Durante su infancia, en el barrio porteño de Caballito, reveló a sus padres –inmigrantes italianos– que soñaba con ser director de cine. Al terminar el secundario pegó el volantazo: logró una beca en la prestigiosa Universidad de Harvard para convertirse en historiador, en la que se graduó con título magna cum laude.

Pero Pierpaolo Barbieri nunca dejó en segundo plano su pasión por emprender. Y, tras haber trabajado en Goldman Sachs y Soros Fund Management, dio otro vuelco a su destino: allí comenzó a pensar a Ualá, la fintech con la que pensaba cambiar la historia en Latinoamérica, en lugar de sólo estudiarla.

Fue el propio magnate griego George Soros y su colega historiador y fundador de Business Insider, Kevin Ryan, quienes desembolsaron parte del capital semilla para que en octubre de 2017 nazca esta compañía que creció en base a las tarjetas prepagas, un producto que a los empresarios locales les parecía inútil.

 

Se equivocaron: la firma es hoy la fintech argentina con mayor cantidad de usuarios después de Mercado Pago, recibió 150 millones de dólares inversión del gigante chino Tencent, desembarcó en México y se prueba el traje de unicornio.

Crecimiento

"Lanzamos pensando que íbamos a ser la primera billetera argentina con una tarjeta gratuita y otorgar 100 tarjetas por día. Pero en menos de cinco meses estábamos emitiendo 1.000 plásticos por día", confía a iProUP Pierpaolo Barbieri, CEO de Ualá.

Desde entonces, el crecimiento fue sostenido. "Hoy tenemos más de 2 millones y medio de clientes y hemos construido un ecosistema alrededor de la cuenta universal gratuita que es revolucionario para el país", revela.

De acuerdo con el ejecutivo, el propósito fue "diseñar un producto modular para poder internacionalizarlo", lo cual logró a fines del año pasado al desembarcar en México, país en el que está repitiendo la experiencia: imprime más de 1.000 tarjetas diarias.

Este ecosistema "de exportación" se desarrolló al calor de una premisa que Barbieri sintetiza así: "Desde el día uno priorizamos las cosas que hacen a la transaccionalidad diaria del usuario". Y detalla el master plan que llevó a cabo la compañía:

El último gran anuncio de la fintech fue la versión digital de la tarjeta para que el usuario compre por Internet, abone suscripciones de video y música online y se adhiera a débitos automáticos sin necesidad de usar el plástico, ya que cuenta con todos los datos en su celular.

Como ventaja adicional, esta herramienta permite pagar en sitios web de cualquier país a las 24 horas de haberse registrado. Con el foco puesto desde un principio en el consumidor final, Ualá ahora apuesta también por los comercios.

"Empezamos con la cuenta y la tarjeta, pero seguimos sumándole capas para ser un ecosistema cada vez más robusto. Siempre en medios de pago: no haceremos otra cosa", remarca Barbieri.

Ser mejor o no ser

La firma se propuso desde un principio liderar una revolución en el manejo de las finanzas personales. Por eso, principalmente, apunta a los más jóvenes, para quienes probablemente su primera tarjeta sea una Ualá, tal como lo demuestran las cifras:

Con esto en mente, la compañía diseñó soluciones para ese target, como descuentos y la financiación de productos

De este modo, permitió la compra de la PlayStation 5, dispositivos Apple en cuotas y descuentos agresivos en las marcas más elegidas. Por ejemplo, rebajas al pagar con Ualá suscripciones como Spotify o la contratación de seguros de iúnigo.

Desde la empresa aseguran que este tipo de beneficios "son el caballito de batalla de los medios de pago" para fidelizar al cliente en un mercado tan competitivo.

"Nosotros ofrecemos un ecosistema único", asegura el CEO de Ualá. ¿Por qué? "Porque fuimos los primeros en hacer onboarding digital y ofrecer una tarjeta gratuita y transparente", responde.

Y agrega: "Algo estamos haciendo distinto. Hay muchos otros que ofrecen partes del ecosistema de Ualá, pero ninguno ofrece todo lo que tenemos nosotros: cuenta, tarjeta, inversiones, aquerencia, créditos, pago de servicios, análisis de gastos, carga de la SUBE".

En su visión, otro diferencial con el resto de las fintech es que "en Ualá tenés la plata en vivo y las 100% de las veces con comisiones radicalmente más bajas que el resto en los proveedores".

Además, anticipa que este año seguirán "lanzando unidades de negocio para estar un paso adelante y seguir en la construcción del servicio financiero más robusto de Argentina".

