El mercado cripto se prepara para una semana decisiva. La Reserva Federal (Fed) se encamina a anunciar un nuevo recorte de tasas, el segundo en lo que va del año, y el impacto podría ser mucho más profundo que un simple rebote de precios.
En un contexto en que la política monetaria vuelve a ser expansiva, los inversores reconfiguran sus carteras y el flujo de capital hacia los activos digitales y de riesgo se dispara, lo que sugiere que el ciclo que viene puede redistribuir el poder entre Bitcoin, Ethereum y las principales altcoins.
Una nueva ola de liquidez global
El retorno de la Fed dovish, es decir, más inclinada a la flexibilización monetaria, alimenta las expectativas de mayor liquidez global. En el ecosistema cripto, eso se traduce en oxígeno puro.
Según datos de CoinShares, los fondos vinculados a activos digitales captaron u$s921 millones en la última semana, el mayor ingreso desde marzo. El dato llegó justo después de conocerse una inflación estadounidense que fue más baja de lo esperado, reforzando la idea de que la Fed continuará con su ciclo de baja de tasas en diciembre y enero.
Los datos de CoinShares también muestran que tres de cada cuatro tenedores mantienen sus posiciones por más de 150 días, un récord histórico. La tendencia refleja un cambio estructural: menos especulación y más tenencia estratégica.
La baja de tasas también reduce el rendimiento real de los bonos del Tesoro, lo que empuja a los inversores institucionales hacia activos con narrativa de valor como Bitcoin. Además, el menor costo del dinero alimenta el apetito por productos apalancados y ETF cripto.
Las claves del mercado cripto ante el anuncio de la Fed
El analista de mercados Iván Bolé asegura a iProUP que el mercado venía celebrando que la estacionalidad había traído el famoso impulso alcista de Uptober, hasta que, "apenas cuatro días después del máximo histórico de u$s126.000, se produjo una de las correcciones más violentas de los últimos tiempos".
El experto también recuerda que la recuperación desde los mínimos registrados entre u$s102.000 y u$s103.500 fue sinuosa y con poca convicción, hasta que aquel domingo trascendió que EEUU y China podrían llegar a un acuerdo comercial sobre los aranceles. "Trump lo hizo de nuevo: condicionar los precios de mercado con un tuit", lanza Bolé.
El estratega plantea que si se deja de lado (aunque sea por un momento) ese "ruido de línea" de corto plazo, la trayectoria del precio de Bitcoin muestra un impulso de largo plazo todavía saludable, "aunque ya bastante avanzado". El contexto general, sin embargo, dice Bolé, ofrece aún buenas chances de continuidad.
Así, el experto advierte que si bien los objetivos de precio se vuelven cada vez más difusos e imprecisos, puede afirmarse que si Bitcoin logra recuperar pronto la zona de los u$s120.000, "el panorama se aclarará y nuevos máximos históricos (ATH) volverán a estar sobre la mesa".
No obstante, Bolé advierte que "no hemos salido del bosque": el precio apenas algunos días por encima del nivel crítico de u$s 112.000. Lo esperable es que el contexto macro empiece a jugar a favor y que la baja de tasas de la Fed, combinada con una tregua comercial aunque sea temporal, "allane el camino hacia los 135.000, 140.000 y 150.000 dólares".
Carolina Gama, country manager de Bitget, anticipa que "a corto plazo, es probable que la lateralización continúe entre 109.000 y 114.900 dólares. Si supera los u$s115.000, BTC puede buscar el rango de 118.000-120.000 dólares; mientras que caídas por debajo de u$s109.000 reactivarían el riesgo de una nueva prueba en los u$s105.000.
El mercado apuesta por un recorte de tasas de la Fed
Guillermo Escudero, director de CryptoMKT, afirma a iProUP que el mercado ya descuenta un recorte de tipos de interés y que gran parte del impulso que se observa en los activos de riesgo, incluido Bitcoin, responde a esa expectativa.
"Si la Fed confirma el inicio del ciclo de bajas y mantiene un discurso claro sobre el control de la inflación, es razonable proyectar que Bitcoin encuentre espacio para avanzar en el corto plazo hacia la zona de u$s120.000 a u$s125.000, siempre en un contexto de alta volatilidad", desliza el especialista.
Escudero agrega que, históricamente, los ciclos de flexibilización monetaria favorecen a la industria cripto porque "fomentan el traslado de capital desde la renta fija hacia la renta variable, debilitan relativamente al dólar y reactivan el apetito por riesgo, fortaleciendo así la demanda de activos escasos como Bitcoin".
No obstante, el experto destaca algo muy importante: "Más allá del recorte en sí, el impacto final dependerá del tono del comunicado y del ritmo futuro que proyecte la Reserva Federal. Un mensaje gradualista puede limitar el impulso del mercado, mientras que una señal más expansiva podría catalizar un movimiento alcista más marcado y sostenido en el universo cripto", concluye.
Por último, Fabiano Días, Director de Negocios Internacionales de Bitwage estima que el aumento reciente responde al casi inevitable recorte de tasas, "una decisión que además permitiría evitar el temido cierre del Congreso estadounidense".
En un análisis más amplio, Días asevera que los fundamentos del mercado se mantienen sólidos. "Bitcoin sostiene su papel geopolítico y financiero global, mientras que Ethereum y sus principales competidores consolidan entornos de desarrollo cada vez más robustos. Además, las stablecoins siguen ganando terreno, impulsadas por marcos regulatorios más favorables en países como Bolivia y, próximamente, Venezuela".
El jefe de investigación de CoinShares, James Butterfill, lo resumió así: "Bitcoin se está consolidando como un activo monetario. Su correlación con bonos y acciones varía según el tono de la política de la Fed". En otras palabras, una Fed más restrictiva acerca al Bitcoin al comportamiento del mercado accionario; una más expansiva, en cambio, lo separa y le devuelve su carácter de activo alternativo".
Así, la decisión de la Fed no solo definirá el costo del dinero, sino también el mapa del poder cripto. Si el ciclo de recortes se acelera, Bitcoin podría extender su dominio como reserva digital, mientras que Ethereum y las altcoins se enfrentarán al reto de reinventar su narrativa en un entorno de mayor competencia y liquidez.