La falta de financiación para las startups ante la continua suba de tasas de la Reserva Federal para contener la inflación en EEUU golpeó fuertemente a las startups locales.

Así como en ambiente cripto, BuenBit y Bitso anunciaron el recorte de sus plantillas y la desaceleración de los planes de crecimiento, las billeteras acaban de reportar su primera gran caída.

Se trata de ank, una billetera multibanco que buscaba ser un hub que agrupara a todas las cuentas de los usuarios. Su principal inversor, Itaú, acaba de "soltarle la mano" y anunció que desinvertirá en la startup regional comandada por el argentino Leonardo Rubinstein, ex OLX.

Sin embargo, hay otros factores que jugaron en contra de la billetera.

¿Cuál es el motivo oficial?

"Considerando el escenario mundial de suba de tasas e impacto en las valoraciones en las fintech, Itaú Unibanco ha decidido desinvertir en su operación de ank para reevaluar los caminos estratégicos posibles en un plazo de 60 días", aseguró el banco privado más grande de la región en un comunicado.

La compañía agregó que "Itaú Unibanco, banco líder de Latinoamérica, con presencia en ocho países y más de 40 años en la Argentina, confirma su compromiso en la región".

La noticia fue comunicada en las últimas horas a los dos centenares de empleados (principalmente, informáticos) de la Argentina, desde donde prestaban servicios para la región. Y que podrían ser absorbidos por Itaú en caso de que ank no encuentre nuevos accionistas.

 

El argumento brindado por Itaú es válido: YCombinator, la aceleradora de startups más grande del mundo alertó a los emprendedores a que los venture capital iban a ser más selectivos con sus inversiones debido a la "plata dulce" (dinero barato, por las bajas tasas), se estaba terminando.

Ahora, se vendría el momento de "vivir con lo nuestro", por lo que recomendó a las firmas achicarse y prepararse para crecer (o, al menos, mantenerse) con capital propio durante dos años.

¿Cuál es la versión que manejan los analistas?

En la City 4.0 sugieren que las razones serían otras. El principal: el cerrojo del Banco Central a las entidades reguladas para que comercien criptomonedas, un esquema que el Galicia y Brubank activaron un lunes y dieron de baja un miércoles.

Ambas entidades habían contratado los servicios de Lirium, una firma comendada por el ex Patagon y Xapo Federico Murrone, que proveía un servicio llave en mano en el que los bancos "no tocarían un solo bitcoin".

Es un sistema similar al que las entidades ofrecen con los seguros: permiten contratar pólizas de terceros, que están debidamente registradas ante la Superintentencia de Seguros de la Nación. Así, la regulación la absorbe el tercero.

En este mismo sentido, Reba dejó en stand-by su propio servicio cripto en alianza con Ripio, que se encontraba en modo de prueba friends and family.

"No es la posición del FMI. Es la posición del Banco Central", afirmaron desde la entidad comandada por Miguel Pesce. Y que seguramente fue muy escuchada por el Itaú.

En efecto, ank también preparaba su proyecto cripto, tal cual dejó traslucir en las búsquedas laborales que había abierto. Su plan último era utilizar la misma modalidad del Galicia. Para evitar complicaciones regulatorias, probablemente la intención fue despegarse completamente del tema.

Fuentes consultadas por iProUP advierten que este hubiera sido una "jugada ganadora" para ank, que ofrece un sistema de gestión de cuentas similar a otro competidor: MODO, la joint-venture conformada por más de 35 bancos líderes.

Este rival fue sumando nuevos servicios más allá de las transferencias y los pagos QR, como el pago con tarjeta de crédito. Una suerte de open banking aunque no tan "open", ya que está limitado a las entidades bancarias socias.

MODO ya tiene unos 7 millones de usuarios, una cifra similar a la de Mercado Pago, líder indiscutido entre las billeteras, mientras que posee algo más de 100.000. Una suerte que intentó cambiar a base de importantes descuentos en compras, sin éxito aparente.

En este sentido, ofrecer criptomonedas hubiera siendo una "fintech", aunque relacionada con un banco, le podría haber ofrecido un plus a sus clientes para mejorar la base de usuarios. Tanto Ualá, CuentaDNI (del Provincia) o BNA (Nación) superaron los 4 millones de clientes.

Todavía resta saber el futuro de ank. Seguramente, sin el corset bancario del Itaú, la billetera tendrá más libertades para innovar en las finanzas digitales, aprovechando el talento IT argentino y la inclusión in crescendo que se potencia desde todos los ámbitos. El desafío será buscar financiamiento en un momento en el que escasea como nunca.

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