Pagos digitales: cuáles son sus riesgos

El efecto cada vez pierde más popularidad, pero con estas innovadoras formas de pego qué nuevas amenazas tiene que enfrentar la sociedad
Por iProUP
Finanzas 4.0
22.07.2020 • 13:54hs • Finanzas 4.0

Un par de años atrás, comprar algo en el supermercado con un medio de pago diferente al efectivo requería de muchos más pasos de lo que requiere hoy. Las tecnologías avanzaron muchísimo en este campo y en muy poco tiempo.

Hace no mucho tiempo atrás, pagar con una tarjeta de crédito representaban un reto adicional a la aventura de compra, porque se debía verificar que el estatus de la tarjeta estuviese en orden. La única forma de chequear esa información era revisando un libro para asegurarse que la tarjeta no tuviera algún reporte. Una vez validado el estatus, se procedía a "planchar" la tarjeta y se firmaba el voucher.

Con el paso de los años y el incremento de nuevas tecnologías, hoy los artículos se pueden escanear en lugar de registrar, los bancos ya están conectados a los comercios, por lo que la validación del estatus de las tarjetas ya es instantánea. Y como todo está en constante cambio, ya existen nuevas formas de realizar los pagos.

Cuáles son estas nuevas formas de pagos

Muchos especialistas afirman que el efectivo dejará de ser la principal forma de pago, ya que los pagos con medios electrónicos tomarán mayor relevancia y estarán prácticamente en todas partes desde lujosos restaurantes, hasta cualquier puesto de comida al paso, informó el sitio Alto Nivel

Por otro lado, las formas de seguridad de esos medios también están evolucionando con tarjetas que no tienen datos para evitar la clonación, tarjetas con números dinámicos que cambian prácticamente con cada operación, transacciones con dos factores de autenticación.

Reconocimiento facial en aeropuerto en China

Además, el reconocimiento facial se convirtió en la nueva llave para muchas cuestiones como desbloquear tu teléfono, acceder a diversas aplicaciones, pagos en algunos lugares e incluso para localizar tu puerta de salida en los aeropuertos, los dos últimos en China.

El lado B, las cyber amenazas

Pero como todo, estos nuevos avances vienen con sus contrapartes negativas y que a veces no se pueden ver en una primera instancia. De hecho, han existido desde hace mucho tiempo sólo que ahora han evolucionado y están cotideanizados.

McAfee menciona que existen 5 cyber amenazas más comunes en la actualidad: Malware, Computer Worm, Spam, Phishing y Bonet. Todas ellas son detonadas por las personas, es decir, los usuarios mismos son los que le abren la puerta a este tipo de amenazas para que se lleven lo más preciado que existe: la información personal.

El riesgo de estas amenazas se puede ver reducido si se utilizan herramientas, como los antivirus, que lo detecten y prevengan su acción. Es importante mencionar que en este tipo de riesgo no hay un acuerdo consensual.

Sin embargo, la curiosidad lleva a los usuarios a realizar actividades que en principio no representan riesgo latente, pero sí pueden tener riesgos colaterales. Y ejemplos más común es cuando se lee los infinitos contratos para pertenecer a una red social o para utilizar alguna aplicación.

Según los estudios de Deloitte, el 9% de las personas lee estas condiciones mientras que el 91% restante, no lee acuerdos del servicio.

Además, Jonathan Obar de la Universidad de York en Toronto y Anne Oeldorf-Hirsch de la Universidad de Connecticut, realizó un experimento de una nueva red social falsa llamada Name Drop, donde las personas que quisieran ser miembros deberían dar a su primer hijo como pago y que todo lo que compartieran se le entregaría a la Agencia Nacional de Seguridad, el 98% aceptó pertenecer a la nueva red social falsa.

Messi en FaceApp

Aún consciente de todas esas amenazas, los usuarios siguen brindando voluntariamente su información a extraños para que la tengan. Un ejemplo de la vida real que muchas personas vio, escuchó o utilizó fue la aplicación de FaceApp, donde con una fotografía de tu rostro y un poco de inteligencia artificial, se podía ver al usuario en una edad adulta y últimamente con un género diferente.

Las empresas deben prepararse para hacer uso de los nuevos sistemas de pago y su tecnología, pero también deben estar preparadas para manejar estos "nuevos" datos sensibles que estarán recibiendo con cada transacción.

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