Fútbol, la promesa de rentas extraordinarias y una ciudad de la provincia de Mendoza dividida: la plataforma Ganancias Deportivas genera defensores y detractores en la misma proporción.

Se estima que en San Rafael –una localidad de 120.000 habitantes– hay al menos 40.000 usuarios, incluyendo agentes policiales, políticos y funcionarios judiciales. Mientras los sanrafaelinos están cambiando sus autos por modelos nuevos, la Justicia advierte una estafa piramidal al borde de la implosión. 

La empresa es una sociedad anónima inscripta en Costa Rica en 2019, con un capital inicial de 150.000 colones costarricenses, cerca de u$s240. La Justicia ha cursado pedidos de información al país caribeño y a España, donde reside su CEO, pero todavía no tuvo respuesta.  

Por otra parte, "la empresa no está registrada en AFIP, ni en la Comisión Nacional de Valores, ni en el Instituto de Juegos y Casinos de Mendoza ni en algún otro organismo", afirma a iProUP Javier Giaroli, a cargo de la 2° Fiscalía en lo Civil y de Instrucción de San Rafael, quien inició una investigación a principios de año.

En julio de 2020, la Commissione Nazionale per le Società e la Borsa, autoridad reguladora del mercado financiero en Italia, bloqueó el acceso al sitio web. Un mes después, la Comisión Nacional del Mercado de Valores española emitió una alerta sobre la compañía.

La empresa dice que obtiene su dinero de los aportes de los socios y de un "equipo de tipsters profesionales" (pronosticadores de apuestas) que prometen una eficacia del 70% en la predicción de partidos internacionales de fútbol.

Los usuarios ingresan a la plataforma, invitación mediante, y tienen que pagar una membresía anual de 107 euros, entre matrículas y comisiones (7%). Luego deben comprar algunos de los packs que vende la compañía: las cifras van desde los 60 hasta los 10.000 euros, pagados en criptomonedas. A cambio, promete un exorbitante retorno mensual del 20% mensual y 240% anual, muy por arriba de cualquier otro instrumento de inversión que pueda ofrecer el mercado.

Pero también brinda otro servicio: network marketing o ganancias recurrentes, que –según la firma– propone retornos de hasta el 4% si el usuario refiere a nuevos asociados.

En tribunales

A mediados de junio, la Justicia mendocina –que inició una investigación de oficio en febrero– difundió una alerta en San Rafael en la que advertía: "La prueba indiciaria que surge del análisis indica que los negocios base probablemente no existen, siendo un ardid para que personas ingresen dinero en el sistema".

Remarca que el sustento de la operación se basa en un "esquema piramidal o ponzi delictivo, donde sólo el crecimiento exponencial de nuevos aportantes sostiene las retribuciones que se pagan a los primeros".

"De funcionar el esquema de la forma señalada, forzosamente ha de colapsar en algún momento, ya sea porque no ingresen nuevos aportantes o los que ingresen sean insuficientes para distribuir utilidades a los anteriores", alerta la fiscalía de Giaroli.

A comienzos de junio la causa pasó al ámbito federal, a la espera de que un juzgado de San Rafael determine la competencia. Por ahora, se investiga una posible evasión tributaria, aunque no se descartan otras hipótesis.

"Todavía no se presentó ningún denunciante, indicio de que el sistema todavía podría estar en funcionamiento o tal vez las víctimas simplemente sienten vergüenza y prefieren aceptar el riesgo", especularon fuentes con conocimiento de la causa consultadas por iProUP.

Una parte de los sanrafaelinos defienden a la empresa que les permitió obtener un ingreso extra en época de crisis económica por la pandemia; y la otra la define como una estafa piramidal. 

No hay datos oficiales sobre la cantidad de usuarios de la empresa en Argentina, pero se estima que superarían 100.000, ubicados en varias provincias, desde el norte hasta el sur.  

"Las estafas piramidales tienen la misma característica: te dicen que ganás, pero siempre va ganando el que está arriba, no el de abajo", explica a iProUP Guillermo Navarro, abogado experto en derecho tecnológico y fundador del estudio Bildenlex.

En este contexto, la pandemia ha potenciado los delitos digitales: según cifras de la Asociación Argentina de Lucha Contra el Cibercrimen proporcionadas a iProUP, aumentaron 60% en 2020.

"Las estafas piramidales, así como otros tipos de ataque, se reinventan con el tiempo para aggionarse a las nuevas tendencias. Durante la pandemia, crecieron exponencialmente las basadas en criptomonedas, principalmente por la explosión de las inversiones online", explica a iProUP Pablo Lima, director de Ventas VU Security.

