Ripple, uno de los principales emisores de criptomonedas, anunció una alianza clave con Mastercard, WebBank y Gemini para integrar su stablecoin regulada RLUSD en los procesos de liquidación de pagos con tarjeta, con el fin de acelerar la convergencia entre las finanzas tradicionales y la infraestructura blockchain.
El acuerdo contempla el uso de la red pública XRP Ledger como base tecnológica para procesar transacciones con mayor eficiencia, trazabilidad y velocidad, en lo que podría convertirse en uno de los hitos más relevantes del año en materia de pagos digitales.
Ripple integra su stablecoin RLUSD al ecosistema de Mastercard
La iniciativa apunta a que RLUSD, el dólar tokenizado emitido por la firma, funcione como medio de liquidación entre emisores, adquirentes y redes de tarjetas y reemplace parcialmente a los sistemas tradicionales de compensación bancaria.
Según el comunicado oficial, el proyecto se encuentra en fase de integración técnica y aún depende de aprobaciones regulatorias, pero ya se iniciaron pruebas piloto con Mastercard y WebBank para validar la interoperabilidad entre la stablecoin y los sistemas de pago existentes. La participación de Gemini como custodio y proveedor de infraestructura cripto refuerza la solidez del esquema.
Para Ripple, esta alianza busca posicionar RLUSD como una stablecoin institucional capaz de operar en entornos regulados y con respaldo bancario. La compañía ya había concretado acuerdos previos con entidades financieras y plataformas de pagos, pero la incorporación de Mastercard, uno de los actores más influyentes del sistema global, eleva sus ambiciones.
Según Monica Long, presidenta de Ripple, el acuerdo "abre la puerta para que otros programas adopten stablecoins como medio de liquidación confiable y eficiente".
El uso de RLUSD en tarjetas de crédito también plantea una evolución en la experiencia del usuario. Al operar sobre XRP Ledger, las transacciones pueden liquidarse en segundos, con costos mínimos y trazabilidad completa. Esto mejora la eficiencia operativa y permite incorporar nuevas funcionalidades, como:
- Recompensas tokenizadas
- Pagos programables
- Auditoría en tiempo real
La alianza llega en un momento de creciente interés por las stablecoins reguladas, especialmente en Estados Unidos, donde el debate sobre su marco legal y su rol en el sistema financiero ganó protagonismo. Ripple busca posicionarse como proveedor de infraestructura confiable, capaz de conectar bancos, emisores y redes de pago mediante tecnología blockchain sin renunciar a los estándares regulatorios.
Ripple descarta salir a bolsa tras alcanzar valoración histórica
Por otro lado, Ripple confirmó que no tiene planes de salir a bolsa, a pesar de haber alcanzado recientemente una valoración histórica que supera los u$s40.000 millones.
La decisión fue comunicada por su presidenta, donde explicó que la empresa se encuentra "bien capitalizada" y no necesita recurrir a los mercados públicos para financiar su crecimiento. El anuncio sorprendió a analistas e inversores, que esperaban una oferta pública inicial (IPO) tras la victoria legal de Ripple frente a la SEC y su reciente expansión internacional.
Según Long, Ripple se encuentra en una "posición afortunada" que le permite sostener su desarrollo orgánico y realizar adquisiciones estratégicas sin depender de capital externo.
En los últimos meses, la firma concretó la compra de Hidden Road por u$s1.250 millones y reforzó su apuesta por los servicios financieros digitales y la tokenización institucional.
La decisión de no salir a bolsa también responde a una estrategia de control operativo. Ripple busca mantener su independencia frente a las exigencias regulatorias y de reporte que implica cotizar en mercados públicos, especialmente en un contexto donde las empresas cripto enfrentan escrutinio constante.
"No tenemos ningún plan, ningún cronograma para una IPO", resaltó Long, quien subrayó que la empresa prefiere enfocarse en consolidar su infraestructura, ampliar su red de clientes institucionales y escalar sus productos sin la presión de los accionistas públicos.
Ripple había considerado una salida a bolsa en años anteriores, especialmente tras su expansión en Asia y Medio Oriente, pero la prolongada disputa legal con la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) postergó cualquier iniciativa en ese sentido.
Tras obtener un fallo favorable que excluye a XRP de ser considerado un valor en ciertas circunstancias, la compañía recuperó impulso y logró posicionarse como uno de los actores más sólidos del sector blockchain. Sin embargo, la IPO quedó fuera del radar.
La postura de Ripple contrasta con la de otras firmas cripto que sí han optado por cotizar en bolsa, como Coinbase, que debutó en Nasdaq en 2021. En cambio, Ripple apuesta por una estrategia más conservadora, centrada en alianzas con bancos, emisores y redes de pago, y en el desarrollo de productos como RLUSD que puedan operar en entornos regulados.