Javier Milei envió al Senado el proyecto de reforma laboral impulsada por el Gobierno, que promueve una profunda modificación del régimen vigente, con eje en cuestiones clave que prometen transformar el mercado del trabajo.
El Congreso se prepara para discutir una segunda etapa de reforma laboral y debatir en modificaciones, entre las que se destacan:
El Gobierno presentó la reforma como parte central de su agenda de "modernización" y alega que favorecerá la formalización de trabajadores y la generación de empleo.
Consultado por iProUP, Carlos Ruiz Lapuente, abogado y contador que se desempeña como asesor de inversiones, comenta que el proyecto de reforma introduce "figuras novedosas" como el Fondo de Cese Laboral, que busca "dar previsibilidad al costo de despido".
Entre los cambios más relevantes que promete incentivar la contratación en negocios y empresas emergentes, y para reducir el costo y la incertidumbre asociados a litigios laborales, aparecen:
Ruiz Lapuente remarca que "la Argentina ofrece una amnistía para formalizar deudas pasadas, un incentivo mucho más fuerte y puntual al regente". Con ello, señaló que la reforma apunta a "atacar la informalidad laboral", que ronda el 43% a nivel nacional.
Para las startups, la reforma abre el abanico en una serie de oportunidades como la posibilidad de negociar condiciones a nivel empresarial y la reducción potencial del costo de indemnizaciones pueden facilitar contrataciones tempranas y escalar planteles con menos fricciones regulatorias.
Sin embargo, la flexibilización también traslada mayor exposición reputacional y riesgo de conflictividad laboral si se perciben retrocesos en condiciones o protecciones; así, las startups, cuyo valor depende en buena medida del talento, quedarían en amplia desventaja frente a grandes multinacionales por cuestiones ligadas a una mayor rotación laborales y dificultades para atraer perfiles senior competentes.
La reforma no reforma explícitamente los instrumentos de equity o stock options, pero al flexibilizar las reglas laborales y facilitar acuerdos de empresa, abre la puerta a formatos contractuales más personalizados que incorporen componentes variables (bonos u opciones de vesting).
"Se debe abrir el debate sobre la actualización de nuestro marco normativo laboral. La legislación vigente fue diseñada para un modelo productivo que ya no refleja la realidad actual: uno en el que la estabilidad y la remuneración por tiempo eran los principales valores protegidos, en un marco donde el trabajo físico era mayoritario y el conocimiento adquirido inicialmente alcanzaba para toda la carera laboral", precisa Luis Guastini, Director General y Presidente de ManpowerGroup Argentina.
"En la actualidad, la tecnología redefine las reglas del juego y el conocimiento se vuelve obsoleto con rapidez, por lo que la empleabilidad —la capacidad de mantenerse vigente en el mercado— emerge como un nuevo valor que merece protección", agrega el ejecutivo.
Respecto al vínculo entre la reforma y el régimen de monotributo, Ruíz Lapuente explica: "Se busca permitir que un trabajador autónomo (monotributista o no) pueda contratar hasta tres ‘trabajadores independientes colaboradores’ sin que se configure una relación de dependencia laboral tradicional".
Esta figura, según su análisis, pretende "crear un espacio intermedio entre el empleado dependiente y el autónomo puro". Si bien la figura se creó con la Ley Bases, el borrador de la Reforma Laboral excluye a los monotributistas colaboradores de la Ley de Contrato de Trabajo, ofreciendo mayor seguridad jurídica al emprendedor.
Otro cambio relevante es la ampliación del período de prueba, que se extiende de tres a ocho meses. Durante ese lapso, los trabajadores no tendrán derecho a indemnización en caso de despido, lo que se traduce en un alivio para los empleadores, pero una pérdida de protección para asalariados.
Sobre este punto, el jurista opina que la extensión propuesta en el proyecto, que incluso puede llegar a un año en microempresas, representa un incentivo fuerte para la contratación, aunque también genera críticas por el riesgo de rotación laboral.
Otro de los puntos clave que salpica directamente a las firmas emergentes son los cambios en jornada y modalidades contractuales que favorecerían esquemas híbridos y trabajos por proyectos, típicos en el sector del Conocimiento, pero que requieren políticas internas claras para retener empleados clave.
En materia legal, distintos especialistas consultados recomiendan a fundadores y directores de Recursos Humanos revisar y actualizar contratos, documentar acuerdos unilaterales con empleados claves, diseñar políticas de compensación que incluyan cláusulas de vesting y salida, y contar con asesoramiento laboral que traduzca las nuevas opciones legales en mecanismos de gobernanza y mitigación de riesgos.
En esta línea, alegan, las medidas ayudarían a "capitalizar las oportunidades de flexibilidad sin exponer la operación a conflictos judiciales o daños reputacionales".
"La reforma argentina que se pretende aprobar busca más libertad y menos riesgo para el empleador (principalmente PyMEs y emprendedores) a través de cambios legales amplios", resume Ruíz Lapuente.
Por su parte, Guastini enfatiza que, "aunque está claro que las leyes o cambios normativos por sí solos no crean trabajo, ya que eso depende de la actividad económica", factores como la estabilidad y las inversiones, "sí pueden favorecer su crecimiento si promueven claridad, reducen la conflictividad, se adaptan y contemplan a las Pymes y estimulan relaciones laborales más dinámicas, modernas y acordes al contexto".