La secretaria del Tesoro de EE.UU, Janet Yellen, anunció su intención de impulsar un impuesto de sociedades mínimo a nível global para las multinacionales, propuesta que compartirá próximamente con los países del G20.

El anuncio se da en la misma linea que lo propuesto por el presidente Joe Biden, luego de que este presentara un plan de infraestructura financiado con alzas de tributos empresariales una semana atrás.

El objetivo es que el gravamen favorezca "sistemas fiscales estables y justos" y ponga un limíte a la tendencia a la baja que está sufriendo este tributo.

"Juntos podemos usar este impuesto mínimo global para asegurarnos de que la economía prospere sobre la base de una mayor igualdad de condiciones de tributación para las empresas multinacionales y que se impulse la innovación, el crecimiento y la prosperidad", destacó Yellen en un discurso online al centro de estudios Council on Global Affairs, con sede en Chicago.

Yellen agregó que es importante asegurar que "los gobiernos cuenten con sistemas impositivos estables que recauden suficientes ingresos y que todos los ciudadanos compartan de manera justa la carga financiera del Gobierno".

Además, la funcionaria denunció el aislacionismo promulgado por el anterior presidente, Donald Trump, al remarcar que el "'América primero' -el lema del republicano- nunca debe significar 'América en solitario'".

Janet Yellen secretaria del tesoro de EE.UU.

El fin de esa tasa global sería impedir que las grandes corporaciones cambien sus bases de operación a jurisdicciones con una tributación más baja y resten recaudación a las arcas públicas del origen de la empresa, en un contexto de crisis económica causada por la pandemia global de coronavirus COVID-19, en el que EE.UU. pretende mitigar con un ostentoso plan de estímulos valorado en u$s1.9 billones, ya aprobado por el Congreso estadounidense.

Los detalles del mencionado programa de infraestructuras presentado por Biden configurarán una de las piezas clave para reconstruir y modernizar la economía en la etapa pospandemia, con una inversión aproximada de u$s2 billones.

Joe Biden, presidente de los Estados Unidos

Parte de este plan, que tendrá que recibir luz verde en el Congreso en un proceso que dará para largo y tendido, pero que los demócratas esperan poder cerrar para el próximo 4 de julio, se financiará elevando el tipo del impuesto de sociedades del 21% actual -previo a la reforma fiscal de Trump en 2017, estaba en el 35%- al 28%, y fijando en el 21% el tipo mínimo a abonar por parte de las compañías estadounidense por sus ganancias en el extranjero.

La semana pasada, en una comparecencia ante el Senado, Yellen defendió el aumento del gravamen, debido al hecho de que el país recauda "una cantidad muy pequeña" mediante esa acción fiscal.

"Es importante trabajar con otros países para poder acabar con las presiones de la competencia fiscal y la erosión de la base fiscal por parte de las empresas", mencionó la funcionaria en su discurso.

Lo manifestado por Yellen se produce un día antes de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) haga públicas sus previsiones para 2021 en su asamblea trimestral, esperada por lo que pueda anunciarse con respecto a la pandemia. No se descarta que pueda debatirse esta iniciativa, ya que Yellen será particípe de la misma.

 

Armonizar a nivel global el impuesto de sociedades es uno de los asuntos que se debaten en el marco de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). La OCDE lleva tiempo tratando de aprobar una tasa digital para las multinacionales del sector (la conocida como tasa Google), un nuevo sistema que se ajuste a la profunda transformación de la economía en las últimas décadas. pero también quiere lograr un consenso sobre el nivel mínimo en el impuesto de sociedades.

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