Con esta imagen se promociona el servicio de Ganancias Deportivas

Navarro coincide "al estar la gente mucho más conectada, es lógico que exista mayor preponderancia de hechos delictivos online. De hecho, reciente estudios muestran que la ciberdelincuencia se multiplicó y casi todas las estafas que eran antes personales o de cuestiones analógicas, pasaron a modalidades más tecnológicas".

De hecho, el fiscal Giaroli también se refiere a otros casos de posibles estafas piramidales como QubitLife, plataforma de inversiones, e Intense Live, que ofrecía ganancias por arriba del 20% mensual invirtiendo en un sistema de transporte colectivo.

En marzo pasado, por orden del fiscal Matías di Lello, la División Investigación Antifraude de la Policía Federal allanó varios departamentos y oficinas en la localidad bonaerense de San Nicolás vinculados a ocho sospechosos que ejecutaban distintas estafas.

Todos los casos tienen un denominador común: el uso de monedas digitales como método de pago. "Las criptomonedas le agregan complejidad extra porque es más difícil hacer la trazabilidad. Estas causas son complejas de por sí", reconocen a iProUP fuentes judiciales involucradas en las investigaciones.

En la misma línea, Lima explica que estos activos, "por su naturaleza, no se pueden rastrear". Y añade: "Existen muchos sitios en Internet que te ofrecen comprar criptomonedas en una billetera de ellos, que luego perdés. La falta de regulaciones al respecto también dificulta las cosas", completa.

Navarro remarca que estas divisas "son buenas para un montón de cosas, como preservar valor o intercambiar rápidamente, pero a la vez tienen el problema principal: es mucho más factible que se pierda el rastro de ese dinero".

"Siempre los factores tiempo y conocimiento son claves. Si es con criptomonedas hay que ver cómo es la tasa de retiro, si efectivamente pueden extraerse las ganancias y dónde va el dinero. Si es una firma reconocida o que hace publicidad en sitios web que no seguros. Todas estas cosas ayudan a analizar si esas apuestas estarán respaldadas o no", explica.

Alerta: estafas piramidales

La desocupación o la necesidad de generar más ingresos por la crisis económica empuja a muchos usuarios a buscar soluciones mágicas en un contexto apremiante. Sin embargo, cuando algo parece demasiado bueno para ser real, generalmente no lo es.

¿A qué señales se debe estar atento para identificar un esquema Ponzi? "La característica fundamental de una estafa piramidal es la promesa de un alto retorno de inversión en tiempos muy cortos. Es un mecanismo muy conocido, pero la gente sigue cayendo", afirma Lima.

Entre las señales, el ejecutivo remarca que "si se habla de reclutamiento o palabra similar hay que estar alerta, aunque la empresa cumpla con su promesa de pagar intereses altos a otros usuarios o a uno mismo. Especialmente al principio, ese retorno no proviene de ganancias sino del 100% que ingresó otro inversor".

"Generalmente en países donde hay mayor necesidad económica, las personas tienden a caer en este tipo de estafas o de usos del dinero no bancarios sin control. Es lógico que en la Argentina ocurran estas situaciones", apunta Navarro, quien recomienda:

Justamente, este último punto es vital para el letrado. "Hay un montón de compliance que cumplen las empresas prestadoras de pagos. Si no hay nada de eso y el manejo es todo a través de criptos –compra y envío–, yo desconfiaría o me pondría mucho más quisquilloso en el proceso general para ver si tiene una apariencia de engaño", completa.

Las estafas online crecieron 3.000% durante la pandemia

De acuerdo con Navarro, "siempre hay que desconfiar cuando se opera con envío de dinero porque no hay una inversión absoluta. Una cosa es que yo compre y venda cripto a mi costo y a mi riesgo, y otra es que lo haga a través de plataformas". Más allá de que en la Justicia ya se está investigando a personas vinculadas con la empresa, es complejo achacar responsabilidades.

Según Navarro las empresas de Internet y redes sociales en las que se viralizan este tipo de casos –como Facebook, en la que hay varios grupos de usuarios de Ganancias Deportivas– son "herramientas de acceso", pero técnicamente no suelen tener una responsabilidad

Por otra parte, si bien el uso de criptomonedas introduce una complejidad extra, el abogado del estudio Bildenlex enfatiza el rol de las compañías de cobros. "Si abonás a través de una pasarela de pago con una tarjeta de crédito, las empresas prestadoras deberán responder sobre el daño que producen por no haber verificado quién utilizaba su servicio", concluye.

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