Este repunte del mercado puede ser tan falso como algunos de los desinfectantes de manos de contrabando vendidos a través de Amazon e eBay por precios extravagantes a unas masas preocupadas y en cuarentena.

A pesar de que, solo en las últimas cinco semanas, 26,45 millones de estadounidenses han presentado solicitudes de prestación por desempleo y de que la temporada de ganancias del primer trimestre hasta ahora ha sido tan dolorosa como que te obliguen a ver "Rey Tigre" por tercera vez, el S&P 500 (^GSPC) ha repuntado un 27 % desde los mínimos alcanzados el 23 de marzo. 

Según Yahoo, el PER (ratio precio-beneficio por acción) a futuro del S&P 500, situado en 21 o similar, se encuentra en sus niveles más altos desde justo antes que estallara la burbuja tecnológica en diciembre de 2001.

Una locura.

Se podría pensar que Estados Unidos está en expansión económica y que el crecimiento de los beneficios por acción se está acelerando entre las empresas, lejos de estarse debilitando por la pandemia de coronavirus.

"Todos los datos son terribles, pero están siendo menos malos de lo que se decía hace un par de semanas y eso es especialmente cierto con las solicitudes de prestación por desempleo. Así que los mercados se están centrando en esa tasa de cambio marginal y piensan que lo peor habrá pasado cuando dejemos atrás mayo y entremos en junio", dijo el fundador de Sevens Report Research, Tom Essaye en The First Trade de Yahoo Finance.

Muy bien expresado.

Pero la pregunta que deberían estar haciéndose ahora los inversores alcistas es si el repunte respecto a los mínimos de marzo realmente es tan sólido. ¿Están realmente aceptando la perspectiva de que la economía de Estados Unidos volverá a crear empleo y a crecer en verano? ¿O este repunte está impulsado por los especuladores de alto impacto (véase, fondos de cobertura) que vuelven a realizar operaciones de probada eficacia en empresas tecnológicas de capitalización alta? A su vez, se está generado el señuelo que atrapará a los bobos justo antes de que el mercado vuelva a tocar fondo de nuevo.

Los datos respaldan esta última observación.

Las cinco acciones tecnológicas de capitalización alta

En 2020, las cinco acciones con mayor capitalización del S&P 500 comprendían el 18 % de toda su capitalización de mercado, lo que iguala a estas acciones con su pico alcanzado en la burbuja tecnológica de marzo de 2000, señalan estrategas de Goldman Sachs. Desde entonces, estas acciones ‒Microsoft, Apple, Amazon, Google y Facebook‒ han subido hasta representar el 20 % de la capitalización total del mercado del índice S&P 500.

Visto de otra manera, estas cinco acciones de capitalización alta, todas ellas, han superado positivamente y con creces la caída del 14 % del S&P 500, de acuerdo a los datos de Yahoo Finance Premium, impulsadas por las acciones de Amazon (AMZN), que se han disparado un 30 %. En efecto, los inversores prácticamente se han olvidado de las otras 495 acciones del índice de referencia porque, por alguna razón, confían menos en su capacidad para sortear bien la situación desencadenada por el coronavirus.

Sin embargo, para que el repunte del mercado sea robusto, debería verse apuntalado por la confianza de que más de cinco empresas saldrán de esta situación. ¿Dónde están las jugadas que apuesten por las firmas industriales? ¿Qué tal si hacemos algo con las maltrechas reservas de petróleo? Si la economía vuelve a ponerse en marcha en algún momento de este año, ¿no necesitaremos más petróleo que el que tenemos actualmente?

"Muchos actores del mercado ‒ incluidos nosotros‒ han expresado su incredulidad por el hecho de que las operaciones del S&P 500 coticen solo un 17 % por debajo de sus máximos históricos en medio del mayor shock económico de casi un siglo. Sin embargo, bajo la superficie del mercado, el componente promedio del S&P 500 cotiza un 28 % por debajo de su máximo histórico. Esta brecha de 11 puntos porcentuales nos da una medida de la amplitud del mercado, que ahora experimenta una desviación estándar por debajo de su promedio histórico", escribe el equipo de estrategia de renta variable de Goldman Sachs.

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