Luego de que el Banco Central estableciera medidas para las fintech, más favorables de las que habían sido anunciadas anteriormente, el sector de las nuevas financieras digitales enfrenta otro foco de conflicto.

Simultáneamente con este movimiento de la autoridad monetaria, La Bancaria, dirigida por Sergio Palazzo, presente ante el BCRA un pedido de nueve puntos en el que reclama el encuadramiento de los trabajadores fintech.

La Bancaria dirigió una carta al presidente del BCRA exigiendo mismo marco regulatorio para las fintech

La industria, que creció 70% en cantidad de empresas durante el año pasado, ya cuenta con unos 9.500 empleados, de los cuales el 40% corresponde a perfiles de tecnología.

Si bien estas compañías no realizan intermediación financiera (es decir, usar depósitos para ofrecer préstamos) no son alcanzadas por la ley Entidades Financieras. En otras palabras, se mueven fuera de la órbita del organismo que preside Miguel Ángel Pesce.

Sin embargo, para el gremio que dirige Palazzo, la actividad de las fintech es muy similar a la de los bancos. Por eso, el sindicato extendió una carta a la autoridad monetaria para pedir que se las considere entidades financieras para que sus trabajadores puedan ser afiliados en La Bancaria.

Los puntos de Palazzo

Más allá de los enfrentamientos entre el líder bancario y el CEO de Mercado Libre, Marcos Galperin, los dos protagonistas de la historia compartieron un almuerzo organizado por la Cámara Argentina Fintech el 31 de octubre, tal como adelantó iProUP.

Si bien los participantes afirmaron que el convite fue en sus mejores términos, el titular de La Bancaria aprovechó la reunión de Directorio del Central que terminó fijando algunas regulaciones a las financieras digitales.

En una carta, establece 11 puntos básicos por los cuales los trabajadores de las fintech deben ser reguladas como los bancos.

El escrito señala que "de acuerdo con la legislación nacional, la actividad financiera se encuentra sujeta a regulaciones específicas que atienden a la preservación del ahorro de los depositantes y la protección de los usuarios financieros frente a prácticas abusivas y los objetivos de preservación de la estabilidad financiera y prevención de contra al lavado de activos".

Por lo tanto, las empresas dedicadas "a intermediar activos financieros deben contar con autorización previa emitida por autoridad competente", por lo que asegura que las fintech realizan "intermediación de activos captados del público para su posterior colocación a través de operaciones de crédito" y, en consecuencia, deberían solicitar una licencia ante el Banco Central.

De este listado, el punto más importante es el 5, donde se argumenta que la Carta Orgánica de la entidad establece que el uso de fondos propios para colocar prestamos no es un impedimento "para exigir licencia previa cuando la envergadura del negocio y el volumen de las operaciones justifiquen la incorporación de la persona jurídica bajo el alcance de las disposiciones de la Ley de Entidades".

El punto 6, agrega, que la transformación que la tecnología permitió en las "plataformas financieras consiste en realizar operaciones de generación de créditos en base a transacciones digitales que favorecen el desarrollo de modelos de moneda endógena, abriendo un abanico más activo y amplio de formas de intermediación que trasvasan las modalidades clásicas".

El escrito también remarca que las fintech deberían cumplir con "obligaciones y responsabilidades como la remisión de balances y estados contables, aspectos patrimoniales, exigencias de efecto mínimo, medidas mínimas de seguridad, normas mínimas de auditoría externa y controles internos vinculados con riesgo operacional".

El proyecto

Además del pedido al BCRA, Palazzo planea presentar ante el Ministerio de Trabajo una solicitud de encuadre gremial de todos los empleados fintech, que actualmente están afiliados al Sindicato de Comercio, salvo los puestos directivos que están fuera de en convenio.

"Los equipos técnicos están avanzando para hacer cuanto antes en la presentación", había asegurado a iProUP el gremialista, quien agregó: "Los trabajadores fintech son bancarios, sencillamente porque realizan tareas bancarias". Además, había adelantado que "no sólo irá contra Mercado Libre" y que "la mayor facturación de la empresa de Galperin proviene de Mercado Pago y de Mercado Crédito".

Para Palazzo, hay que separar a los empleados que realizan estas tareas (a quienes apunta a encuadrar), respecto de quienes se desempeñan en la plataforma de ecommerce, que podrán seguir en Comercio.

"Ahora vamos por todas las plataformas digitales que brindan servicios financieros. Iremos por la actividad, que cuenta con jugadores más chicos y más grandes", aseguró el líder bancario a iProUP.

Ese documento fue trabajado por los siguientes expertos:

- El abogado Hernán Letcher

- La economista Julia Estrada

- Pedro Biscay, quien fuera nombrado como director en el BCRA por el ex Ministro de Economía Axel Kicillof y removido por decreto durante el macrismo

- El politólogo Eduardo Codianni, director y miembro fundador del Centro de Estudios de Integración Financiera

- El estudio jurídico de Héctor Recalde, abogado de la CGT y exdiputado del Frente para la Victoria

Este nuevo convenio no se está armando "a medida" de las fintech, sino que la idea es "extrapolar el de los bancarios, respetando el salario base, los bonos, la duración de la jornada laboral, las categorías y la carrera".

Con el último aumento que recibió su sector y que cerró la paritaria en 50%, los bancarios pasarán a cobrar un sueldo base de casi $60.000 a fin de 2019, mientras que el básico del gremio mercantil para agosto es de la mitad.

A esto hay que agregar que el 6 de noviembre, Día del Bancario, los asalariados cobraron su tradicional bono, también en el orden de los $50.000.

Por lo pronto, varias entidades tradicionales ya armaron sus propias fintech, como es el caso del propio Banco Nación y su billetera PIM, que depende de la empresa Nación Servicios y ya ha recibido quejas de La Bancaria; o el Galicia, con Naranja X.

El caso de los bancos digitales –como Wilobank, Brubank y Rebanking– es distinto: como requieren de una licencia del BCRA para operar y están habilitados para intermediación financiera, sus trabajadores deben estar encuadrados en el convenio bancario.

Para Palazzo, no sólo hace falta encuadrar a los trabajadores fintech dentro de su gremio. Hace tiempo que viene pregonando que estas nuevas empresas deben estar sujetas a las mismas obligaciones que las tradicionales. Su postura coincide con la de muchos banqueros que mastican bronca ante lo que creen que es competencia desleal.

"Tiene que haber un ente que regule a las fintech. Nadie las controla ni siquiera en temas sobre lavado de dinero. Tampoco están obligadas a realizar retenciones de Ganancias e Ingresos Brutos como sí lo está el resto de las entidades financieras", había adelantado Palazzo a iProUP.

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