El mercado cripto acaba de dejar atrás uno de los episodios más violentos de 2025 y, entre los escombros de la mayor cascada de liquidaciones del año, emergió un ganador inesperado: el Chicago Mercantile Exchange (CME).
El CME o Bolsa de Chicago es el mercado de derivados más grande del mundo, en el que operan bancos, fondos, aseguradoras, empresas multinacionales y cualquier jugador que necesite cobertura "seria".
Por primera vez desde el apogeo de las exchanges offshore, el gigante institucional estadounidense superó a Binance como la entidad con mayor open interest en derivados, según informe de CoinDesk. No es un dato técnico, si no más bien parece una rotación de poder en el corazón del mercado cripto.
Un reset violento que cambió la tabla de posiciones
Octubre fue una montaña rusa. La actividad combinada entre spot y derivados explotó a u$s10,3 billones ( 26% mensual) impulsada por una volatilidad que solo se ve en los grandes resets del mercado.
El 10 de octubre ocurrió la "bala de plata": la mayor liquidación del año, u$s20.000 millones en un solo día, borró u$s 60.000 millones de open interest de los futuros. Esa caída simultánea en posiciones largas y cortas funcionó como una centrifugadora que sacudió tanto a traders minoristas como a mesas institucionales.
El derrumbe abrió una ventana para un fenómeno que llevaba meses gestándose: la migración silenciosa del leverage o apalancamiento hacia infraestructuras reguladas y con clearing institucional, es decir, el sistema por el cual un mercado regulado (como el CME) garantiza, liquida y gestiona el riesgo de todas las operaciones de futuros y opciones.
CME toma el control en el momento más crítico
Con el mercado aún con olor a pólvora, los números fueron contundentes:
- CME: 23,2% del open interest global
- Binance: 18,8%
- Bybit: 11%
Binance y Bybit, reyes históricos del apalancamiento offshore, fueron los más golpeados: el informe muestra caídas de 23,6% y 30,6% en su open interest durante el mes. CME, en cambio, aprovechó la fuga hacia esquemas regulados, un clásico post liquidaciones agresivas, para consolidar su liderazgo.
Es que la demanda de futuros y opciones reguladas para cobertura institucional viene en pleno ascenso y octubre marcó récords.
Según CoinDesk, el volumen de derivados en el CME saltó 21,5% hasta u$s349.000 M, consolidando el giro hacia infraestructura regulada. Los futuros de Bitcoin crecieron 25,7%, y las opciones BTC directamente se dispararon 113%, un movimiento que habla de un mercado institucional que volvió a pagar por protección.
¿El fin del dominio de los exchanges offshore?
El CME flippening es simbólico: Binance fue, por años, el epicentro del riesgo, la liquidez y el apalancamiento cripto. Pero octubre mostró que esa etapa ya no define al mercado. Los datos del informe exhiben un desplazamiento estructural:
- Mayor uso de productos regulados (CME)
- Menor concentración del open interest en exchanges offshore
Aumento del volumen spot y contratos perpetuos en plataformas que crecieron sin el estigma regulatorio, como Gate, que alcanzó un market share récord del 6% y se volvió el segundo exchange spot del mundo.
Todo indica que el mercado está entrando en una nueva fase, en la cual la liquidez no se define únicamente por quien ofrece más apalancamiento, sino por quien da más garantías, mejor clearing y menor riesgo sistémico.
Ramiro Rodríguez, CFO de Fiwind explica en diálogo con iProUP que, el hecho de que CME se esté quedando con una porción tan grande del open interest no es bueno ni malo en sí mismo, pero sí revela algo profundo.
"El mercado cripto está empezando a parecerse cada vez más al financiero tradicional. Para algunos, es una señal de madurez. Para otros, implica que el ecosistema se aleja de aquello que lo hizo atractivo en sus inicios: más descentralización, mayor diversidad de jugadores y menos dependencia de estructuras tradicionales", advierte el especialista.
Rodríguez analiza que, el riesgo de que tanto volumen quede concentrado en CME es claro. "Si algún día enfrenta un problema regulatorio, técnico o de liquidez, el impacto sería mucho más severo que si lo sufre una exchange cripto promedio. A esto se suma que gran parte del open interest proviene de institucionales que operan estrategias de arbitraje entre ETF, spot y futuros", comenta.
Ese comportamiento puede volver al mercado cripto más sensible a cambios en flujos macroeconómicos o decisiones regulatorias, porque su núcleo operativo empieza a depender de dinámicas típicas de Wall Street.
En cuanto a la ola de liquidaciones masivas, indica Rodríguez, el episodio probablemente funcionó como señal de estrés estructural dentro del mercado de derivados cripto. "Recordó a muchos inversores que la combinación exchange offshore, más apalancamiento extremo puede golpear de manera repentina y desproporcionada. Ese recordatorio, paradójicamente, puede favorecer a plataformas más reguladas y con clearing institucional, como CME", advirtió.
Aun con derivados moviendo u$s7,56 billones en octubre (nivel más alto de 2025), la estructura cambió. El open interest cayó 21,4% hasta los u$s160.000 millones, pero el volumen no: eso implica un mercado más volátil, más corto de vencimientos y con menor capacidad de absorción de shocks.
El 10-O como punto de inflexión
Diego Gutiérrez Zaldívar, cofundador de Rootstock y CEO de RootstockLabs, advierte a iProUP que "las liquidaciones del 10 de octubre ocurrieron, en su enorme mayoría, dentro de Binance".
Según explica, varios operadores atribuyen el episodio a problemas internos del exchange, algo que no solo golpea la percepción del mercado, sino que abre espacio para que los jugadores tradicionales ganen terreno. Aun así, aclara que el fenómeno no es suficiente para hablar de un cambio de tendencia definitivo.
"Lo que viene es un escenario donde todas las exchanges cripto van a tener que elevar el nivel. Van a competir de igual a igual contra operadores tradicionales, con estándares de riesgo y reglas mucho más exigentes", advierte el experto.
Para Gutiérrez Zaldívar, el proceso recién empieza: "CME y Binance no son sustitutos; juegan en ligas distintas. CME opera en un entorno altamente regulado y con participantes institucionales, mientras que Binance funciona a escala global, con otro tipo de estructura y usuarios".
"Una cosa no reemplaza a la otra, pero la competencia entre el mundo tradicional y el cripto ya es un hecho en la operación de activos digitales", concluye.