Los empresarios se sumaron al rechazo del proyecto oficialista para revisar las Sociedades por Acciones Simplificada (SAS), una ley que se sancionó en el gobierno de Mauricio Macri que permite constituir empresas en 24 horas a través de internet.

Uno de los más relevantes en declarar contra la inicativa del senador Oscar Parrili fue Martín Migoya , CEO de Globant y miembro de Endeavor Argentina, que expresó en un tuit:

La Asociación Argentina de Emprendedores (ASEA) y otras más de 40 asociaciones solicitaron a los diputados que rechacen la iniciativa del oficialismo. Consideran que la posible creación de un registro especial de emprendedores deja a discrecionalidad del Estado la posibilidad de hacer negocios, que resulta un retroceso inédito la vuelta al soporte papel en los trámites ante la Inspección General de Justicia (IGJ) y que hará peligrar puestos de trabajo e impulsar la economía hacia la informalidad.

De convertirse en ley se suspenderá por seis meses la constitución de las SAS y podrán declararse nulas las inscripciones de las más de 40.000 firmas que se crearon desde el 2017 bajo esa modalidad.

Migoya utilizó como pie una reflexión de Matías Fernández, que en su cuenta de Twitter hizo la siguiente explicación que vale la pena repasar:

Desde el 11 de junio de 2020 este proyecto ya cuenta con media sanción del Senado, donde fue impulsado por el senador kirchnerista Oscar Parrilli, con el argumento de que es necesario transparentar y extremar el control sobre la creación de empresas. En Diputados no avanzó por falta de respaldo.

Una nota en el diario La Voz, de Córdoba, cita al titular de la Inspección General de Justicia (IGJ), Ricardo Nissen, quien explica que la intención es "reordenar el registro de estas sociedades para que el organismo tenga injerencia en el control de su constitución". Para crear una SAS, dijo Nissen, el trámite empezaba y terminaba en la Secretaría de Innovación Pública que funciona en la órbita de la Jefatura de Gabinete lo que impedía el control por parte de la IGJ.

Ahora, después de que se crearon más de 40 mil SAS desde 2017, la ley que impulsa el kirchnerismo elimina, además, la posibilidad de llevar los libros contables y societarios de forma digital y exige volver a hacerlo en papel.

Para Alejandro Ramírez, responsable de Políticas Públicas de la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA), esto es un retroceso. Hablando con el diario cordobés, dijo que volver al papel es volver al siglo XIX. "Los libros contables se llevaban de manera digital a través del sistema Blockchain, lo que garantiza absoluta transparencia e inviolabilidad en la gestión de la información", destacó.

Las SAS funcionan en el mundo desde 1994 cuando Francia las puso en práctica, pero luego las utilizó Colombia, también Uruguay, Ecuador, Perú y Paraguay.

Argentina necesita crear más empresas para así generar trabajo genuino y por eso la suspensión de las SAS es una pésima noticia en el mundo emprendedor.Volviendo al tuit de Matías Fernández: "el primer problema es que en Argentina no nacen empresas formales que generen empleo al ritmo que necesitamos. Empresas cada 1000 habitantes: Argentina 14, Chile 19, Uruguay 51, Estados Unidos 64".

Fuente: La Nación, Impulso Baires

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