El analista económico Damián Di Pace explica por qué resulta un buen negocio invertir en Ethereum en términos interanuales, al ejemplificó con lo ocurrido en el período comprendido entre diciembre de 2020 y el mismo mes de 2021.
En un breve video, cuya duración alcanza apenas el minuto, Di Pace inicia su aplicación al remarcar que "Ethereum es la principal plataforma de código abierto y se está convirtiendo en la base de programación de contratos inteligentes".
Según Di Pace, los desarrolladores están utilizando Ethereum para crear nuevos tipos de aplicaciones descentralizadas, y también entre ellas, cientos de tokens".
"¿Qué sucedió si invertimos $10.000 en Ethereum en términos interanuales? Supongamos que invertimos $ 10.000 en diciembre de 2020 y los convertíamos a dólares sobre DAI, que es una moneda estable, una stablecoin", se pregunta el economista.
"(Con el valor del dólar) A $ 170 pesos de entonces teníamos, u$s58,14. Eso nos permitía compar 79 centavos de ETHER que es la criptomoneda de Ethereum", detalla.
Di Pace precisa que "al actualizar el valor a diciembre de 2021, antes de la caída de los precios de los criptoactivos, se obtanía un valor de $65.990".
"Decimos, $10.000 iniciales en 12 meses obtuvieron un rendimiento real de 84,85% y un crecimiento total absoluto de 559,90%", precisa.
Como conclusión, el economista remarca que "con una inflación superior, al 50% en la Argentina, incluso, con la volatilidad de los activoso cripto, le dan a los argentinos oportunidades de inversión".
Y completa: "(Son oportunidad) Con riesgo, pero una alternativa ante la constante pérdida real del valor del peso argentino".
Ethereum, la segunda red luego de Bitcoin en capitalización de mercado, es la reina DeFi.
Estas Dapps se basan en contratos inteligentes con reglas automatizadas que se disparan en caso de ocurrir ciertos eventos, como el alza o la baja en los precios de un activo, o la entrada y la salida de un inversor. Y permiten invertir sin estar pendientes de cotizaciones.
En el "mundo tradicional", existe varias autoridades: un banco central, que estipula la política monetaria de un país, y una comisión de valores, que se encarga de controlar el "trading" en la Bolsa.
Sin embargo, las finanzas descentralziadas (DeFi) no hay ninguno de los dos. Es más, ni siquiera hay una noción de "país": todas las transacciones son globales y no reconocen fronteras.
En el mundo de las divisas virtuales, la "gobernanza" de la red está dada por el software que le da vida y sólo hay cambios en las "leyes" del ecosistema si hay consensos de los integrantes.
El registro de cada transacción se escribe en un registro compartido por todos (blockchain), del que existe una copia en cada una de las computadoras conectadas al ecosistema.
Junto a poderosos algoritmos de cifrado, esta cadena de bloques es inviolable.
Todo es posible de ser auditado por cualquiera que posea conocimientos de programación, pues se trata de desarrollos de código abierto, sin que reduzca el anonimato de quienes operan.