Barbieri refiere a un mantra que resuena en los pasillos de la fintech: "Si no lo podemos hacer mejor que el resto no lo hacemos". En este sentido, remarca que los créditos de su firma "son mucho más accesibles y la tarjeta es gratis, así construimos productos".

 
También indica que más del 70% de Ualá resida fuera de Capital y Gran Buenos Aires. Lo mismo están viendo en México donde más del 75% de los usuarios está fuera del DF.

"Somos un producto realmente federal porque cuando más lejos está tu banco tradicional, más cerca está Ualá. Creemos en esa competitividad", resalta.

En este sentido, subraya que se trata de una propuesta "bastante joven, ya que el 62% de los usuarios es menor de 30 años", pero también la utilizan "muchos menores de edad porque somos el único que les provee una tarjeta en Argentina".

La revolución de los pagos

Aunque reniega del rótulo de "unicornio", sí está convencido de que llegar a serlo es una consecuencia del crecimiento que la empresa ha tenido.

En este sentido, el foco de Ualá es "ser el método por el cual millones de argentinos y latinoamericanos tengan la posibilidad de pagar digitalmente", destaca su fundador. Los números de la región muestran que hay un potencial enorme:

"Elefectivo te limita a lo que está cerca de tu casa. Nosotros llevamos adelante larevolución del 'no efectivo', del pago digital, de las suscripciones, de la compra por Internet", puntualiza Barbieri.

Además, las políticas de aislamiento impulsaron fuertemente los pagos digitales, acelerando procesos que tomarían más de tres años.

"El pago de servicios creció 400%. La gente antes hacía cola en Rapipago o Pago Fácil y ahora abona por Ualá. Es uncambio cultural del que no se vuelve. La carga de dinero digital subió más del 100% de golpe. También el ecommerce: mucha gente se animó a comprar online por primera vez o a consumir mucho más", revela.

Efectivo, el gran perdedor

Pierpalo Barbieri celebra la competencia. De hecho, en Twitter no duda en criticar ferozmente prácticas que considere en contra de la apertura de las finanzas y la interoperabilidad.

"Lo peor que puede pasar es un mercado dominado por un cartel y un monopolio, porque ahí suben los precios y hay menos opciones para los usuarios", asegura.

Como contrapartida, cree que el surgimiento de nuevos jugadores implica una gran oportunidad para todo el ecosistema financiero y definitivamente para el usuario.

"El gran perdedor de este mundo es el efectivo. El efectivo es muy injusto porque hace que la gente pierda con la inflación, que muchos no tengan acceso a compras online porque no le damos una tarjeta o cuenta digital y eso impacta a los que menos tienen en mayor medida", remarca.

 

En este sentido, Barbieri expresa: "El compromiso de Ualá es hacer un producto inclusivo, abierto y transparente. Irónicamente, eso nos también hace ser un producto mejor para las personas de mayor poder adquisitivo".

El otro punto en el que siempre hace hincapié es su staff: "Todos los días estamos empujados a hacer un mejor producto y creer más en nuestro equipo. Solo el mejor equipo hace el mejor producto".

Aunque prefiere no hablar de servicios aún no disponibles en la app, anticipa que están trabajando "en lanzamientos grandes este año". Lo que sí destaca, es que tienen muchos comercios en la lista de espera de su producto de adquirencia "para cobrar con Ualá, en vivo y con las mejores comisiones del mercado".

De acuerdo con el empresario, el sistema financiero argentino está mejor que cuando nació su compañía, "viene evolucionando y somos parte de esa evolución".

"Mucha gente me decía que estaba loco y que no había espacio para un jugador así, hoy está yendo a nuestros proveedores para copiar nuestro producto. Eso lleva a mayor innovación y hay más posibilidades para los usuarios", subraya.

Finalmente, señala que hay que apostar a la apertura del mercado bancario para dar mejores servicios a los usuarios. Y afirma: "Tenemos una gran regulación que plantea que las cuentas virtuales y las bancarias puedan ser interoperables, y todos tenemos que jugar con las mismas reglas".

"También creo que las transferencias tienen que ser más baratas y rápidas. Por eso, celebro el camino que se abrió con Transferencias 3.0, que va de la mano de lo que se está haciendo en otros países como Brasil y México", agrega.

Lejos de ahuyentar la competencia, Barbieri cree que "cuando más grande es el sistema, más volumen hay y los costos son más bajos". Por lo tanto, hay que "desarrollarlo, para lo cual hay que tener muchos jugadores, y para ello debe haber inversión".

Y concluye: "A eso apostamos, a ser un ecosistema cada vez más grande, más barato y más abierto a los usuarios".

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