El 13 de marzo de 2020, exactamente una semana antes del inicio de la cuarentena en Argentina, el precio de Bitcoin (BTC) se encontraba en u$s5.165. Por aquel entonces, pocos imaginaban que iniciaría un furioso rally alcista que le permitiría renovar casi diariamente nuevas marcas históricas hasta tocar los u$s69.000 hace unas semanas.

El vertiginoso ascenso, sumado a la incertidumbre generada por las medidas de aislamiento y restricciones impuestas por el Gobierno al mercado de cambios, hizo que inversores locales comenzaran a ver a la criptodivisa más importante del mundo como la nueva herramienta para resguardar sus ahorros.

El tope de compra de u$s200 mensuales también sirvió para apuntalar la compra de BTC cada mes, pese a que su alta volatilidad fuera siempre criticada por los perfiles conservadores. Tras alcanzar su máximo histórico en abril, comenzó a desvalorizarse rápidamente debido, en gran medida, a que muchos decidieron desprenderse de una parte de sus bitcoins para no resignar rentabilidad.

 

Luego de tocar su piso de u$s29.000, volvió a crecer con fuerza, marcó el máximo histórico de casi u$s69.000 y ahora sobrevuela los u$s50.000. 

¿Cuántos sueldos se necesitan para comprar un Bitcoin?

El salario promedio de los argentinos se ubica en $96.000 brutos (cerca de $80.000 en mano), según el índice Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), elaborado por la Secretaría de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.

Sin embargo, este indicador sólo tiene en cuenta al sector privado. Por su parte, según el INDEC, la remuneración media en Argentina se ubica en poco menos de 50.000 pesos, tanto en el ámbito privado como el público.

Por su parte, el Bitcoin no cotiza a su valor internacional en el país, sino que su precio depende del dólar blue, de la oferta y demanda. Cada exchange (casa de cambio virtual) muestra su propia cotización según las operaciones en la plataforma. Para el portal CoinMonitor Argentina, que sirve de referencia para los traders locales, el precio actual asciende a la friolera de $10 millones.

De esta forma, un argentino necesitará de casi 200 sueldos para adquirir un Bitcoin completo, siempre que perciba un salario similar al promedio y la cotización de la divisa digital se mantenga estable. En otras palabras, demoraría 16 años y 8 meses, lapso durante el cual deberá destinar el 100% de sus ingresos.

 

Ahora bien, ¿cuál debería ser la cantidad de dinero que un ciudadano tendría que destinar al atesoramiento de criptomonedas

Federico Goldberg, CEO de Tienda Dólar, señala a iProUP una estrategia para invertir: "Al cobrar el sueldo, pueden restarse los gastos del mes, como el alquiler, supermercado y entretenimiento, entre otros, y de lo que resta separar entre 10% o 20% para destinar a monedas virtuales". 

"Del grado de riesgo que se quiera asumir, dependerá la diversificación de la cartera. Me parece una buena idea que el 70% vaya a stablecoins (que tienen su valor fijo atado por lo general al dólar) y el 30% a BTC, ETH y alguna otra que nos guste", añade.

Nicolás Verderosa, abogado experto en criptomonedas y CEO de Kephi Gallery, coincide con Goldberg y señala a iProUP: "Si bien dependerá de los ingresos de cada persona, yo diría que debe ser el 100% de lo que sobre. Así sean u$s10 mensuales".

En esa misma vereda aparece la respuesta de Matías Bari, CEO y cofundador del exchange Satoshi Tango, quien señala a iProUP que "el porcentaje ideal es todo lo que sobre. ¿Por qué? Porque estás comprando tecnología disruptiva". 

Resto del Continente

Para una persona que cobra un salario promedio, atesorar un solo bitcoin parece una tarea imposible. Claro que ese grado de dificultad varía según el país del "vecindario". Un informe del portal Statista al que accedió iProUP determina cuál es el salario mínimo mensual medido en dólares en la región. Y la Argentina no queda bien parada.

Chile es el país que posee las mejores remuneraciones. Los trabajadores del país trasandino tienen garantizado por ley un sueldo mensual promedio de 326.500 pesos chilenos (u$s441). Si el precio del Bitcoin ronda los u$s48.000, necesitarán de casi 110 ingresos para un bitcoin completo.

Detrás del país trasandino aparece Uruguay, con un ingreso promedio de u$s423. De este modo, un asalariado charrúa necesitará de unos 115 sueldos para adquirir un BTC.

El tercero en el ranking es Ecuador, que posee su economía dolarizada y un ingreso medio mensual de u$s400. Cada ecuatoriano necesitará acumular 120 remuneraciones.

El cuarto lugar queda para Bolivia (u$s309). Así, una persona deberá juntar 155 salarios para quedarse con una unidad de la divisa creada por Satoshi Nakamoto.

En la quinta posición, aunque un poco más atrás de los otros países, aparece Colombia (u$s261). En ese país, hacen falta cerca de 185 sueldos para un Bitcoin.

Un escalón detrás está Perú, con una remuneración media de u$s257. Un inversor de ese país deberá disponer casi 190 remuneraciones para tal fin.

Recién en séptima posición aparece la Argentina (u$s243). En esta nación, un inversor deberá reunir unos 200 sueldos (el doble de los 99 según el Ripte).

Detrás aparecen México y Brasil (u$s215 y u$s207 respectivamente). Un empleado azteca deberá destinar 225 sueldos y uno verdeamarelho, 232.

El último lugar lo ocupa Venezuela, donde el salario mínimo (1,2 millones de bolívares) no alcanza para comprar un dólar al mes. En este caso, un bitcoin demanda 48.000 salarios (unos 4.000 años).

