Con la pandemia, muchos argentinos comenzaron a aprovechar el uso de la tecnología para realizar trámites sin salir de su casa.
En este contexto, la fintech -empresa financiera que usa las nuevas tecnologías para actividades de este tipo- Ualá, tuvo un gran crecimiento durante la cuarentena. La funcionalidad de pago de servicios a través de la app aumentó en un 300%.
Además de ser una app, Ualá también es una tarjeta Mastercard internacional prepaga que te permite cargar crédito y usarlo dónde y cómo quieras.
En la cuarentena, llegaron a emitir 2 millones de plásticos que enviaron a todo el país.
"Se aceleró un poquito en la cuarentena. Llegamos a las dos millones de tarjeta emitidas. Era algo que teníamos previsto. Lanzamos en octubre de 2018 y venimos creciendo de forma súper fuerte. Además de la emisión de las tarjetas, también vimos cómo cada vez más el uso de las diferentes funcionalidades de la app fueron subiendo", comentó Martín Bellocq, gerente de Marketing e la empresa.
El uso de la app es muy fácil: el usuario debe ingresar a la tienda de Android o iOS, descargar la app, llenar un registro que implica el escaneo del DNI y una foto.
Luego, el sistema corrobora que los datos sean correctos y se envía una tarjeta al hogar de la persona.
"A partir de eso, tenés que recargar la Mastercard para usarla. Esa plata se puede usar para comprar con la tarjeta en cualquier lugar del mundo y además uno puede usarla para otras funcionalidades, como pagar facturas, hacer transferencias, recargar el celular, invertir en un fondo común, etcétera. Todo de forma gratuita" agregó.
A su vez, Ualá tiene una funcionalidad especial, dirigida a adolescentes que consiste en esa misma tarjeta Mastercard que debe ser autorizada por los padres.
Además, los progenitores pueden decidir qué saldo le cargan y luego controlar en qué se gastó el dinero, indicó Cadena3.
"Para los menores, llenás una solicitud y tienen que ser autorizados por los padres. Ayuda a que ellos empiecen a manejar sus finanzas. Solo pueden gastar la plata que los padres les cargan. No hay riesgos", comentó.