Bitcoin volvió a mostrar su sensibilidad a las señales del mercado corporativo. La criptomoneda superó los u$s91.000 luego de que Michael Saylor, presidente de Strategy (ex MicroStrategy), publicara en redes sociales un nuevo "punto naranja", una señal que en anteriores oportunidades estuvo asociada a compras institucionales de BTC.

El movimiento fue inmediato: el precio pasó de niveles inferiores a los u$s88.000 hasta tocar máximos cercanos a los u$s91.700 en cuestión de horas, con un rango diario que se movió entre los u$s87.887 y los u$s91.673.

Más allá de la rapidez del repunte, el episodio volvió a dejar en evidencia el peso que tienen las figuras empresariales en la psicología del mercado cripto.

La reacción se dio incluso en un contexto de "miedo extremo" reflejado en los indicadores de sentimiento. A pesar de ese clima, los datos de posicionamiento mostraron un sesgo alcista.

Detrás de esta dinámica está la estrategia de acumulación de Strategy, que mantiene aproximadamente 650.000 BTC, con un precio promedio de compra de u$s74.436 y una ganancia no realizada cercana al 19,5%.

En este contexto, los analistas comenzaron a mirar con mayor atención la llamada "línea verde", que refleja el costo promedio de las tenencias de la firma y que se volvió un punto de referencia para el mercado.

Al mismo tiempo, la propia compañía atraviesa una etapa de definiciones. En los últimos días, Strategy adquirió 130 BTC adicionales por unos u$s11,7 millones y cuenta con una reserva de liquidez de alrededor de u$s1.440 millones para cubrir compromisos financieros en el corto y mediano plazo. Sin embargo, su CEO, Phong Le, dejó entrever que la empresa podría llegar a vender parte de sus tenencias si el valor de sus acciones cae por debajo de ciertas métricas vinculadas al valor neto ajustado.

Este punto marcó un quiebre en la narrativa histórica de "nunca vender" que caracterizó a la compañía durante los últimos años. Además, las acciones de la empresa muestran una baja superior al 60% desde sus máximos recientes, lo que llevó a algunos analistas a comparar su comportamiento con el de un instrumento similar a un ETF apalancado, dada su estrecha relación con la evolución de Bitcoin.

En este escenario, el "punto naranja" volvió a funcionar como un disparador emocional para el mercado. El precio de Bitcoin sigue respondiendo con fuerza a las señales de acumulación institucional, incluso cuando el sentimiento general permanece frágil y dominado por la incertidumbre.

La sostenibilidad del movimiento, coinciden los analistas, dependerá no solo de la continuidad de estas señales, sino también del contexto macroeconómico y de las decisiones que tome Strategy en relación con su balance. Por ahora, el mercado permanece atento a cada nuevo gesto de Saylor.

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