Comprá de todo

Las criptomonedas ya son cosa conocida para los argentinos. Remeras, propiedades, parrillas, pizzas, videoconsolas, servicios como clases de guitarra, cursos, neumáticos, hamburguesas y reservas en hoteles son algunos de los bienes o servicios que ya se pueden abonar con criptoactivos en el país. 

Ignacio Carballo, director del Ecosistema Fintech de la UCA, afirma a iProUP : "Estamos viendo un fenómeno de institucionalización de las finanzas cripto dentro de las tradicionales. Y también lo que hasta hace poco conocíamos como finanzas alternativas o fintech, en donde las cripto eran un capítulo aparte".

"En ese sentido, vemos cada vez más medios de pagos como son las tarjetas, billeteras virtuales y hasta al ecommerce asociándose a soluciones que vengan con criptomonedas vinculadas", resalta.

En este escenario, algunos exchanges ya permiten comprar con un plástico y hay marketplaces que cotizan sus bienes o productos en divisas virtuales. "Lo que se está viendo no es algo distinto a lo que se hizo con las finanzas e instrumentos de pagos tradicionales. Observamos que cada vez hay más propuestas vinculadas a divisas digitales", resalta Carballo.

El economista además destaca que "empieza a verse la metodología del cash back (reintegro) en cripto, que eso es algo que no estaba en todos los productos o todas las billeteras con tarjetas tradicionales o vinculadas a dinero fiat. También irrumpen las wallets cripto, que te hacen cash back en divisas virtuales: eso me parece muy interesante".

Emiliano Limia, Press Officer de Buenbit, se suma a la charla con iProUP y coincide con Carballo: "Lo que notamos que está funcionando muy bien y tiene buena recepción entre los usuarios es la tarjeta prepaga Mastercard, que sacamos hace dos meses, en alianza con BKR, y que tiene el beneficio de cash back en cripto".

Las tarjetas cripto permiten recuperar el 2% de las compras en monedas digitales

"Todas las personas están acostumbradas a abonar con tarjetas, pero ahora pueden efectuar pagos con este plástico y obtienen una devolución del 2%", comenta.

Limia precisa que "hay muchos que sin haber comprado cripto pueden fondear la tarjeta con pesos y con cada pago que realizan se hacen de moneda digitales. Eso vemos que está muy bueno. Las personas lo usan mucho y se podría decir que es uno de los usos nuevos para las compras de todos los días", agrega.

El ejecutivo aclara que "los usuarios no están comprando con cripto directamente sino que deben cargar la tarjeta con pesos. Pero está todo dentro de la misma app e iremos mejorando esa experiencia", añade.

En los últimos días, Lemon Cash también lanzó una tarjeta Visa prepaga que devuelve el 2% de las compras y pagos que se realicen con el plástico.

"Lo interesante de la tarjeta es que puede adherirse a cualquier servicio o plataforma que permita utilizar Visa como método de pago y seguir recibiendo el 2% en bitcoins", asegura a iProUP Marcelo Cavazzoli, CEO de la firma.

Según el ejecutivo, "la tarjeta funciona con el dólar turista. Esto quiere decir que los pagos se hacen en pesos y la cotización es la oficial más el 30% y el 35%" del impuesto PAIS y el adelanto de Ganancias. Hoy está en $175.

De esta forma, los plásticos cripto permiten una devolución del 2% también al adquirir bienes o pagar servicios en el exterior y hasta las operaciones con Mercado Pago (QR o compras en el marketplace) si se asocia la tarjeta.

Nicolás Verderosa, CEO de Kephi Gallery, le cuenta a iProUP que "para hablar de masificación primero hay que mirar a la estructura de comisiones de cada criptomoneda".

"Las que tienen altos fees hacen imposible la masificación, ya que no sirven para compras pequeñas", advierte Verderosa, abogado experto en criptoactivos. En realidad, alude a Bitcoin y, especialmente, Ethereum, cuya comisión por uso de la red o "gas" es muy elevada.

Carballo destaca que también es muy importante lo que ocurre con las stablecoins o monedas estables, llamadas así por tener cotización fija atada a un activo tradicional, como el dólar, en el caso de USDT y DAII.

 

"A medida que se vincule más al consumo, permitirán resguardar valor, abonar compras y realizar transferencias internacionales sin tanta volatilidad. Algo de esto es lo que implementó ahora Nobi con Facebook de Guatemala y los Estados Unidos", añade.

Matías Bari, CEO de SatoshiTango, señala a iProUP que "habrá que ver qué ocurre con el uso diario de las criptomonedas", y remarca que "es un proceso que evoluciona en el cada determinado tiempo".

"Al cambiar cada tanto, uno tiene una teoría que debe ir validándola en función de lo que la gente elige. Básicamente, hoy las criptomonedas son, en el caso de Bitcoin y quizá Ethereum, reservas de valor. O por lo menos así es como se conciben por un montón de razones técnicas, en términos de seguridad, de robustez y demás", resalta.

No obstante, Bari apunta que hay también un uso muy grande de finanzas descentralizadas (DeFi), que son instrumentos en el que un contrato inteligente (software) se encarga de recibir depósitos, invertirlos y repartir utilidades de manera automática y sin intervención humana.

"Vemos un montón de protocolos nuevos con esquemas más o menos complejos, en donde necesitás utilizar criptomonedas justamente porque eso es lo que permite la descentralización", resalta.

El directivo de SatoshiTango compara el uso de divisas digitales con lo que ocurrió hace algunos años con Internet.

"A internet, como a las criptomonedas, tampoco lo usaban los abuelos en la década del noventa. Creo que pasará igual: a medida que pasan los años, las cosas que son de nicho se vuelven masivas porque básicamente los que tenían diez años pasan a tener 30, entonces ya hay una masa de gente nativa de esa tecnología", concluye.

Te puede interesar