El 31 de octubre de 2008, un nombre desconocido llamado Satoshi Nakamoto, publicó un documento técnico que marcaría un antes y un después en el mundo financiero.

Titulado Bitcoin: A Peer-to-Peer Electronic Cash System, el white paper proponía una forma de dinero digital descentralizado, sin intermediarios ni bancos. Hoy, a 17 años de ese hito, Bitcoin es un fenómeno global que trasciende lo tecnológico y lo económico.

La propuesta de Nakamoto surgió en plena crisis financiera internacional. El documento, de apenas nueve páginas, describía cómo una red de computadoras podía validar transacciones sin necesidad de una autoridad central.

El sistema se basaba en la criptografía y en un mecanismo de consenso llamado prueba de trabajo. Así nacía la primera criptomoneda: Bitcoin.

Desde entonces, lo que comenzó como una idea marginal entre entusiastas de la informática y la privacidad, se transformó en un activo financiero con una capitalización de mercado que supera los u$s2 billones.

Bitcoin dejó de ser una curiosidad para convertirse en una herramienta de inversión, ahorro y transferencia de valor en todo el mundo.

Bitcoin cumple 17 años tras su origen un 31 de octubre de 2008

Bitcoin cumple 17 años en medio de la volatilidad, pero su legado sigue intacto

Este nuevo aniversario se da en un contexto particular. Octubre, tradicionalmente un mes alcista para el mercado cripto -conocido como "Uptober"- cerró en rojo por primera vez desde 2018.

A pesar de la caída momentánea del precio de Bitcoin por debajo de los u$s107.000, los analistas señalan que los fundamentos del ecosistema siguen sólidos. La volatilidad, lejos de ser una debilidad, es parte de su naturaleza.

Otro dato particular es que los monederos atribuidos a Satoshi Nakamoto -que contienen millones de bitcoins nunca movidos- reflejaron una pérdida de más de u$s5.000 millones en las últimas 24 horas.

A lo largo de estos 17 años, Bitcoin enfrentó críticas, regulaciones, bifurcaciones y competencia. Sin embargo, su esencia y su legado permanecen intactos.

Hoy Bitcoin no es solo una herramienta financiera, sino un símbolo de autonomía, transparencia y disrupción. Su protocolo inspiró a miles de proyectos, desde otras criptomonedas hasta aplicaciones en logística, arte digital y gobernanza.

Y aunque el misterio sobre la identidad de Nakamoto todavía sigue sin revelarse, su obra continúa creciendo.

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