Hoy puede ser un gran día, dice Joan Manuel Serrat en una de sus canciones más célebres. Algo así piensan por estas horas quienes comandan el proyecto Solana.
Es porque debuta en el mercado estadounidense un nuevo fondo cotizado (ETF) y el evento llega en un momento sensible: Bitcoin atraviesa su corrección más profunda del ciclo, mientras analistas y traders institucionales evalúan si el mercado está frente a un simple retroceso o en las puertas de un cambio estructural.
En ese contrapunto, Solana ganando terreno regulado y BTC absorbiendo estrés, se define la narrativa que marcará las próximas semanas del mercado cripto.
Bitcoin atraviesa su caída más dura del ciclo
BTC corrigió 26,7% desde los máximos recientes y perforó niveles que parecían sólidos semanas atrás. El retroceso, algo mayor al registrado en abril, dejó en rojo los principales indicadores de estructura de mercado: los índices de volatilidad, las señales de estrés y el clásico "miedo extremo" que mide el sentimiento de la comunidad.
El índice de Miedo y Codicia llegó a marcar 10 puntos antes de un leve rebote. Históricamente, cada descenso a esa zona funcionó como punto de inflexión: en promedio, BTC ganó 10% en la primera semana, 23% hacia el día 80 y alrededor de 33% en seis meses. No es una garantía, pero sí una pauta que muchos gestores toman como referencia para identificar zonas donde el mercado suele sobrerreaccionar.
El economista e inversor cripto Claudio Perotti asegura a iProUP que "la magnitud de la liquidación del lunes generó una lectura de volatilidad comparable a episodios de capitulación anteriores". Aun así, el especialista afirma que "la pendiente del índice muestra que el estrés se está reacomodando y no escalando hacia niveles de colapso".
¿Corrección profunda o criptoinvierno?
El punto clave para los analistas no está tanto en la magnitud de la caída sino en su origen. Para Mansilla, "la baja de Bitcoin no responde a un cambio estructural, sino a un movimiento forzado por derivados y liquidez". El analista detalla que los holders de largo plazo vendieron algo más (2,81% en el último mes) pero ese volumen "no alcanza para explicar la baja".
Lo interesante es quién está comprando: las ballenas sumaron más de 41.000 BTC entre fines de octubre y mediados de noviembre, mientras los mineros aumentaron sus reservas en unos 2.000 BTC. "En un escenario bajista tradicional, ambos grupos suelen desprenderse de posiciones para cubrir costos. Hoy están haciendo exactamente lo contrario", advierte Mansilla.
En paralelo, los indicadores de holders de corto plazo (STH-SOPR y STH-MVRV) muestran una capitulación casi total: están vendiendo con pérdidas y la mayoría de las compras recientes está en números rojos. Este tipo de estrés suele verse en zonas finales de corrección, no en el inicio de un mercado bajista prolongado. Al momento de esta redacción, Bitcoin defendía los u$s90.000.
La referencia más vigilada por estas horas gira en torno a los u$s78.500, el costo promedio de compra de los grandes inversores. Mientras BTC se mantenga arriba de ese umbral, el escenario dominante sigue siendo el de una corrección dentro de un ciclo alcista mayor.
Solana se expande en Wall Street
La gestora 21Shares obtuvo luz verde de CBOE Global Markets para listar su ETF de Solana bajo el ticker TSOL, con una comisión anual de 0,21%. Será el sexto ETF basado en SOL disponible en Estados Unidos, junto con los de Bitwise, Grayscale, VanEck, Fidelity y Canary Capital.
"El ecosistema viene demostrando un apetito creciente por instrumentos regulados", sentencia el analista Rodrigo Mansilla a iProUP. El experto señala que, desde el lanzamiento de los primeros fondos de SOL el 28 de octubre, "las entradas superaron los u$s420 millones".
Para Mansilla, "este flujo tiene consecuencias directas: cada participación emitida debe estar respaldada por SOL real, lo que obliga a los emisores a comprar en el mercado". Con mayor demanda, el precio encuentra piso más rápido y además se amplía la visibilidad del activo frente al capital institucional que hasta hace poco miraba a Solana con cautela.
El debut de TSOL llega, justamente, cuando los inversores buscan diversificar riesgos dentro de un mercado que empieza a mostrar señales mixtas, sobre todo del lado de Bitcoin.
Solana crece justo cuando bitcoin respira tensión
El contraste es claro: mientras BTC procesa la sacudida más dura del año, Solana amplía su infraestructura regulada y seduce a los institucionales.
Los ETF aportan liquidez, transparencia y un puente directo para los fondos que no pueden operar tokens de forma directa. Si las entradas se mantienen, SOL podría beneficiarse en las próximas semanas de una presión compradora sostenida, incluso si el mercado general permanece volátil.
Para los inversores, el mercado muestra dos caras simultáneas:
- BTC: en un punto de estrés alto pero con señales de capitulación avanzada y acumulación institucional
- SOL: en plena expansión regulada, con nuevos ETF y flujos que pueden empujar su precio si la demanda continúa
En un contexto en el que muchos operadores buscan refugio y oportunidades al mismo tiempo, la conversación en Wall Street empieza a girar en torno a una idea: el protagonismo del próximo tramo del ciclo puede estar más repartido de lo habitual. Solana, con un nuevo ETF en puerta, se posiciona para capturar parte de esa narrativa.