Si hay una enseñanza, entre tantas, que deja este año pandémico es que la transformación digital ha dejado de ser una aspiración para las empresas y se convirtió en un must para sobrevivir en la era 4.0.

Entre esos rubros, los medios de pago fueron la gran vedette de la temporada: no sólo se afianzaron alternativas existentes –como Mercado Pago o Ualá–, sino que los bancos tradicionales comenzaron a incursionar en el terreno fintech, tanto con esfuerzos individuales con fintech propias como la plataforma conjunta MODO.

Pero todavía había espacio en 2020 para una billetera que promete pelear un lugar en el mercado con una apuesta más que atractiva.

Desde principios de año, Clarín y Prisma se unieron para formar una joint-venture que dio luz a Bimo, una billetera móvil (de ahí la sigla) que une lo mejor de dos mundos:

Así, desde este domingo, ya se puede descargar tanto en Android como en el iPhone la nueva aplicación que empezó a rodar y sueña con convertirse en una "superapp" de servicios financieros.

Apuesta por el bolsillo

Luego de varios meses de negociaciones, las dos compañías crearon una joint-venture para desarrollar la plataforma, en la que cada empresa aportó un ejecutivo: Ignacio Giménez Zapiola, gerente comercial de Clarín, será el CEO de Bimo; en tanto que Gastón de la Fare, ex Head of e-Wallets de Prisma, se convirtió en el gerente de Operaciones (COO).

"Este producto combina el valor de AGEA (división editorial del multimedio) y los beneficios de Clarín365, con más de 20.000 comercios. Vimos una gran oportunidad en el mundo fintech y nos encontramos con Prisma que estaba invirtiendo en un desarrollo digital", señala Giménez Zapiola, quien espera sumar promos de otros 30.000 comercios el año próximo.

De la Fare, añade que el programa de beneficios es el "core de la billetera", que "posee una integración automática con los sistemas de 365 para asignar la tarjeta automáticamente". Y añade que la app detecta si el usuario no es socio y le genera una tarjeta de prueba full gratutita que dura 90 días.

De esta forma, al abonar con QR en alguno de los comercios adheridos, el usuario no deberá presentar la credencial: el descuento se aplicará automáticamente y se mostrará el precio final en la aplicación.

Además, la billetera está dirigida –en una primera etapa– al público bancarizado: se podrán añadir todas las tarjetas de crédito, débito y prepagas de cualquier entidad tradicional o fintech del país. Y al momento de abonar, habrá una novedad inédita en el mercado.

"Hicimos un recomendador de medios de pago, en el que se ordenan las tarjetas en un carrusel según los descuentos que ofrecen. Les decimos: 'De todas las tarjetas que tenés cargadas, te conviene pagar con esta'", asegura De la Fare.

La otra novedad que ofrecen es que el QR adquiriente. Según los ejecutivos, lo que hace ese código no es ser un intermediario –como Mercado Pago–, sino que enlaza de manera directa la tarjeta con el comercio.

Es decir, al escanear el código se replica lo que un terminal de pago POS efectúa al pasar un plástico, sin necesidad de cambiar los términos contractuales para los comerciantes y ofreciendo mejores costos que otras billeteras al aprovechar la infraestructura de LaPOS, la red de adquiriencia de Prisma.

"Es un QR que está dentro del POS: los que tienen pantalla directamente se muestra el código allí, mientras que los que tienen display lo que se hace es imprimirse", adelanta a iProUP De la Fare.

Así, ambas compañías ofrecen dos puntos cruciales para cualquier billetera: una fuerte base de usuarios en las dos puntas del proceso. Clarín, que aporta cerca de los socios de 365 –se estima alrededor de un millón–; y Prisma, los 400.000 comercios que usan sus terminales de cobro.

Estos negocios, además, cuentan con una ventaja adicional: menores comisiones con respecto a Mercado Pago. Para las compras con tarjeta de crédito, los comerciantes abonarán 2% y acreditación a los 18 días, contra el 3,49% y 14 días que ofrece el unicornio.

"Bimo se basa sobre una plataforma ya importante, como 365, que le da una ventaja comparativa con respecto a otras fintech que se lanzan a captar un mercado que los tiene como jugadores nuevos", señala Martín Kalós, economista jefe de la consultora EPyCA.

