El mercado cripto arrancó la semana con una novedad que hacía ruido desde hace meses: Grayscale finalmente listó su fondo cotizado en bolsa (ETF) de XRP, bajo el ticker GXRP, en la bolsa NYSE Arca, con una comisión del 0%.
No solo es un movimiento estratégico de la mayor gestora de activos digitales del mundo, sino también un gesto de confianza hacia un token que pasó años bajo la sombra regulatoria de la SEC.
De esta manera, XRP se convirtió en el tercer activo digital con presencia fuerte dentro de la familia de ETF al contado de Grayscale, que ya impulsó productos de Bitcoin, Ethereum, Dogecoin y Solana.
La firma, con unos u$s35.000 millones bajo gestión, continúa afinando su transición: convertir fideicomisos privados en instrumentos regulados y accesibles para inversores tradicionales.
Un ETF que llega en el momento justo
El lanzamiento del GXRP no es menor. El producto mantiene tenencias directas del token y replica su precio sin que el inversor deba custodiarlo. Para un mercado cada vez más institucionalizado, es una puerta de entrada limpia y regulada a un ecosistema que recién vuelve a respirar con normalidad luego del litigio entre Ripple y la SEC, que terminó en 2025 con la validación judicial de que las ventas programáticas de XRP en exchanges no eran valores.
Con este contexto despejado, Grayscale aprovechó el envión. No es la única: Bitwise, Canary Capital y Franklin Templeton vienen ampliando su oferta de productos centrados en XRP, y la competencia por captar flujo institucional está más activa que nunca.
El primer ETF de XRP de Grayscale, que ofrece una comisión del 0%, ya cotiza en la bolsa de valores NYSE ARCA
En paralelo, la misma Grayscale estrenó su ETF al contado de Dogecoin, GDOG, y ya cubre más de 45 tokens dentro de su línea de productos. El timing es perfecto: el sector vive un repunte regulatorio bajo la nueva administración, con mesas de diálogo, cierres de investigaciones y reglas en revisión.
El precio de XRP reacciona, pero la estructura técnica sigue tensionada
El impacto inmediato del ETF se notó rápido: XRP subió más de 7% en 24 horas y logró frenar parte de las pérdidas acumuladas en una semana especialmente volátil. Al momento del último registro, operaba en la zona de u$s2,23 por unidad, aunque todavía arrastraba un retroceso cercano al 20% en el último mes.
"A primera vista, el rebote luce saludable. Pero debajo de la superficie, los indicadores muestran un mercado dividido", aporta a iProUP la analista financiera y cripto Laura Ventura.
El On-Balance Volume (OBV), una métrica clave para medir entrada o salida de volumen real, finalmente se movió por encima de su línea de tendencia corta. "Es una señal positiva: los compradores vuelven", señala Ventura. Sin embargo, la experta cree que todavía "la ruptura es marginal y recuerda demasiado al intento fallido del 18 de noviembre, cuando un retroceso abrupto derivó en una caída del 19% en solo tres días".
A esto se suma un obstáculo pesado: entre u$s2,16 y u$s2,17, se concentra un clúster de oferta equivalente a 1.360 millones de XRP, valuados en unos u$s2.860 millones. "Son holders cerca del punto de equilibrio que suelen vender en recuperaciones breves, generando techos difíciles de superar", concluye la especialista.
El riesgo técnico que todos miran: la inminente cruz bajista
La señal más sensible es la configuración de las medias móviles exponenciales (EMA). "Tanto la EMA de 100 días como la EMA de 200 días se inclinan hacia abajo, y la primera está a un paso de cruzar por debajo de la segunda", indica el analista Emiliano Luque a iProUP.
"Esa cruz bajista, si se confirma, podría empujar el precio hacia la zona de u$s1,81, el mismo nivel al que apuntaron velas anteriores. Sería una caída del 13% desde los valores actuales", advierte.
Para Luque, "la única forma de invalidar este escenario es un cierre diario claro por encima de u$s2,25. Ese nivel permitiría absorber la presión del clúster de oferta y dar vuelta la EMA de 100 días. Hasta que eso ocurra, el sesgo bajista permanece intacto incluso con mejora en el OBV".
Las Medias Móviles Exponenciales (EMA) son uno de los indicadores de análisis técnico más valorados por los traders y sirven para suavizar la acción del precio y confirmar la dirección de una tendencia. A diferencia de las medias móviles simples, las EMA dan más peso a los precios recientes, reaccionando con mayor sensibilidad a los movimientos del mercado.
En este contexto, la configuración de la EMA de 100 días y la EMA de 200 días es crítica: si la línea de corto plazo (100 días) cruza por debajo de la línea de largo plazo (200 días), se configura lo que en el análisis se conoce como una "cruz de la muerte" (death cross). Este patrón es históricamente un fuerte indicador bajista que suele anticipar una prolongación de la corrección y una caída más profunda del activo.
Qué puede pasar en el corto plazo
El debut del ETF de Grayscale ofrece narrativa, flujo potencial y legitimidad regulatoria. Pero el precio de XRP sigue atrapado entre dos fuerzas:
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El impulso institucional que trae GXRP, que puede atraer compras sostenidas.
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Una estructura técnica frágil, que apunta a una corrección si el mercado no logra romper resistencias clave.
En lo inmediato, lo más probable es un periodo de alta volatilidad. Si el ETF logra generar demanda real (como ocurrió con Bitcoin y Ethereum en sus primeros días) el token podría consolidarse y atacar nuevamente la zona de u$s2,35. Si falla, el escenario de retroceso hacia u$s1,81 vuelve a escena. Y ese nuevo flujo, en un mercado sensible, puede ser decisivo.
Mientras tanto, el ecosistema XRP continúa creciendo. Con más de 4.000 millones de transacciones procesadas, soporte nativo para emisión de tokens, un DEX integrado y compatibilidad con NFT, el XRPL sigue ampliando su utilidad más allá de los pagos transfronterizos. El ETF no cambia su naturaleza, pero sí cambia su alcance: un puente regulado para capital institucional.