El precio de hash cayó a u$s37,48 por petahash por segundo (PH/s), un nivel sin precedentes, mientras que la tasa de hash alcanzó un nuevo máximo histórico
24.11.2025 • 18:30hs • MUNDO CRIPTO
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La minería de Bitcoin, en una encrucijada: la dificultad logra un récord mientras el precio se desploma
La minería de Bitcoin (BTC) atraviesa un momento paradójico: mientras la tasa de hash de la red alcanza un nuevo récord histórico, el precio del hash (hashprice), que mide los ingresos diarios de los mineros por unidad de potencia computacional, se desploma a mínimos no vistos en años.
De acuerdo con datos recientes, el precio de hash cayó a u$s37,48 por petahash por segundo (PH/s), un nivel sin precedentes que refleja la presión creciente sobre la rentabilidad de los mineros.
La caída se produce incluso en un contexto en el que el precio de Bitcoin se desplomó hasta los u$s80.000, lo que evidencia que el problema no está en la cotización del activo en sí, sino en la estructura de ingresos de la minería.
Minería de Bitcoin alcanza nuevo récord de hash, pero su precio se derrumba
El principal factor detrás de esta caída en materia minera es la reducción de las comisiones on-chain, que actualmente representan apenas el 0,73% de los pagos a los mineros.
A ello se suma el impacto de los halvings de 2020 y 2024, que redujeron a la mitad las recompensas por bloque y dejaron a los operadores más dependientes de las tarifas de transacción.
Con una actividad on-chain más baja y una dificultad de minado en máximos históricos, los márgenes de ganancia se han estrechado de manera alarmante.
La minería de Bitcoin alcanzó su dificultad más alta, mientras el precio del hash se desploma
La situación genera un escenario complejo. Por un lado, la tasa de hash —indicador de la potencia total de cómputo dedicada a la red— sigue creciendo y marca récords, lo que demuestra que más equipos y operadores se suman a la minería.
Por otro, el hashprice desplomado significa que cada unidad de potencia genera menos ingresos, obligando a los mineros a buscar alternativas para sostener sus operaciones.
La industria podría avanzar hacia una consolidación, con fusiones entre empresas para reducir costos, o incluso hacia la integración de infraestructura de inteligencia artificial (IA), aprovechando la capacidad de los centros de datos para diversificar ingresos.
Sin embargo, si la tendencia se mantiene, muchos esperan los mineros menos eficientes queden fuera del mercado, lo que a largo plazo podría equilibrar la dificultad y mejorar la rentabilidad de quienes sobrevivan.
La caída del hashprice también refleja la creciente profesionalización del sector. Los grandes operadores, con acceso a energía barata y hardware de última generación, pueden resistir mejor la presión, mientras que los pequeños mineros enfrentan un panorama cada vez más adverso.