Tether Holdings Ltd., la empresa detrás de la stablecoin USDT, confirmó a las autoridades del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de Uruguay el cierre total de sus operaciones en el país y el despido de 30 de los 38 empleados que integraban su plantilla.
Esta decisión se comunicó en las últimas horas, en el marco de una reunión en la sede de la Dirección Nacional de Trabajo, donde la compañía expuso los motivos que frenaron un proyecto que se había presentado como una de las mayores apuestas tecnológicas del país, informó El Observador.
El plan original apuntaba a una inversión de u$s500 millones para instalar tres centros de procesamiento de datos en Florida y Tacuarembó, con una demanda estimada de 165 MW, además de un parque de generación eólica y fotovoltaica de 300 MW.
De ese total, se ejecutaron más de u$s100 millones y otros u$s50 millones estaban destinados a infraestructura que quedaría en manos de UTE y del sistema interconectado nacional. Sin embargo, la iniciativa perdió viabilidad económica bajo las condiciones actuales.
Según la empresa, los costos energéticos fueron el punto crítico. Las tarifas asociadas al peaje de 31.5 kV aplicadas en Florida y los términos contractuales incrementaron los gastos operativos por encima de lo sostenible.
Tether había solicitado desde noviembre de 2023 un esquema tarifario más competitivo. Entre las alternativas propuestas figuraba una migración a peajes de 150 kV y una modificación del contrato de compra de energía, una opción que, según analistas locales, incluso podía generar beneficios para UTE y evitar obras adicionales. Ninguna de esas alternativas avanzó lo suficiente, según se pudo conocer.
El contexto se tensó en septiembre, cuando comenzaron a circular versiones que anticipaban la retirada. El medio Telemundo informó que UTE había cortado el suministro eléctrico a las instalaciones por el impago de una factura de u$s2 millones, además de deudas adicionales por u$s2.8 millones vinculadas a otros proyectos.
Tether, sin embargo, negó que la salida respondiera a un conflicto por deuda y aclaró que la firma local encargada de las operaciones mantenía conversaciones con el gobierno para ordenar la situación.
Esta retirada abre interrogantes sobre el futuro del ecosistema energético y tecnológico que Tether había proyectado. El país pierde un despliegue que prometía infraestructura renovable, centros de datos y una apuesta de largo plazo.
Ahora, mientras la empresa redefine su estrategia regional, Uruguay revisa su postura frente a megaproyectos de minería cripto, un sector que depende de manera directa del costo y la estabilidad de la energía.