Luego de sus múltiples y aplazadas salidas a bolsa, se conoció que WeWork perdió u$s3.200 millones de en 2020 debido al cierre de oficinas provocado por la pandemia, pero aun así sus pérdidas fueron menores que los u$s3.500 millones de números rojos que presentó en 2019, según adelantó el Financial Times.

Las pérdidas se produjeron pese a que WeWork recortó su gasto en capital a apenas u$s49 millones, un 98% menos que los u$s2.200 millones, que gastó en 2019, porque la ocupación de sus oficinas se despeñó, del 72% al 47%.

La compañía de alquiler de oficinas estaría buscando u$s1.000 millones de financiación.

Aun así, WeWork pretende salir al mercado, ahora a través de una SPAC, esta forma de cotización que se ha puesto de moda en los últimos años consistente en salir a bolsa con la propuesta de una fusión en los siguientes dos años. En este caso sería con BowX, una compañía que cuenta con la exestrella de la NBA Shaquille O'Neal entre sus consejeros, según la información del FT.

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Por otro lado, la compañía de alquiler de oficinas estaría buscando u$s1.000 millones de financiación y obtener una valoración de u$s9.000 millones, incluyendo su deuda. En enero, el Wall Street Journal adelantó el interés en hacer una SPAC con una valoración de u$s10.000 millones.

Esta valoración sería menos de la quinta parte de los u$s47.000 millones que WeWork esperaba obtener en 2019 con su salida a los mercados. Esos sueños se deshicieron cuando se conocieron los complicados números de la compañía, sus conflictos de interés, y la cultura de fiestas salvajes alimentada por su fundador, Adam Neumann.

No obstante, un inversor entrevistado por WeWork duplicó sus previsiones, llevándolas a los u$s7.000 millones en ingresos para 2024 y previendo un beneficio ajustado de u$s485 millones con un 90% de ocupación para finales de 2022, según relató el Financial Times.

Tras su caída, WeWork ha estado involucrado en varios problemas legales y financieros. Su principal accionista, el gigante japonés Softbank, inyectó miles de millones para mantener la compañía a flote mientras otros inversores se retiraron.

Neumann, después de haber dejado su puesto de consejero delegado, llegó a demandar a Softbank por no comprar sus acciones de la compañía, valoradas en u$s1.000 millones. Finalmente, un nuevo acuerdo le ofrece u$s50 millones de compensación a condición de que deje el consejo de WeWork durante un año, según informó Bloomberg el mes pasado, lo que ayudaría a la salida a los mercados de la compañía, publicó el sitio Business Insider.

¿Terminó la guerra?

El grupo japonés Softbank anunció este lunes que pagará unos u$s1.600 millones a la empresa estadounidense de espacios compartidos de trabajo WeWork, en el marco del acuerdo que han alcanzado para poner fin a sus litigios.

Las partes implicadas (Softbank, su fondo de inversiones Vision Fund, la directiva y el fundador de WeWork, Adam Neumann) llegaron a un principio de acuerdo el 25 de febrero, explicó en un comunicado grupo japonés, que ya adelantó la existencia del pacto durante el fin de semana sin ofrecer detalles.

Softbank es accionista mayoritario de WeWork

Las desavenencias entre ambas empezaron hace más de un año, cuando el grupo nipón decidió adquirir acciones de WeWork cuando la firma atravesaba dificultades tras su fallida oferta pública inicial (OPI).

Algunos inversores y el propio Neumann se mostraron insatisfechos con las ofertas de Softbank, que acabó retirando una propuesta de u$s3.000 millones para comprar acciones por considerar que no se habían cumplido ciertas condiciones, tras lo que interpusieron dos demandas en el Tribunal de la Cancillería de Delaware (EE.UU.).

"El acuerdo de conciliación no es una admisión de responsabilidad o irregularidad por parte del grupo Softbank ni tampoco ha habido ningún fallo de responsabilidad por parte del tribunal contra Softbank", señaló hoy el conglomerado japonés.

Softbank es accionista mayoritario de WeWork, cuyos resultados financieros irregulares han afectado seriamente a las cuentas de la empresa japonesa y generado escepticismo sobre sus inversiones, que van desde los servicios de internet a la inteligencia artificial, las energías sostenibles, la medicina o la educación.

Softbank cerró su ejercicio fiscal de 2019 con unas pérdidas de 961.576 millones de yenes, unos u$s 9.020 millones, sus primeros números rojos en quince años y los peores resultados desde su fundación en 1981, debido al mal rendimiento de algunas de sus inversiones, especialmente la de WeWork.

El grupo emprendió un saneamiento de inversiones que le ayudaron a recuperarse en sus primeros nueve meses del ejercicio fiscal de 2020 (abril-diciembre), en los que multiplicó por 6,4 su beneficio neto hasta 3,05 billones de yenes, unos u$s28.630 millones.

Softbank se ha abstenido de publicar sus previsiones para todo el ejercicio por la dificultad para hacer proyecciones "debido a las numerosas incertidumbres que afectan a las ganancias", explicó en el comunicado de hoy, en el que también indicó que revelará la cantidad específica del impacto que tendrá este acuerdo, si es necesario.

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