Las startups suelen ser organizaciones más agiles y flexibles que las grandes empresas las cuales, por lo general, se enfrentan a desafíos organizativos debido al dinamismo y evolución propio de la etapa en la que se encuentran, que incluyen rápido crecimiento y recursos limitados en algunos casos.
Para motivar a sus colaboradores muchos aspectos se ponen en juego sus equipos de trabajo, como puede ser el generar espacios de trabajo colaborativos donde se fomente el intercambio de ideas y se valoren los aportes de las distintas personas sin importar su rol jerárquico o trabajar con estructuras más flexibles y no tan jerárquicas.
Otro punto clave es establecer objetivos comunes, ya que el impacto de cualquier acción en cualquier área de la empresa afecta a todos. Por eso, es importante que se involucren activamente en cada oportunidad de mejora, en cada desafío.
Realizar actividades de Team Building fuera del ámbito laboral puede ser otra forma de fomentar la colaboración y el compromiso del talento, mientras se afianzan lazos entre los miembros del equipo.
A través de diferentes actividades lúdicas, juegos de simulación y metafóricos se pueden trabajar y transferir herramientas relacionadas principalmente con el trabajo en equipo.
La comunicación, la negociación y pensar en términos de resultados, entre otras herramientas, se diseñan y se definen en base a los objetivos de cada compañía para el desarrollo de este tipo de actividades.
Adicionalmente, se debe hacer foco en el esquema de compensación total; las empresas deben poner foco no solamente en un salario competitivo, sino también en los beneficios y prácticas de work life balance.
El reconocimiento siempre juega un papel clave en la motivación y el compromiso de las personas, que involucran el "sentirse parte", el poder generar valor y generar aportes significativos al negocio.
Esto último es algo que, en general, suele darse con mayor facilidad en las startups que en otro tipo de organizaciones, simplemente por el estadío de la misma.
La autonomía para la toma de decisiones y el espacio para la innovación son otros de los puntos que suelen ayudar a las startups en los niveles de motivación.
También, el establecer objetivos claros y alcanzables, que sean desafiantes, pero también realistas es un punto fundamental para mantener la motivación del equipo, su rendimiento y productividad.
A su vez, la comunicación juega un papel crucial: una comunicación clara, efectiva y abierta que tenga como objetivo fomentar un ambiente de trabajo colaborativo puede ser clave.
El feedback/feedfoward hacia los colaboradores de forma constante y brindar posibilidades de crecer y desarrollarse cuando el negocio lo permita son aspectos importantes para sostener la motivación en el tiempo.
La capacitación constante y brindar herramientas para hacer frente a los contextos dinámicos y cambiantes a los que las organizaciones se encuentran inmersos, también resultará trascendental.
Es muy importante tener presente que la motivación no es un concepto estático, incluso es diferente entre las personas que conforman un mismo equipo.
Lo que puede generar mayor motivación en un colaborador puede no ser lo mismo que otro. Por lo cual, es un trabajo complejo, continuo y sistémico de los líderes de la empresa de mantener la motivación de sus equipos a cargo.
*Por Natalia Terlizzi, CEO de Hucap