprar en cualquier lugar del mundo que acepte su Mastercard prepaga, ya que se realiza como si fuera un débito al cambio del día, que suele estar un poco más alto que el blue y por debajo de los financieros.

Las stablecoins ofrecen paridad con algún activo, como el dólar. Por ello, son ideales para los sistemas de pago

Por el contrario, los dólares en la cuenta bancaria se debitan al oficial en el caso de las compras en Argentina. Además, el plástico ofrece reintegro del 2% en cripto por cada compra. En efecto, todas las tarjetas cripto disponibles en el país ofrecen cashback: Lemon reintegra 2%; Belo, entre 2 y  21%; y la Binance Card, un 8%.

Dólares digitales: ¿cuáles son los más confiables?

Existen varios dólares digitales que se diferencian por el tipo de reserva (o colateral) que utilizan para mantener el peg (paridad) con el billete verde, a saber:

1. Colateral fiat

Mantiene reservas en dinero fiduciario: se supone que hay al menos u$s1 en una cuenta bancaria por cada token emitido. Tal es el caso de USDT y USDC, que poseen una capitalización conjunta de u$s120.000 millones.

"Son censurables, embargables y tienen riesgo de contraparte como, por ejemplo, que los que están detrás de la stablecoin se vayan con el dinero, quiebre el banco o un gobierno incaute los fondos", señala como desventaja Maximiliano Carjuzaa, cofundador del proyecto MoneyOnChain, que ofrece el criptodólar DOC.

Otra característica  es que están emitidas por compañías, es decir, están centralizadas. Ante una crisis, quien invierta o ahorre "debe confiar en que estas empresas cumplan siempre con su parte, manteniendo un resguardo en dólares equivalente a los tokens que emitan", remarca a iProUP Iñaki Apezteguia, fundador de Crossing Capital.

Existe, por otro lado, un riesgo adicional. Eugenio Bruno, abogado experto en finanzas y criptomonedas, señala a iProUP que si bien pueden estar respaldadas, "los términos de contratación no establecen estándares o requisitos en la composición de los activos de reserva".

Así, existen algunas que manejan sus colateral en plazos fijos con garantías de seguros de depósito, mientras que otras las tienen en activos más riesgosos, como bonos corporativos y títulos soberanos, entre otros. "Una caída en el precio de los activos subyacentes afecta la paridad 1:1, y por lo tanto la estabilidad del valor", alerta Bruno.

2. Colateral híbrido

Combinan dinero fiat y criptomonedas, como DAI, que comenzó a ser muy usada en la pandemia por freelancers y empresas locales que  exportan de servicios. En este caso, la reserva se divide entre criptoactivos como Ethereum o Bitcoin y otras stablecoins, como USDC o USDT, respaldadas en moneda fiduciaria.

En consecuencia, heredan los riesgos de estas últimas, aunque el whitepaper de DAI indica que hay una sobrecolaterización (hay más de u$s1 por cada DAI) múltiple para generar más confianza.

Además, la convertibilidad puede ser amenazada por un error técnico, mal funcionamiento o malas prácticas de gobernanza, ya que no hay una empresa detrás, sino la organización autónoma independiente MakerDAO. Esto permite que DAI sea descentralizada, por lo que su blockchain es pública y cada usuario puede verificar cuántas monedas hay en circulación en todo momento.

3. Algorítmicos

La más conocida es UST, del ecosistema Terra, que en mayo perdió su paridad y derivó en la bifurcación de la red, además de poner en jaque al mundo cripto.Su funcionamiento se basa en un algoritmo de emisión y rescate de monedas. En el caso mencionado, por cada UST creado se retiraba de circulación u$s1 de LUNA (criptomoneda nativa de Terra) y viceversa.

Según Bruno, el respaldo no es moneda fiat sino otras criptomonedas cuyo valor depende de la demanda para su uso en finanzas descentralizadas (DeFi), lo mismo que el mantenimiento del valor de la propia stablecoin. En estos casos, una caída en el uso de stablecoins y las monedas de respaldo pueden provocar -cómo ocurrió con LUNA- un colapso.

"El tiempo demostró que no son sostenibles: mientras la demanda de la stablecoin crece funcionan bien; cuando cae pierden el peg y todo el mundo el dinero", indica Carjuzaá.

4. Colateral cripto

En este caso, el respaldo son otras divisas digitales, como el caso de DOC, colateralizada en Bitcoin.

"Son descentralizadas y, por lo tanto, incensurables. Al estar toda la solución y las reglas de negocio autocontenidas en la blockchain, no tienen riesgo de contraparte. Es decir, nadie se puede ir con el dinero. Además, el colateral es auditable en tiempo real", asegura Carjuzaá.

El experto remarca que al tener una suma mayor en reservas que la circulación, "el resultado de una corrida es que aumenta el nivel de sobrecolateralización, volviéndolas aún más sólidas".

Carjuzaá reconoce que existe un cisne negro para estas monedas: "Que el Bitcoin se desplome y valga cero; o bien un error de diseño en el smart contract, aunque este último riesgo lo tienen todas".

No queda otra: al igual que con cualquier otra divisa digital, el usuario deberá investigar el proyecto, analizar riesgo y sólo recién animarse a invertir en las finanzas 4.0.

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