Interfaz de Bimo (crédito: iProUP)

Los directivos afirman que los comercios con mayores transacciones, como los rubros gastronomía e indumentaria, ya están subidos a Bimo. Las grandes cadenas (supermercados y estaciones de servicio) demorarán algo más porque tienen sistemas propios de cobro en lugar de terminales POS.

"Lo vamos a tener en los primeros meses de 2021. El tema del POS lo manejamos de punta a punta. Todo ese ecosistema tiene su plan de desarrollo", afirma De la Fare.

Otro de los servicios que ofrecerá la aplicación será la posibilidad de pagar boletas de servicios y recargas de celular y tarjetas de transporte (como la SUBE) aprovechando la infraestructura de Pago Mis Cuentas, propiedad de Prisma.

"También tiene una agenda de vencimientos. Bimo le avisará por una notificación push al usuario con algunos días de antelación para que pueda abonar en fecha", remarca De la Fare.

Así, Bimo buscará apostará fuertemente a seducir al "bolsillo" del consumidor. "Este domingo nace una billetera que se basa en algo muy simple: quién no se perdió un beneficio o una oportunidad por no llevar una tarjeta. El celular nunca te lo olvidás", resume Giménez Zapiola.

Lo que viene

Los próximos meses, Bimo se esforzará por ser la billetera transaccional más conveniente del país y sumar más usuarios. Pero su roadmap incluye convertirse en una "superapp" fintech. Algo así como –parafraseando el lema de Clarín– el "gran banco argentino" pero en versión fintech.

Una de esas apuestas se basa en la tokenización de las tarjetas para que –entre otras cosas– se pueda abonar con la aplicación apoyando el teléfono sobre un terminal de cobro sin contacto, un servicio que Prisma ya ofrece con Visa y espera la integración de Mastercard, tal como anticipó iProUP.

"Nuestra visión es que la tokenización es lo que viene, pero contactless todavía no pegó tanto. El POS está un poco escondido y acercar el celular o la tarjeta es poco común. Ahora, daremos el QR que es lo más cercano a los clientes y cuando se haga costumbre el contactless lo ofreceremos", adelanta De la Fare.

En este sentido, Bimo buscará una alianza con First Data, el otro adquiriente en la Argentina, para permitir que los comercios que utilizan sus soluciones POSNet o Clover también puedan recibir pagos con la billetera.

Además, el directivo asegura que cuando "la reglamentación de las Transferencias 3.0 y el QR interoperable esté vigente, desde Bimo estaremos felices de subirnos", por lo que ya están desarrollando un código compatible.

También, en una próxima etapa, replicarán lo que ya hacen otras billeteras: ofrecer cuentas virtuales (con CVU) y tarjetas propias. Esto también posibilitará las transferencias de fondos entre usuarios. Pero, de acuerdo con la empresa, hoy la oportunidad está en ofrecer a los argentinos una forma de ayudarlos a pagar menos.

Pero eso no quita otro objetivo dentro del roadmap: ofrecer un marketplace de servicios financieros y abrir el juego a terceros para ampliar la oferta dentro del ecosistema de Bimo.

Uno de ellos podría ser Klimber, una insurtech que –como anticipó iProUP se trata de una join-venture en la que Clarín se unió a Prudential Seguros para ofrecer coberturas de vida y salud

"Son dos productos separados. Pero si tienen una evolución. Bimo no está limitado: lo que estamos buscando es crear ese ecosistema, alianzas que sean superadoras", remarca Giménez Zapiola a iProUP.

Según Kalós, Bimo será un fuerte competidor "de billeteras de los bancos, en especial las plataformas del Provincia y el Nación, que son intentos previos de tener una base de pago electrónico". Pero no sólo eso.

"Está claro que el principal rival es Mercado Pago, que tomó una gran magnitud en el último año por el contexto de la pandemia. No tiene competencia de ningún otro actor individual en cuanto a la cantidad de usuarios y negocios adheridos", asegura el economista.

Así, los principales jugadores del sector "medios" (de comunicación y de pago) se unieron para llevar una propuesta que no sólo permita abonar fácilmente y sin manejar efectivo, sino también conseguir el mejor precio posible en cada compra. Un cóctel más que apetecible en tiempos de crisis.

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